Reos de prisiones estatales y de ICE con Covid y sin suficientes vacunas
De la redacción
Los prisioneros en este país son una comunidad doblemente cautiva. Privados de su libertad, están expuestos al coronavirus sin poder guardar el distanciamiento social ni otras medidas sanitarias recomendadas por el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades, CDC, como las vacunas por ejemplo.
En tanto, los brotes de Covid devastaron las poblaciones carcelarias y, aun así, el acceso de los reclusos estatales a la vacuna varía ampliamente en un amplio mosaico de reglas que cambian de un estado a otro; incluso cuando el CDC ha recomendado dar prioridad para vacunar a toda la población carcelaria, pues se halla en alto riesgo de contraer el virus.
Como hemos publicado en este mismo espacio informativo persistente y oportunamente, otra población que corre un alto riesgo de contraer el virus son los inmigrantes presos en los centros de detención de Inmigración y Control de Aduanas, ICE.
Unos 10 mil inmigrantes dieron positivo al coronavirus, dice la agencia de noticias EFE en base a reportes de ICE. Señalan que “desde el inicio de la pandemia ha dejado salir a algunos reclusos que consideró en riesgo por Covid-19, mientras otros 3 mil 647 fueron liberados por órdenes judiciales”.
ICE reporta que murieron 9 inmigrantes bajo su custodia por complicaciones del covid. Y que se han realizado 113 mil 297 pruebas de detección a partir del 12 de marzo de 2020… por el hacinamiento habitual en las cárceles y la imposibilidad de mantener la distancia social recomendada”, afirma la fuente.
Por su parte, el grupo de defensa de los inmigrantes indocumentados detenidos por ICE en el estado de Washington, “La Resistencia”, ha venido reportando en nuestras páginas uno a uno los casos de infección, las muertes, las huelgas de hambre y las deportaciones de inmigrantes indocumentados infectados, principalmente del Centro De Detención del Noroeste (NWDC).
La activista Maru Mora Villalpando, de La Resistencia, dijo hoy a Noticiero Latino que en el estado de Washington habrá unos 34 de casos de contagio entre los detenidos de ICE. Pero que “se desconoce cuántos han recibido la pueba de coronavirus… Ahora mismo hay por lo menos una unidad en cuarentena. Siempre hay unidades en cuarentena, al menos dos veces al mes. Es difícil saber el número porque aíslan a la gente para que no pueda comunicarse con nosotros cuando se sospecha que son positivos”.
En cuanto al sistema carcelario estatal para los presos comunes, se dice que actualmente hay 475 casos confirmados en aislamiento, según dijo ICE a EFE. “… 63 positivos están activos en el Centro de Procesamiento de Batavia, en el estado de Nueva York, seguidos de los centros de detención de Eloy y La Palma, ambos en Arizona, con 54 y 55 casos respectivamente”.
Con todo, las vacunas, que podrían superar la falta de otras medidas preventivas como el distanciamiento y los cubre bocas en las prisiones, son hoy por hoy una tablita de salvación para los reos del sistema de prisiones.
“Casi la mitad de los aproximadamente 8 mil 700 reclusos de las prisiones estatales en Kansas han recibido una vacuna contra el coronavirus… todos los prisioneros que quieran inyectarse habrán recibido al menos una primera dosis para mediados de abril”, reporta por su parte The New York Times (NYT).
Muchos expertos en salud, incluida la Asociación Médica Estadunidense sostuvieron a la fuente que a los presos se les debe dar preferencia a las vacunas debido a su situación de vida: “el distanciamiento social es casi imposible tras las rejas, el hacinamiento es común y la ventilación a menudo es deficiente”.
Las tasas de casos de infección entre los reclusos es más de cuatro veces mayor que las del público en general, y la tasa de mortalidad es más del doble. “El virus ha matado a más de 2 mil 600 reclusos en prisiones y cárceles e infectado a más de 515 mil, según una base de datos del NYT; y los “funcionarios de salud están particularmente preocupados por los riesgos de variantes del virus que se transmiten más fácilmente en entornos como las cárceles”.
Pero en La Florida, ningún recluso en instituciones correccionales estatales ha recibido vacunas, dijeron los funcionarios penitenciarios, ni siquiera aquellos que serían elegibles bajo las pautas de edad y salud del estado si no estuvieran tras las rejas. “No hay forma de que le vayas a poner una vacuna a un prisionero sobre una persona de la tercera edad”, ha dicho el gobernador Ron DeSantis■