Ante la adversidad, la música es un bálsamo de esperanza

Con las celebraciones de Año Nuevo a la vuelta de la esquina, la temporada podría verse empañada por el temor y la ansiedad para muchas familias inmigrantes, ante la incertidumbre del próximo año. Sin embargo, frente a la adversidad, siempre han surgido canciones y cantantes cuya música inspira y da fuerza para superar adversidades. Precisamente esto es lo que observó Valeria Fernández durante un convivio en un pequeño rancho en las afueras de Phoenix, Arizona, desde donde nos envía el siguiente reporte.

Desde que emigré a Estados Unidos del Uruguay, la música me ha permitido viajar a mi país con el corazón cuando la economía o el estatus migratorio no me han dejado.

Gracias a la vida que me ha dado tanto me dio dos luceros que cuándo los abro, perfecto distingo lo negro del blanco…

Esa es la voz de mi amiga Maca Silva durante una fiesta de cumpleaños infantil, en su ranchito en Avondale. 

“Yo creo que tenía unos 18 años cuando escuché por primera vez esta canción; me movió mucho. De hecho, fue la primera canción que escuché de la autora Violeta Parra, y seguí escuchando mucho más de ella. ¡Híjole!, quisiera en toda una vida poder componer lo que ella dice en una sola canción”

Maca es cantautora e inmigrante mexicana, de Michoacán. Esta canción la ha acompañado en momentos felices… y duros. 

“Más que pedir, siempre me gusta agradecer; porque creo que he recibido muchísimo más de lo que necesito, pero también todo lo que voy necesitando aprender. Por esa razón me gusta muchísimo la canción de Gracias a la Vida…, dice tantas cosas que damos por sentado”

Y este no ha sido un momento fácil. Maca tiene una hija trans y otra que tiene autismo, y le preocupa cómo puedan ser tratadas durante la administración del presidente electo, Donald Trump.

“Las dos están que se quieren ir del país… Ha sido bastante difícil tener estas pláticas con ellas”

Creo que está canción es especial para muchos migrantes. Es una canción peruana de Jean Marco…

Tengo marcado en el pecho, todos los días que el tiempo no me dejó estar aquí…

Ese es Ernesto Escobar, y está canción fue la primera que cantó aquí en Estados Unidos luego de emigrar del Perú. Y es la que le ha dado fuerza para comenzar su aventura como músico, junto a su esposa Yaella Robles.

Verte pintado de azul Perú, tengo tu amor y tu suerte y un caminito empinado, tengo el mar del otro lado, tu eres mi norte y mi sur. 

Ernesto Escobar, músico peruano:

“Es una sensación de tristeza y de alegría porque nos valemos al esfuerzo que tenemos aquí; porque gracias a mi país he podido vivir muchas experiencias bonitas que sólo me ha podido dar el Perú. Pero ahora que estamos lejos, cada vez que volvemos lo disfrutamos mucho más, creo…”

Gracias a la vida, que me ha dado tanto… con él las palabras, que pienso y declaro, madre, hermano y luz alumbrando…

Esa es Yaella Robles, una amiga de Chihuahua, México. Con su esposo Ernesto fundaron De Cajón, un grupo de música folklórica latinoamericana. La música para Yaella siempre ha sido su cordón umbilical con el mundo. 

Cuando Yaella piensa en la situación de temor e incertidumbre que viven algunas familias inmigrantes dice: 

“Quizá como persona yo no puedo hacer mucho, pero como artista te puedo llevar a tu lugar de origen, a ese momento en el que fuiste feliz; y eso es suficiente para conectar con tu alma, recordar quién eres y seguir”

Y para mí, es un seguir encontrando un refugio de canciones en la música y en las voces de esos amigos inmigrantes por los que también doy las gracias. 

 

Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino, desde Avondale, Arizona, Valeria Fernández.

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