Trabajadores “esenciales” de atención al público sin saber cuándo serán vacunados

De la redacción

Las reglas del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades, CDC, señalan entre otros a los trabajadores del sector salud, las personas mayores y los trabajadores “esenciales”, entre quienes se hallan los empleados de supermercados y almacenes que están en contacto con el público, como prioridad de las campañas de vacunación. Sin embargo, la regla no es igual en todos los estados del país, así como tampoco para todos los condados, ni para todas las edades. Algunos estados, o han marcado los 75 años de edad para esta elegibilidad de la vacuna, y en otros los 65 años. El país todavía no cuenta con una estrategia nacional uniforme.

Algunas cadenas de supermercados han optado por pagar más a sus trabajadores, como Trader Joe’s y Costco. La primera, aumentó su pago pandémico de agradecimiento” aumentando a 4 dólares por hora a partir de los salarios de 2 dólares la hora desde la semana pasada en todo el país. “Más dos meses de pago por peligrosidad al comienzo de la pandemia y un bono de fin de año (2020) que ascendió a aproximadamente mil 200 dólares para empleados de tiempo completo y varios cientos de dólares para el personal de tiempo parcial.

Luego de que Long Beach, California exigiera el pago por condiciones de vida peligrosas para los trabajadores de supermercados, el gigante de esta industria, Kroger respondió recientemente diciendo que cerraría dos ubicaciones, incluso ahora cuando expertos advierten a las personas que minimicen el tiempo que pasan en las tiendas de comestibles debido a las nuevas variantes del coronavirus (la Organización Mundial de la Salud anunció hoy que el virus probablemente provenga de animales), dice una investigación periodística del New York Times que encontró que sólo 13 estados habían comenzado a vacunar específicamente a esos trabajadores.

Hoy sin embargo tanto la distribución de las vacunas como la aparición de nuevas variantes de Covid-19, más contagiosas y eventualmente más letales, parecen haber puesto mayor atención en la situación de los trabajadores de supermercados.

Pero la percepción general es que estos trabajadores babrían caído en el olvido y el optimismo se va desvaneciendo en este sector laboral, sobre todo a partir de haberse enterado que los trabajadores de las tiendas de comestibles en Oklahoma, por ejemplo, no serían elegibles para recibir las vacunas hasta la primavera.

En tanto, la industria de supermercados ha experimentado un auge en el último año debido a que “los estadunidenses se han quedado en casa y han evitado los restaurantes”, dice la referida investigación.

“Pero en la mayoría de los casos, eso no se ha traducido en un pago extra para sus trabajadores” y, lo que es peor, tampoco los ha hecho una prioridad para los programas de vacunación en general. Y es que no tal “en general”, porque tras 4 años de naufragio en términos de políticas de salud y de combate sistematizado, o de una estrategia nacional para atacar eficazmente la pandemia, la nueva administración todavía no ha podido establecer una política federal al respecto. Aunque en esas anda.

De acuerdo con Brookings Institution, 13 de las empresas minoristas y de comestibles más grandes de Estados Unidos ganaron 17 mil 17 millones de dólares más en los primeros tres trimestres de 2020 que en el mismo periodo de 2019.

Por su parte, el sindicato United Food and Commercial Workers dijo que “al menos 28 mil 700 trabajadores de supermercado en todo el país han sido infectados o expuestos al coronavirus, y al menos 134 de los trabajadores habían muerto por esta causa”, una incidencia “especialmente alta en la costa oeste”.

En dicha zona, ciudades como Los Ángeles y Seattle “han aprobado pagos por condiciones de vida peligrosas para los trabajadores de comestibles esenciales, y ahora enfrentan amenazas de cierre de tiendas e incluso el fin de las donaciones de los supermercados a los bancos de alimentos”, dicen las uniones.

Por citar sólo una de estas empresas “afortunadas”, Kroger, que opera alrededor de 2 mil 750 tiendas,recompró acciones a sus soios el año pasado y su director ejecutivo, Rodney McMullen ganó más de 20 millones de dólares en 2019.

Y aunque ‘una golondrina no hace verano’, por citar un ejemplo que idealmente debiera cundir en este rubro, “HAC, la empresa de Oklahoma propietaria de Cash Saver y Homeland, con alrededor de 80 tiendas y 3 mil 400 empleados, que compite con Walmar, ¡es propiedad de los trabajadores!”. Marc Jones, su director ejecutivo, dijo a la fuente que “la paga inicial del héroe fue el año pasado ‘un reflejo del aumento de personas en nuestras tiendas’; y cuando ese aumento se calmó, parecía el momento adecuado para terminarlo”.

Fue un gasto enorme para la empresa, dijo Johns, “incluso con un año mejor de lo habitual”. Pero admitió que los comestibles son un gran negocio, “peculiarmente de bajos beneficios” laborales. Hasta marzo, “la gran pregunta era si la tienda de comestibles local sobreviviría, y si todos iban a conectarse”. No todos se conectaron. Pero HAC sobrevivie y sigue acumulando utilidades■

This entry was posted in Covid 19 - Despachos de Noticiero Latino, Economía, Homepage Feature, Salud. Bookmark the permalink.