La crisis de la detención de migrantes menores en la frontera desata torbellino

En este tipo de instalaciones viven los niños migrantes que son detenidos y enjaulados en la frontera, y separados de sus padres sin que el gobierno federal se preocupe por consignar los datos de ubicación de los menores para una eventual reunificación con sus seres queridos. Foto: Foto: www.migranjourneywordpress.com.

En este tipo de instalaciones viven los niños migrantes que son detenidos y enjaulados en la frontera, y separados de sus padres sin que el gobierno federal se preocupe por consignar los datos de ubicación de los menores para una eventual reunificación con sus seres queridos. Foto: www.migranjourneywordpress.com.

De la redacción

Recientemente Associated Press (AP) develó las inhumanas condiciones de vida en que autoridades de Inmigración han sumido a cientos -quizás miles- de niños y niñas, y algunos bebés en un centro de detención de inmigrantes en Clint, Texas. La denuncia volvió a sacudir la conciencia de los estadunidenses causando una ola de consternación e indignación popular, excepto en el personal de más alto perfil de la Casa Blanca y el Gabinete, el liderazgo republicano del Congreso y los nuevos -y viejos- directores de las agencias que dependen del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), ICE, CPB y la Patrulla Fronteriza, agencias que han estado viviendo cambios aceleradospor estos días.

Tras el clamor  y el escándalo general y las visitas a al centro de reclusión para migrantes adultos, cuya capacidad límite para albergar a personas fue rebasada por lo menos en un 200 por ciento, las autoridades de Inmigración aprovecharon el fin de semana para desalojar la sobrepoblación de dicho centro, aunque al día siguiente regresaron a 100 de los 300 ocupantes a esas instalaciones, según declaraciones de prensa.

“Ahora, sólo 30 niños permanecen en el centro y el resto ha sido transferido”, dice AP. Sin embargo, si estas transferencias realmente mejorarán las condiciones para los niños está por verse.

De acuerdo con Clara Long, unas de las abogadas (os) que entrevistaron a los niños en una de las estaciones de la Patrulla Fronteriza que esperaba recibir a los menores trasladados desde Clint, declaró a la fuente que “el niño con el que hablé dijo que su familia no recibió colchones o mantas durante las primeras dos noches, y su madre tuvo fiebre”.

Agregó: “No había cepillos de dientes y hacía mucho, mucho frío”. Los niños más pequeños, duermen incluso sin pañales sobre las planchas del piso de cemento de uno de esos centros de detención que llaman “hieleras”, dice la television.

Abogados de algunas de las mejores escuelas de derecho de la nación dijeron por su parte a The New York Times hoy lo que los niños les contaron durante una visita de la prensa a dicha instalación de CPB, visitas ordenadas por un tribunal a principios de este mes; algunos niños dijeron que no se les había permitido ducharse en casi un mes, y que tenían tanta hambre que les había costado trabajo dormir toda la noche”.

Los testimonios de los abogados provocaron una reacción violenta en el público, después de lo cual casi 30 de los aproximadamente 300 niños que estaban siendo enjaulados en Clint fueron transferidos a otro lugar. “Alrededor de 249 fueron colocados en una red de refugios para niños, administrada por la Oficina de Reasentamiento de Refugiados del Departamento de Salud y Servicios Humanos, mientras que otros fueron trasladados a una tienda de campaña en El Paso, Texas, administrada por Aduanas y Protección Fronteriza” (ICE).

Pero esto no sólo pasa en Texas, aunque se cita a Clint, pero como un caso emblemático de lo que ha estado sucediendo en Estados Unidos con los niños. Y a pesar de que un juez prohibiera en enero la separación y encarcelamiento prolongado de los menores, de acuerdo con el Tratado flores que data de los años 70, el gobierno de Trump no ha respetado el fallo y sigue separando de sus padres a veces hasta bebés migrantes, que son prácticamente torturados y sus familias aterrorizadas.

Menores centroamericanos detenidos en la frontera. Foto: Periódico La Opinión.

Menores centroamericanos detenidos en la frontera. Foto: Periódico La Opinión.

Se le mire por donde se le vea la política de Trump y su camarilla de nacionalistas blancos, extremistas que dictan sobre el destino de los migrantes detenidos, incluidos bebés de 4 y 5 meses, es inhumana y cruel como han dicho a la televisión víctimas de campos de concentración nazis en Alemania y de Estados Unidos para los japoneses en la Segunda Guera Mundial. Y aunque no se mueran simultáneamente tantos como en el holocausto, las condiciones de persecución, física y sicológica, así como de hacinamiento son idénticas a la del nacismo, dijeron los entrevistados por MSNBC.

Esta problemática que se deriva últimamente de la política de Cero Tolerancia de la administración Trump vuelve a agitar las aguas pero ahora en tiempos de elecciones primarias. De esta suerte, de la indignación -presumible o verdadera- de los demócratas (de los republicanos ni qué hablar, está claro que desprecian a los inmigrantes negros y morenos, y peor aún si son pobres o de las minorías), se brinca a un debate que en estos momentos está dividiendo en dos al ala demócrata del Congreso.

Alguien dijo que antes de iniciar una conversación franca y honesta sobre la reforma migratoria comprensiva es urgente primero detener la barbarie contra los niños migrantes y ponerlos a salvo. Y luego comenzar el debate en la opinión pública, la academia y el Congreso.

Por su parte el Congreso está tratando de apresurar la asignación de 4 mil 500 millones de dólares en ayuda de emergencia a la frontera, mientras pone nuevas restricciones a la represión de la inmigración del presidente Trump y quiere cortar fondos para CBP y ICE. “Algunos demócratas se resisten -dice el Times- preocupados de que el dinero se use para llevar a cabo las tácticas agresivas de Trump”.

En el enlace de abajo puede encontrar una discusión más amplia y el análisis de esta noticia que está dando la vuelta mundo, sobre la crueldad y la falta de escrúpulos de una administración, pero más específicamente de un presidente que somete a condiciones subhumanas a los niños migrantes centroamericanos, y a los adultos, con el fin de ganar su reelección.

 Escuche Línea Abierta:


Por último, John Sanders, Comisionado Interino de CBP, o principal funcionario de la frontera de Estados Unidos renunciará próximamente a su cargo como comisionado interino de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, dijo el propio Sanders en un mensaje que hoy martes envió al personal de su agencia y que fue reportado por The Washington Post. Su salida “continúa con un patrón vertiginoso de cambios de personal en el DHS que se han producido en medio de una crisis fronteriza provocada por la mayor oleada migratoria en más de una década”.

No obstante, aunque casi todo mundo piensa que la renuncia de Sanders obedece al torbellino político que desató hacia el interior del DHS la crisis de los niños migrantes en la frontera, detenidos por CPB, la Patrulla Fronteriza y ICE, “la renuncia no está relacionada con las recientes controversias sobre el tratamiento de los inmigrantes menores de edad bajo la custodia de los Estados Unidos a lo largo de la frontera”, dijo bajo condición de anonimato un funcionario de la administración federal al Post.

Sanders apenas estuvo como comisionado interino de CPB sólo dos meses, tras la repentina y controvertida renuncia de Kirstjen Nielsen, reemplazada velozmente por Kevin McAleenan como nuevo titular de la agencia federal■

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