Una ola de alto calor azota al sur de California. Foto: https://www.almanac.com.
Las negociaciones sobre el cambio climático que finalizaron en Glasgow, Escocia y que continuarán el próximo año, enviaron una poderosa señal al mundo y sus corporaciones. Se trata de la urgente necesidad de una acción más radical en materia ambiental, que podría empoderar a los grupos de la sociedad civil y a los legisladores que trabajan para alejar a los países de la quema de combustible fósiles. Porque estos contribuyen al incremento de cada vez más altas temperaturas, y California, que se ha visto muy afectada por esto, retoma la estafeta de Glasgow y echa a andar una pertinente medida,la primera en su tipo del país para contrarrestar el efecto de las altas temperaturas en su población.
De la redacción
El Comisionado del Departamento de Seguros de California, Ricardo Lara y los asambleístas demócratas, Luz Rivas, de San Fernando Valley, y Eduardo García, de Coachela, así como el senador Henry Stern anunciaron que patrocinarán una legislación para establecer un sistema de alerta temprana que ayudará a proteger a los californianos del “asesino silencioso” o de las muertes y lesiones relacionadas con el calor, intensificadas por el cambio climático.
Dado que las olas de calor son responsables de más muertes y lesiones que todos los demás eventos climáticos extremos, dice un comuncado del Departemento de Seguros de California, “clasificar las olas de calor es una recomendación contenida en el primer informe de su tipo en la nación sobre seguros climáticos, que el Comisionad Ricardo Lara y el Grupo de Trabajo de Seguros Climáticos de California publicaron a principios de este año”.
El objetivo es proteger a las comunidades de bajos ingresos, las personas mayores y las que carecen de seguro, que son más vulnerables a los impactos del cambio climático. Y es que los últimos proyectos de Evaluación del Clima de California indican que “las olas de calor serán más intensas, más largas y más frecuentes en los próximos años”.
Por ejemplo, “De 1980 a 2000, hubo un promedio de 6 días anuales de calor extremo en Los Ángeles. Para 2050, se prevé que ese número sea de 22 días. En 2020, las visitas a la sala de emergencias aumentaron 10 veces el número normal durante una ola de calor que rompió récord llegando hasta 121 grados Fahrenheit en el condado de Los Ángeles. La ola de calor de 2021 en California batió récords en todo el estado, con Sacramento superando los 109 grados y el Valle de Coachella teniendo su año más caluroso con temperaturas que alcanzan los 123 grados Fahrenheit”.
Por eso la oficina estatal de Seguros, dice, estableció una legislación que da acceso público para medir las olas de calor con “categorías claras basadas en la intensidad del calor y los impactos en la salud, para proporcionar una alerta temprana a las comunidades y permitir a los formuladores de políticas públicas elaborar estrategias de prevención y medidas de reducción de riesgos”.
Y es que en la actualidad la oficina de Lara ha emitido pertinentes medidas contra los desastres provocados por el cambio climático en California. Tales son las alertas de la calidad del aire, o las categorías para huracanes tropicales y las advertencias de bandera roja para incendios forestales, como hemos publicado oportunamente en este espacio informativo. Porque “California necesita una forma de advertir a nuestros residentes sobre las olas de calor extremo, que sólo se volverán más mortíferas en los años venideros”, dijo el comisionado Lara.
Él trabajará con expertos en el desarrollo de un método para estimar los costos de calor extremo de eventos pasados, “ayudando así a pronosticar los costos futuros no asegurados, permitiendo a los líderes locales priorizar los esfuerzos de mitigación”.
El informe del Grupo de Trabajo sobre Seguros Climáticos recomienda que se debe incluir categorías de magnitud, comunicaciones al público sobre el evento con detalles relacionados con la ubicación geográfica, las medidas de gravedad y la duración potencial para facilitar el seguimiento.
“Las diferentes categorías estarían acompañadas de precauciones recomendadas para el público, en función de la intensidad del evento de calor; con precauciones adicionales descritas para poblaciones vulnerables”, como los ancianos y las personas con enfermedades respiratorias, quienes deben disminuir la actividad física al aire libre, limitar cierto uso de electricidad, buscar refugio e identificar los centros de enfriamiento disponibles en las áreas más afectadas■
