Vulnerabilidad de miembros de DACA y TPS preocupa a la iglesia

El reasentamiento de refugiados en Estados Unidos alcanzó su máximo en 30 años, a medida que la administración Biden se centró mayormente en reconstruir el sistema de asilo, mientras crecen las preocupaciones sobre el futuro del programa bajo el segundo mandato de Trump, advierte el Foro Nacional de Inmigración (NIF), que revisó una larga lista de medios.

Dice que los cristianos conservadores que votaron por Trump y apoyan sus políticas están sin embargo preocupados por el futuro del programa, y “rezan para que se mantenga un techo de refugiados de al menos 50 mil” por año.

Mientras tanto, cada vez mas líderes religiosos están expresando su apoyo a los migrantes, incluidos los líderes religiosos católicos en Tennessee y Kentucky, informa The Tennessean, de Nashville.

“Nos comprometemos a que la Iglesia Católica en Kentucky y Tennessee continuará acompañando y sirviendo a los migrantes con todos los recursos posibles”, habrían dicho los obispos en una declaración del 29 de diciembre, según NIF. Y los  Obispos de Arizona, California, Nuevo México, Iowa, Nebraska y Kansas han emitido también declaraciones similares.

Esta última declaración, alude a “la creciente discusión en torno a nuestra comunidad migrante, que ha generado miedo e incertidumbre”, señaló la Conferencia de Obispos Católicos, y más de 30 obispos estadunidenses dijeron en declaraciones adicionales que “se han hecho eco de sentimientos similares después de la elección de Trump en noviembre”.

La feligresía de habla hispana, por ejemplo, se ha convertido en la parroquia católica más nueva y más grande de Nashville. Debido a esto, los futuros sacerdotes del área que están estudiando en el seminario están aprendiendo a ser bilingües en inglés y español.

Entre tanto, los inmigrantes que se han registrado en el gobierno de Estados Unidos a través programas como el del Estado de Protección Temporal (TPS), la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) y el programa Keeping Families Together, se hayan muy vulnerables, dice OSV News.

A Trump le interesa entregar resultados lo más pronto posible, acerca de su promesa de deportaciones masivas desde el primer día de su nuevo término, lo que depende de qué tanto el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) utulice los datos proporcionados por los inmigrantres inscritos en los referidos programas federales.

El director principal de Política de Migración Internacional en el Centro de Estudios Migratorios de Nueva York y exdirector de política migratoria de la Conferencia de Obispos Católicos en Estados Unidos, J. Kevin Appleby dijo a la fuente que “En el pasado, ha habido un cortafuegos entre aquellos que podrían haber proporcionado información debido a un beneficio que estaban buscando, y esa información que se utiliza con fines de aplicación”. Pero esta vez, sostuvo Appleby, “todas las apuestas están abiertas. Ellos tendrán acceso a esa información, por lo que podrían usarla para rastrear a posibles beneficiarios”.

The Tennessean afirma que “La política federal, estatal e incluso municipal superará los mejores esfuerzos de las iglesias para apoyar y tal vez incluso proteger las inmigraciones”. Sin embargo, el gobernador republicano de Tennessee, Bill Lee ha expresado su voluntad de ayudar a las acciones entrantes de la administración Trump sobre la inmigración. Le siguen casi todos los gobernadores republicanos y muchos alcaldes.

Lo mismo ha hecho el alcalde de Nueva York, Eric Adams, quien ha declarado que aunque Nueva York es una ciudad santuario apoyará las políticas de Tom Homan, el llamado ‘zar fronterizo’ y elegido para comandar el DHS. Él es el arquitecto de la separación de familias en la frontera, y ha dicho que para ya no seguir separándolas deportará o todos los miembros juntos de una familia, aunque éstas pueden ser familias de estatus mixto.

Una encuesta de más de 120 mil votantes en las elecciones pasadas, realizada por Prensa Asociada VoteCast (AP), halló que “Más de 4 de cada 10 votantes dijeron que la mayoría de los inmigrantes que se encuentran ilegalmente en Estados Unidos deberían ser deportados al país de origen”.

Pero más de la mitad de esos votantes habrían dicho también que a la mayoría de los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos “se les debería ofrecer la oportunidad de solicitar el estatus legal”, por debajo de alrededor de 7 de cada 10 que habrían dicho esto en 2020.