Votante cuenta cómo vivió el histórico primer día de votación temprana en Texas
Crecí en casa con un dicho popular: “A tomar el toro por los cuernos”. Soy la quinta de cinco hermanas y mi mamá siempre nos infundió enfrentarnos a una situación complicada con decisión. Por ello, a sabiendas de la importancia de estas elecciones, que han marcado un precedente histórico, sentí a nivel personal y profesional un mayor compromiso para salir a ejercer mi deber cívico.
Para darle voz a aquellos como mi hija de siete años, por aquellas historias de migrantes indocumentados que me han permitido contarlas, por mi… como mujer, por la periodista que soy y cuya profesión se ha visto amedrentada. Algo dentro de mí sabía que el 13 de octubre, primer día de votación anticipada tenía que votar a toda costa, e incluso mandé a hacer una playera promoviendo el voto, misma que porté el pasado martes con mi hija en mano, para enseñarle a mi pequeña la importancia del voto.
Al llegar al precinto electoral en el Condado Fort Bend en Texas, cerca de las 4 de la tarde, a simple vista era evidente que la fila sobrepasaba poco más de 100 votantes y sólo por fuera. De inmediato pregunté a quienes salían, cuánto tiempo les había tomado votar yrespondieron, “poco más de dos horas”. Me quedé ahí, pues para mí era importante participar el primer día, así me tomara tres o siete horas.
Durante mi estancia de 2 horas 47 minutos en la fila, pude palpar el entusiasmo de los presentes, fuesen demócratas o republicanos. Y emanaba un ambiente de cambio entre los votantes, muchos de ellos jóvenes e hispanos, afroamericanos y asiáticos —múltiples minorías. Personas mayores, mujeres con niños de la mano, sobre todo muchas mujeres…eso me alegró.
Todos teníamos un común denominador: las ganas de ejercer nuestro derecho al voto aun portando un cubre bocas debido a la pandemia. Y pese a que no hubo espacio para llevar a cabo el distanciamiento social adecuado, sí hubo lugar para entrar en debate con un ‘trumpista’.
Este debatía conmigo que el presidente podía ser ofensivo por el simple hecho de ser presidente. La discusión se originó luego de que el hombre se quejara de un recorte que alguien había colocado a más de 100 pies del precinto electoral con frases ofensivas, que por cierto el mismo Trump ha pronunciado durante su mandato.
El hombre alegaba que el hecho era ofensivo e ilegal, lo cual me causó risa, ya que el hecho era meramente sarcástico —definitivamente estuve de acuerdo con él en que era ofensivo, pero no por el recorte, por el hecho que el mandatario ha pronunciado esas ofensas contra mujeres, migrantes y personas discapacitadas.
El ‘trumpista’ un hombre blanco entre los 60 años de edad me llamó ‘mentirosa e ilegal’, añadiendo que debía estar agradecida de vivir en este país —y lo estoy, por ello no dejo pasar por alto mi derecho al voto-, pero su agresión me dio más fuerza a permanecer formada y votar.
Aún tomada de la mano de mi hija, le dije: lo que acabas de presenciar es una lección que “hay que tomar al toro por los cuernos”. Nunca te quedes callada, tendrás que defenderte de muchos “bullies”… en ocasiones serán hombres como el de enfrente y en otras circunstancias, pero siempre enfrenta la situación con decisión. Luego le mostré la imagen de la estatua en Nueva York de “La Niña Valiente”, que refleja empoderamiento. El mismo poder que reflejamos todos los que votamos en Texas el 13 de octubre y que se han ido sumando día tras día en una avalancha histórica con la esperanza de cambiar el rumbo del país.
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