Veteranos que vuelven de la guerra propensos al abuso de sustancias
Uno de los locales de Alcóholicos Anónimos en San Francisco, California. La AA es su simbolo.Foto: Miguel Guerrero.
En Estados Unidos los militares veteranos que vuelven de la guerra suelen enfrentar con frecuencia serios problemas de salud mental y lesiones cerebrales. En 2014 un estudio hallaba que uno de cada cuatro veteranos cumplía con los criterios para un diagnóstico de problema de salud mental; y que uno de cada 10 luchaba contra múltiples afecciones.
En esta edición del Día de los Caídos y Mes de la Concienciación sobre la Salud Mental, soldados exadictos que volvieron de la guerra y científicos expertos en la salud y los problemas de salud mental de muchos militares veteranos, analizan aquí las tendencias y razones por las que en su opinión se detona el abuso de sustancias.
La Dra. Nancy Diazgranados, Directora Clínica Adjunta, del Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo-NIAAA, del Instituto Nacional de la Salud, NIH, en Bethesda, Maryland, dijo a Chelis López, conductora de Línea Abierta, que hay tratamientos disponibles, incluido el uso de terapias asistidas con sustancias psicotrópicas y prácticas de curación y medicina tradicionales. E indica una de varias razones por las que muchos se inclinan por el consumo y abuso del alcohol:
“Usualmente cuando uno entra al servicio militar es gente muy joven, donde tomar es parte de la cultura social. Es una cultura de tomar muy parecida a la que hay en las universidades de Estados Unidos, donde se toma de forma excesiva… y eso puede predisponerlos para un futuro comportamiento, especialmente si han tenido un evento traumático”.
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Daniel ‘Nané’ Alejandrez, Director Ejecutivo de Barrios Unidos de Santa Cruz, California, y quién dejó la droga hace 39 años y él mismo fue militar enviado a Vietnám sin conocer nada sobre ese país ni odiar a nadie para ir a matarlo, dijo a López por qué la falta de respuesta del gobierno a sus necesidades los frustra y los deja decepcionados.
“Cuando llegamos aquí de regreso de la guerra no nos ayudaron, no nos recibieron con fila, ni nada; como si no hubiéramos ido al servicio… especialmente al latino y al africano… yo busqué tratamiento ahí en Fresno, en 1975, y me trataron muy mal; me faltaron al respeto, y me salí… duré años, antes de pedir ayuda… las cosas han cambiado, ahora sí hay ayuda… la cosa es no saber a quién pedírsela”.
El miedo o estigma a aceptar que necesita ayuda de salud mental, induce al veterano al alcohol, que por unas horas alivia el estrés, la angustia, pero luego sale peor y la crisis se agrava.
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Por su aprte el Dr. Juan García, Director Ejecutivo del Instituto de Soluciones Comunitarias Integrales, de Fresno, es hijo de una familia de veteranos; su padre y sus dos tíos. Pero veteranos de la Segunda Guerra Mundial. Él dijo a Chelis López creer saber qué es lo que detona una crisis de abuso de sustancias entre los veternanos, que ya regresan de las guerras con este tipo de problemas mentales, y recuerda lo que pasaba a su papá cuando volvió del frente de batalla.
“Mi papá, cuando pasaba un aeroplano por encima de la casa se tiraba abajo de la mesa, porque tenía miedo de que iban a bombardear”, afirma el Dr. García. “Yo alcancé de niño a ver eso”.
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Para el galeno, el contexto social o las circunstancias en que vive durante el crecimiento o desarrollo una persona, determina también la tendencia al alcoholismo que eventualmente se pueda tener. “Si se vive en un ambiente de pobreza, falta de trabajo, falta de ingresos, de economía, niños que los abusan, física, sexualmente, con padres en la prisión, la inclinación al abuso de sustancias va a ser mayor.
“Yo miré a muchos regresar de Vietnám, adictos a la heroína, adictos al alcohol… eso era lo que usaban para curararse del trauma”.
–Díganos Dr. García, cuando estos veteranos se convencen por fin de pedir ayuda, ¿qué problemas enfrentan? -pregunta López.
“El lugar. Aquí tenemos varios lugares en Fresno, pero siempre están muy lejos. Y uego la transportación; y luego llegando al hospital, que no hay doctores que puedan hablar tu idioma, o quizás si lo hablen pero no entenden la cutrua; no entienden los valores de la familia… Pero sí se puede encontrar ayuda… sólo que hay mucho papeleo, mucha administración para poder agarrar esa ayuda”.
Con todo, el Dr. García señala una larga lista de cosas, terapias que pueden tomarse para combatir la adicción a las sustancias y para evitar sobredosis. Y señala que no necesariamente se tiene que acudir a un terapeuta profesional si no se puede, sino a un consejero espiritual que esté al alcance , alguien con quién desahogarse y que lo escuche.
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