Un vistazo a los niveles de agua del Colorado para 7 estados y 40 millones de personas
Marco Vinicio González
A pesar de los más de tres pies de nieve que cayeron recientemente en las Montañas Centrales y que destilaron al Río Clorado en ese estado, continúan las aprensiones sobre el futuro del río, para encontrar un salvavidas a más de 40 millones de personas que dependen del agua de ese gran y vital afluente para sus labores domésticas, agrícolas, etcétera, en siete estados de la cuenca y México.
Los siete representantes estatales que participaron en las más reciente reunión anual de la Asociación de Usuarios de Agua del Río Colorado (CRWUA), dejaron saber lo que quieren que se aborde en futuros acuerdos entre estados, tribus, el gobierno federal y el de México.
CRWUA es organización no partidista ni lucrativa formada por casi 1000 miembros de todas las cuencas superiores (Colorado, Nuevo México, Utah y Wyoming) e inferiores (Arizona, California y Nevada), que sirve como un foro anual para discutir abiertamente temas importantes del río, y “para intercambiar ideas y perspectivas sobre el uso y la gestión del agua del Colorado, con la intención de desarrollar y defender objetivos, iniciativas y soluciones comunes”.
En la más reciente reporte anual, sus organizadores afirmaron que está en juego el futuro del río Colorado a largo plazo, a pesar de que se ha evitado la crisis a corto plazo; pero las conversaciones de los estados sobre las soluciones a largo plazo serán una “montaña rusa”.
En la referida reunión anual, la Comisionada de Colorado, Rebecca Mitchell expresó los sentimientos de su estado sobre los acuerdos que fueran a salir de las negociaciones, señalando que “No aceptarán un estatus quo”. Y John Entsminger, Comisionado de Nevada, dijo que “cada estado, cada usuario de agua debe estar dispuesto a comprometerse”.
En 2023 el río Colorado experimentó una mejora significativa en el sistema debido a “una hidrología superior a la media y a los esfuerzos de conservación en curso”, dicen los organizadores de CRWUA.
En tanto, el volumen de liberación anual de la presa Glen Canyon, originalmente fijado en 7.0 millones de acres-pies (maf) para el año hidrológico 2023, “permitió que aumentaran los flujos aguas abajo a aproximadamente 8.58 maf desde el lago Powell hasta el lago Mead, cuya liberación de agua proyectada en 2023 fue “la más baja en 30 años, o aproximadamente 1.5 millones de pies cúbicos de agua menos que en un año normal promedio”.
Los extensos esfuerzos de conservación en curso en los estados de la cuenca baja “financiados en parte por la histórica agenda de Inversión en Estados Unidos del presidente Biden”, posibilitó las entradas por encima de lo normal en la cuenca baja debajo de la presa Hoover y la conservación en México”.
Con todo, la capa de nieve récord en la cuenca superior y los referidos esfuerzos de conservación en la cuenca baja brindaron la oportunidad de ayudar a reponer a corto plazo los lagos Powell y Mead; pero la cuenca todavía está experimentando condiciones de sequía severa y estos dos embalses, los más grandes del sistema, permanecen en niveles históricamente bajos.
Para gestionar estos embalses “a niveles históricamente bajos” y anticiparse a futuras condiciones de sequía, la Oficina de Reclamaciones (Reclamation Buro) ha comenzado el proceso de desarrollo de directrices a corto y largo plazo.
La Declaración de Impacto Ambiental Suplementaria (SEIS) de las Directrices Provisionales de 2007 abordará las operaciones a corto plazo, mientras que las directrices a largo plazo se están elaborando en el marco del proceso posterior a 2026.