COPY Tratamiento, no represión a víctimas de sobredosis de opioides

Estados Unidos enfrenta un alarmante problema de muerte en su población por abuso sustancias. El Centro para Protección y Prevención de las Enfermedades, los CDC sostienen que más de 110 mil personas murieron nada más en 2023, de las 92 mil que murieron en 2020, por muertes relacionadas con el consumo de opioides, mayormente sintéticos y en dosis no señaladas de fentanilo que resultan fatales para muchos de sus consumidores.

Alrededor de una tercera parte de estos occisos en 2023 han sido latinos, con un problema adicional, la inequidad. Las disparidades se amplían desde las condiciones en los lugares donde viven, trabajan y juegan. Por ejemplo, una mayor brecha de ingresos entre ricos y pobres resultó ese año en mayores tasas de muerte por sobredosis. El año pasado recibieron menos tratamiento en donde viven, en comparación con los blancos.

A raíz de la Semana Nacional de Información sobre Alcoholismo y Drogas, Línea Abierta se pospuso esta vez poner los reflectores en la necesidad de desmitificar lo que comúnmente se cree acerca del abuso o la adicción. Para ello, la Coordinadora de Políticas de la Oficina de Drug Policy Alliance en California, e invitada del programa, Norma Palacios abordó el tema.

Entre otras cosas señaló que la prohibición y la represión como políticas para atacar el Problem de las muertes por sobredosis de opioides, particularmente entre los jóvenes, es una política fallida y contraproducente . Y señaló que es mejor atender “el riesgo de sobredosis, el estigma de recibir tratamientos a base de medicamentos. Ella misma aboga por un enfoque de salud de las drogas.

La conductora de Línea Abierta, Chelis López platicó con Palacios sobre estas políticas del gobierno. La experta sostiene que durante 50 años el gobierno ha respondido al tema de las drogas de manera represiva e ineficiente.

“Estas 110 mil vidas perdidas, afectaron también a familiares, seres queridos y amigos… se pudieron evitar”.

López habló también del estigma que tiene para muchos latinos saberse bajo tratamiento con medicamentos, y también del valor de ciertos antídotos como la naloxona, un medicamento que puede revertir temporalmente los efectos de una sobredosis, conocido también como Narcan.

“El principal efecto en la comunidad es la pérdida de vidas. Y eso se debe a la falta de servicios adecuados, para prevenir la sobredosis. Los arrestos y el encarcelamiento, aún por ofensas menores, relacionadas con drogas, ha resultado en un desperdicio de recursos”.

Y sostuvo que es necesario orientar las políticas del gobierno hacia el tratamiento de los usuarios que incurren en sobredosis.

“El costo para dar tratamiento de metadona a una persona durante un año, un tratamiento para tratar el uso de opioides, es aproximadamente de seis mil dólares. Y en California, por ejemplo, el costo de poner a una persona en prisión por el mismo periodo de tiempo es de 106 mil dólares”.

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Los programas que propone la CDC son extremadamente efectivos, continúa Palacios.

“Las personas que tienen acceso a ese tipo de programas, tiene cinco veces más probabilidades de ingresar a un tratamiento, y tres veces más de dejar de usar estas sustancias”.

Los programas de prevención de sobredosis, conocidos también como las Salas de Consumo Supervisado, han estado operando por más de 35 años, afirma Palacios. “Hay 200 salas en todo el mundo, incluidas dos en Nueva York y una en Mexicali”, Baja California, México.

Estos programas les ayudan a las personas a sobreponerse a la adicción y a combatir el estigma y la discriminación. Pero advierte:

“Es importante saber que no todas las personas que usan substancias psicoactivas van a desarrollar un problema; sólo hay un pequeño porcentaje que va a necesitar tratamiento. Para esas personas hay que asegurar el acceso directo a los tratamientos”.

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