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Tres conclusiones sobre la derrota de Kamala Harris

Por Gonzalo Santos / Profesor emérito de la Universidad Estatal de California
Publicado 11 noviembre, 2024

A continuación, tres hechos incontrovertibles que explican la convincente victoria de Trump y la espantosa derrota de Harris:

1. En la parte inferior de la infografía (de arriba), he incluido el total de votos para Harris en 2024 frente a los de Biden en 2020. ¡Muestra que Biden SUPERÓ a Harris por la friolera de 11 millones de votos! Trump, por su parte, se aferró a su recuento total de 74 millones en 2020, repitiendo esta misma cantidad de los votos que obtuvo en 2024.

Esto sólo significa que las personas ADICIONALES que se ausentaron de estas elecciones, en comparación con 2020, vinieron EN SU MAYORÍA DEL LADO DEMÓCRATA.

2. La MAYORÍA de las MUJERES BLANCAS TRAICIONARON, una vez más, el intento de su hermana Kamala Harris de romper finalmente el techo de cristal presidencial, algo que también le hicieron a Hillary Clinton en 2020. (Es cierto que las mujeres blancas con educación universitaria se pusieron del lado de Harris, pero la cohorte mucho más grande de mujeres blancas sin educación universitaria votó abrumadoramente por Trump).

Esas mujeres blancas, sin embargo, que votaron por Trump en grandes cantidades de nuevo, lo hicieron A PESAR de su responsabilidad declarada y directa por haber llenado la Corte Suprema con fanáticos teocráticos que anularon Roe y revirtieron el medio siglo de mujeres que tenían los derechos constitucionales a un aborto legal y seguro y otros derechos reproductivos y de salud.

3. LA MAYORÍA de los HOMBRES LATINOS traicionaron, por primera vez desde la década de 1950, a sus comunidades de inmigrantes de latinos que no tienen ‘papeles’ y no pudieron votar en esta ni en ninguna otra elección.

Votaron por Trump A PESAR de su retórica ubicua, difamatoria, racista/nazi con respecto a los inmigrantes y sus incesantes promesas de campaña de que lanzará la mayor campaña de deportación contra TODOS los inmigrantes indocumentados o temporalmente legales (Dreamers, TPSers); y abolirá los derechos de asilo, cerrará la frontera y arrojará a los solicitantes de asilo a México. ¡Y despojará de la ciudadanía estadunidense a los hijos de padres indocumentados nacidos en Estados Unidos!

Mucho análisis espera para explicar correctamente estos hechos sombríos. Adopto una visión más amplia que el actual episodio de los Juegos del Duopolio -que no se volvió caótico y violento porque ganara el bando fascista-, a saber: la creciente crisis de legitimidad y funcionalidad del modo de gobierno del duopolio en Estados Unidos, controlados por los plutocráticos; especialmente en la era del agudo declive de la hegemonía global de Estados Unidos y la crisis estructural del sistema-mundo capitalista moderno. Pero eso es para otra ocasión.

Por ahora, la conclusión ineludible es que, por un lado, la administración Biden/Harris y sus campañas presidenciales DESANIMARON a grandes porciones de su base de clase trabajadora (si no, a sus estratos liberales de clase profesional), que se ausentaron de las elecciones de 2024 en grandes cantidades; mientras que, por otro lado, Trump ENCENDIÓ y dejó a su base prácticamente intacta, mientras que sorprendentemente aseguró el apoyo de dos grupos que él y su rabiosa misogenia, y el partido xenófobo había atacado; especialmente a las mujeres blancas de clase trabajadora no universitaria, y a los hombres latinos.

En conjunto, estos hechos ahora incontrovertibles describen -si no explican- la medida de la calamidad que se abatió sobre esta república: la elección deliberada por parte de una clara mayoría del pueblo estadunidense, de un fascista declarado al poder, que prometía implementar un programa populista falso y despiadado en nombre de los sectores socialmente más reaccionarios de la plutocracia estadunidense: los nacionalistas económicos,  los supremacistas blancos, los multimillonarios fanáticos religiosos, etc.

Explicar por qué y actuar en consecuencia se convierte en nuestro mayor y más urgente reto político e intelectual.

¡Ocúpate de ello, gente!

 

Gonzalo Santos es Profesor emérito de la Universidad Estatal de California.

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