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Trabajadores comunitarios persuaden a inmigrantes mayores de obtener cobertura de salud

Por Radio Bilingue
Publicado 27 febrero, 2023

Bertha Embriz solicitó Medi-Cal medio año después de que el estado expandiera la elegibilidad de su programa Medicaid a personas, como ella, que tienen 50 años o más y no tienen residencia legal. Está deseando que le arreglen una muela rota. FOTO: Ximena Natera para El Tímpano.

Por Claudia Boyd-Barrett                                                                                                         California Health Report, Oakland, CA

Durante tres años, Bertha Embriz, de San Francisco, ha vivido sin seguro de salud, salteándose chequeos anuales, y ahora tratando de no masticar de un lado para evitar el dolor de una muela rota. Como inmigrante sin estatus legal, la cuidadora de 58 años, no remunerada, sabía que el programa de Medicaid de California no era para ella.

Pero eso cambió en mayo, cuando California amplió Medi-Cal, su programa de Medicaid para personas de bajos ingresos, a adultos de 50 años en adelante, independientemente de su estatus migratorio. El problema fue que Embriz no se dio cuenta que podía ser elegible hasta que fue a una reunión comunitaria en San Francisco.

“Escuché que estaban dando Medi-Cal a las personas mayores de 50 años, pero no sabía que no tenías que estar” en el país legalmente, dijo Embriz, quien está esperando que se procese su solicitud. “Gracias a Dios no he tenido emergencias”.

Hasta octubre, el mes más reciente para el que hay disponibles datos, más de 300 mil adultos mayores inmigrantes que no tienen residencia legal se habían inscrito en el Medi-Cal completo, un 30 por ciento más que la proyección original del estado.

Funcionarios estatales de salud, que habían basado su estimación en el número de personas inscritas en una forma limitada de Medi-Cal que cubre sólo servicios médicos de emergencia, no saben cuántos californianos mayores adicionales son elegibles, dijo Tony Cava, vocero del Departamento de Servicios de Atención Médica del Estado.

Ahora, algunos condados han contratado a un pequeño ejército de trabajadores comunitarios y educadores de salud para inscribir a tantos adultos mayores inmigrantes como sea posible. Estos trabajadores visitan centros para personas mayores, iglesias, clases de inglés, oficinas de Inmigración, mercados y eventos comunitarios, con la esperanza de encontrar a personas como Embriz, que no estén enteradas de su nueva elegibilidad.

En el condado de Alameda, Juan Ventanilla, experto en el programa Medi-Cal, dijo que la agencia de servicios sociales está utilizando subvenciones estatales existentes para asociarse con ocho organizaciones comunitarias establecidas para ayudar a correr la voz sobre la expansión, y a las personas a inscribirse.

Dijo que los trabajadores se especializan en “ayudar a los más vulnerables del condado a obtener acceso a atención médica”.

Un mural en el distrito Fruitvale de Oakland, California, un área predominantemente hispana donde los trabajadores de salud bilingües han estado tratando de encontrar inmigrantes mayores sin residencia legal para inscribirse en Medi-Cal. FOTO: Ximena Natera para El Tímpano.

Entre ellos están Ana Hernández y Bertha Ortega, de Casa Che, un centro de educación de salud comunitaria en el vecindario Fruitvale de Oakland, operado por La Clínica de la Raza.

Hernández y Ortega dijeron que la mayoría de las personas que conocen están ansiosas por inscribirse en Medi-Cal, pero no saben por dónde empezar. Muchas no hablan inglés, tienen una alfabetización limitada, y luchan por usar o acceder a una computadora. Los formularios están disponibles en 12 idiomas, pero los usuarios pueden no encontrar su idioma, como la lengua maya indígena Mam.

“El sistema parece amigable si tienes mucha experiencia usando una computadora”, dijo Ortega, pero ese no es el caso para la mayoría de los adultos mayores a los que ayuda. “Vienen aquí y tenemos que arreglar todo”.

Los californianos sin estatus legal constituyen la mayor parte de los residentes sin seguro del estado, un estimado de 3 millones, según el UC Berkeley Labor Center.

Para que muchos de ellos obtengan cobertura, los legisladores estatales han expandido Medi-Cal a los inmigrantes que viven en California ‘sin papeles’, implementando la cobertura en etapas: primero, a los niños en 2016; en 2020 a los adultos jóvenes de hasta 26 años, y a personas mayores el año pasado.

El próximo año, la cobertura completa de Medi-Cal estará disponible para todos los californianos que califiquen, independientemente de su edad o estatus migratorio. Cuando esto suceda, se espera que se inscriban cerca de 700 mil personas adicionales de 26 a 49 años de edad, que no son ciudadanas, según la oficina del gobernador Gavin Newsom.

Entre todos los cambios, el de la expansión del programa a los adultos mayores puede haber sido el más trascendental. No sólo tienden a necesitar más atención, sino que también es más probable que tengan afecciones crónicas como hipertensión y diabetes.

Muchos no buscan atención médica o servicios sociales de manera regular, una tendencia que aumentó con la pandemia.

La educadora de salud Ana Hernández (izquierda) trabaja con María Esther Jiménez, una clienta, en el Centro para Personas Mayores de Fruitvale-San Antonio en Oakland, California. Hernández, quien trabaja para La Clínica de la Raza, se detiene con frecuencia en el centro para personas mayores para ayudar a las personas a inscribirse en Medi-Cal, el programa de Medicaid del estado. FOTO: Claudia Boyd-Barrett para California Health Report)

California será el primer estado en expandir la cobertura de Medicaid a todos los inmigrantes. Illinois y Oregon también han ampliado la cobertura financiada por el estado a los adultos mayores inmigrantes, y Nueva York planea hacerlo en 2024.

A pesar de que Medicaid es un programa conjunto federal-estatal, en el caso de las personas sin estatus legal, el gobierno federal interviene sólo para cobertura relacionada con emergencias y con el embarazo. Esto significa que los contribuyentes de California pagan la mayor parte del costo de proporcionar cobertura, estimada en 878 millones de dólares para personas mayores inmigrantes el primer año, según funcionarios de presupuesto estatales.

Cuando se lanzó en mayo la expansión para las personas mayores, las de 50 años en adelante que ya estaban inscritas en la forma limitada de Medi-Cal fueron transferidas automáticamente a la versión completa, que ofrece tratamientos médicos, dentales, de visión, y cuidado de largo plazo sin costo para la mayoría de los afiliados.

Algunos condados del área de La Bahía, incluidos Alameda, Contra Costa y San Francisco, estuvieron en ventaja para identificar a las personas elegibles porque administran programas de atención médica para residentes sin estatus legal.

En los últimos meses, defensores de salud de la comunidad se han concentrado en encontrar personas mayores elegibles que aún no hayan escuchado sobre la expansión. Algunos han aparecido en los programas locales de noticias de televisión y radio para hacer correr la voz.

“Sabemos que hay más que son elegibles pero que no están inscritos, dijo Seciah Aquino, directora ejecutiva interina de Latino Coalition for a Healthy California. “Estamos trabajando para asegurarnos de que los números puedan continuar creciendo y que todos los que ahora tienen el privilegio de acceder a este beneficio puedan inscribirse”.

Un estudio de grupo focal el verano pasado, financiado por la California Health Care Foundation, encontró que aproximadamente la mitad de los encuestados hispanos no habían escuchado sobre el cambio. Una proporción aún menor de asiáticos mayores inmigrantes lo sabía. Los asiáticos constituyen el segundo grupo más grande de inmigrantes de California después de los hispanos, que representan casi el 40% de los inmigrantes del estado. (California Healthline es un servicio editorialmente independiente de la California Health Care Foundation).

Algunas de las personas que permanecen sin inscribirse son difíciles de persuadir porque temen revelar su estatus migratorio a un programa gubernamental, informan los trabajadores de salud comunitarios. Los que solicitan Medi-Cal deben divulgar su estatus en la solicitud, pero los funcionarios estatales dicen que la ley exige que la información se mantenga privada, y no se comparta con las autoridades de Inmigración.
Esas garantías a menudo se reciben con escepticismo.

Bertha Embriz mira una agenda dentro de su casa en el barrio Excelsior de San Francisco. Ella es una cuidadora no remunerada de su anciana madre. Hasta hace poco tiempo había estado renunciando a la atención médica por no tener cobertura médica. Foto: Ximena Natera para El Tímpano.

Muchos adultos mayores elegibles señalan la política de “carga pública” de la administración Trump, que hizo que la inscripción en Medicaid fuera una razón posible para denegar la residencia legal en el país. Aunque esa política fue revocada en diciembre, el temor persiste.

Embriz, que tuvo la cobertura limitada de Medi-Cal durante muchos años, dijo que la dejó en 2020 debido a la política de carga pública. No quería que su inscripción en Medi-Cal arruinara sus posibilidades de obtener una tarjeta verde. Pero una vez que supo que registrarse no afectaría su solicitud de residencia permanente, estuvo de acuerdo.
“Haría una gran diferencia”, dijo Embriz acerca de obtener chequeos de rutina nuevamente. “Tengo muchas esperanzas”.

Para algunos inmigrantes mayores que se han inscrito, la capacidad de obtener cobertura total ha sido un regalo del cielo. Maria Rodríguez, de 56 años, de Hayward, aprendió en septiembre que era elegible mientras visitaba el Tiburcio Vásquez Health Center, una clínica local que atiende a pacientes sin seguro. Una trabajadora social la ayudó a completar la solicitud en línea después que un médico la diagnosticara con hipertensión y diabetes.

“Es como si Medi-Cal cayera del cielo”, dijo Rodríguez. “Es muy beneficioso para mi salud”.

Los residentes de California de bajos ingresos, y de 50 años en adelante, pueden solicitar todos los beneficios de Medi-Cal, sin importar su estatus migratorio. Estas son algunas formas de aplicar:

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