Tom Homan, Stephen Miller y Kristi Neom amenaza a la migración
La designación que hiciera este lunes Donald Trump del personaje de línea dura, Stephen Miller como su próximo jefe de gabinete adjunto en la Casa Blanca, envía un sombrío mensaje a la inmigración; principalmente a los programas de libertad condicional conocidos como parole, dice el Foro Nacional de Inmigración (NIF) en su compilación habitual de artículos periodísticos.
Miller, un sombrío personaje de línea dura en inmigración es un vocal opositor a las vías legales que ofrece la administración Biden para ciertos inmigrantes indocuementados, comenzando específicamente con los programas de libertad condicional o parole.
El Miami Herald por ejemplo, señala que algunos programas de la administración Biden para contener a los migrantes, “ayudaron a persuadir a México para que aceptara a 30 mil deportados al mes”; pero hora con Trump, sin dichas políticas de Biden, “el entendimiento diplomático podría desintegrarse”.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) había anunciado el año pasado que México aceptó recibir a los nacionales de Cuba, Nicaragua, Haití y Venezuela, luego de ser deportados; y ahora habrá que saber si permanece la disponibilidad de dichos acuerdos legales.
En este rubro, el presidente electo eligió ya a la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem para dirigir el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), como premio a la lealtad que Noem ha profesado a Trump “elevando a un leal”.
Noem acompañará ahora a Tom Homan, también recién nominado como el “Zar Fronterizo”, un personaje que en la pasada administración de Trump demostró con creces ser antinmigrante, “de hueso colorado’, a quien se le liga a la política que separó miles de familias, de las que por cierto registros del gobierno y de organizaciones señalan que todavía 998 familias siguen separadas.
Y luego de que en los últimos dos años el gobierno de Biden lograra la reunificación de 600 familias con sus hijos que les fueron prácticamente arrebatados de los brazos durante el gobierno de Trump en la frontera, unas 148 familias migrantes están en proceso de ser reunificadas en Estados Unidos.
En sus comunicados diarios NIF selecciona un reporte de un equipo de CNN que describe “cuatro formas en que la deportación masiva probablemente afectaría la economía, incluidos precios más altos, salarios más bajos y un mercado laboral lento”.
Y es que el presidente electo debe su regreso a la Casa Blanca en gran medida a las preocupaciones de los votantes por el aumento del precio de todo; “desde la gasolina y la vivienda hasta el café y los bagels”. Sin embargo, para Veronika Dólar, profesora de economía de la Universidad Peace, “potencialmente las políticas de inmigración de Trump aumentarían la inflación”, declaró la periodista a The Conversation.
Además, apunta NIF, “los sistemas alimentarios de California podrían verse interrumpidos sin la mano de obra migrante”, dice The Guardian.
Para muchos es ahora de comenzar la planificación, aún si el futuro aparece incierto, informa un equipo de CNN. Y Priscilla Rice, que escribe para KERA, sostiene que las comunidades de inmigrantes del norte de Texas deben aguzar “el sentido de urgencia” ante la segunda presidencia de Trump.
Entre tanto, economistas advierten que las políticas propuestas por Trump sobre aranceles, inmigración e impuestos, pueden hacer más por exacerbar la inflación que por frenarla.
Foto: Gage Skidmore/Flickr