Titulares de agencias y secretarías incómodos con Musk

Líderes de agencias federales designados por el presidente Trump instaron a decenas de miles de empleados que han sido destituidos de sus puestos, a desacatar la orden de Elon Musk, que dirige la agencia creada  para eficientar al gobierno, DOGE.

Las decenas de miles de de despidos han recaído principalmente en agencias de inteligencia nacional, aunque también incluyen a trabajadores del Servicio de Rentas Internas, IRS, la Administración Federal de Aviación, FAA, la de Seguridad en el Transporte, TSA, y la Agencia para el Desarrollo Internacional, USAID, entre otros.

De hecho, esta semana más agencias federales informaron despidos de la fuerza laboral federal de la administración Trump . Y aunque no hay un recuento oficial de cuántos trabajadores han sido despedidos, cifras modestas estiman por ejemplo estos despidos en 20 mil trabajadores, pero la cifra podría superar los 100 mil, informó USA TODAY en su oportunidad.

Se sabe que aproximadamente 75 mil empleados federales aceptaron adquisiciones antes de que llegaran las noticias de los despidos. Comenzando con los trabajadores en su período de prueba, sin capacidad de apelar su despido.

Pero el llamado al desacato de la orden de despidos contrarresta la orden de un gran sector del gobierno dominado por el hombre más rico del mundo para hacer cambios drásticos en la estructura laboral de la burocracia federal, dicen algunos, al que Trump ha conferido amplia autoridad. El desafío, afirman otros, es una suerte de prueba a los verdaderos límites del poder político de Musk.

La directiva resonó en todos los rincones del gobierno federal. Los funcionarios de agencias, como el FBI, la oficina que coordina las agencias de inteligencia, y los Departamentos de Defensa, de Estado, Energía, Salud y Servicios Humanos, y de Seguridad Nacional, dijeron a sus empleados que ignoraran la orden de DOGE.

La orden de Musk por correo electrónico llegó incluso a las bandejas de entrada de los jueces federales en funciones, quiene pertenecen al poder judicial y no al ejecutivo, que de inmediato respondieron: “La oficina administrativa de los tribunales federales informó a los jueces y al personal que “este correo electrónico no se originó en el poder judicial ni en la oficina administrativa, y sugerimos que no se tome ninguna medida” al respecto, reportó por su parte The New York Times.

La fuente señala que “la reacción pública refleja un creciente malestar -y, en algunos casos, alarma- tras bambalinas en toda la administración Trump sobre la percepción del poder descontrolado de Musk”.

En los últimos días hemos visto desfilar por la televisión a algunos secretarios del gabinete que comienzan a reflejar una velada fatiga ​​de “tener que justificar complejidades específicas de la política de la agencia”, DOGE, y de “tener que apresurarse para abordar controversias imprevistas que Musk ha encendido”.

El Times agrega que el representante republicano de Nueva York, Mike Lawler, “cuyo escaño puede estar entre los más disputados en 2026, planteó dudas sobre la orden de Musk, incluso cuando dio un apoyo más amplio al esfuerzo de reducción de costos” del magnate que recibe miles de billones de dólares en contratos privados con el gobierno federal.

Las afirmaciones de Lawler se hacen eco de una declaración similar, según la cual “decenas de millones de personas fallecidas podrían estar recibiendo pagos fraudulentos de la Seguridad Social”.

Pero un informe reciente del inspector general de la Administración del Seguro Social —que controla e investiga derroche, fraude y abuso en el gasto público declaró a la fuente que “casi ninguna de las personas en la base de datos de la agencia que probablemente habían muerto estaban recibiendo pagos”, como afirman Musk y la Oficina Oval.