¿Son masacres escolares de menores en Estados Unidos una nueva normalidad?
Marco Vinicio González
Hasta la noche del martes los muertos confirmados de la masacre –la segunda más letal del país- en una escuela primaria y secundaria en Uvalde, Texas, eran 19 menores, dos adultos docentes y el propio asesino, identificado como Salvador Ramos, de 18 años de edad y estudiante de una escuela preparatoria cercana, quien fue abatido por la policía.
Este nuevo tiroteo a menos de una semana de otra masacre cometida en Búfalo, Nueva York, que cobró la vida de al menos 10 personas, mayormente de la raza negra, ocurre casi una década después de que un hombre armado matara a 20 niños pequeños y seis adultos en la Escuela Primaria Sandy Hook, en Newtown, Connecticut, antes de quitarse la vida.
En tanto, el tiroteo de Uvalde supera la devastadora masacre de 2018 en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas, en Parkland, La Florida, donde murieron 17 personas. Y pareciera que estas masacres se convierten en la “nueva normalidad”, pues a partir de 1970 van ya 188 escolares asesinados, del kínder al 12vo grado en Estados Unidos, según datos compilados por el Centro de Posgrado de la Escuela Naval para Defensa y Seguridad Nacional.
Otra base de datos incluye cientos de ataques en escuelas primarias, secundarias y preparatorias, en las que los asaltantes abrieron fuego en el campus. Sin incluir a los pistoleros, al menos 200 personas habrían muerto en estos tiroteos escolares hasta el momento, dice la organización en su página web.
Críticos de la ausencia de leyes para regular la venta de armas de fuego, cada vez más letales incluso para la guerra, y este país hace las guerras fuera de sus fronteras, acusan al Senado estadunidense de oponerse a pasar regulaciones para el control de las armas. Porque, dicen, la Cámara de Representantes ha pasado leyes con este propósito, pero se atoran en la cámara alta donde los republicanos, comenzando con su líder, Mitch McConnell, simplemente las ponen a dormir ‘el sueño de los justos’.
Y es que muchos legisladores están en la nómina de las donaciones de campaña y obsequios de la Asociación Nacional del Rifle (NRA). En las elecciones de 2016, por ejemplo, la NRA gastó 11 millones 438 mil 118 dólares para apoyar la campaña de Donald Trump; y donó 19 millones 756 mil 346 dólares a grupos que se oponían a Hillary Clinton.
Aquí, un vistazo a los 10 principales destinatarios de las contribuciones de la NRA.
Pero a pesar de que la NRA favorece a miembros de ambos partidos, ‘la tajada del león’ se la lleva el Partido Republicano: de los 85 principales miembros del Congreso con la mayor cantidad de contribuciones de campaña, por parte de la NRA, 82 son republicanos, según una base de datos del Center for Responsive Politics.
Esta es ortra lista de los miembros del Congreso con la mayor cantidad de donaciones de la NRA:
Otros más, culpan a los supremacistas blancos re-energizados por Donald Trump, por su retórica de odio y racismo, aparentemente sólo superada por la de los gobernadores republicanos, como el texano Greg Abbott o el de La Florida, Ron DeSantis; así como las de los legisladores en campaña por la reelección o que buscan un puesto en el Congreso e impulsan la teoría del reemplazo para ganar votos en noviembre.
¿Son pues, las masacres escolares de menores en Estados Unidos un ‘destino manifiesto’? ¿Este último asesinato masivo de niños en Uvalde, detonará en el electorado estadunidense la furia e inteligencia suficientes para jalar a cuentas a quienes obstruyen las leyes de control en la venta de las armas de fuego?
Ya veremos■