¿Son las estufas de gas un peligro para la salud?
María de La Paz Padilla cocina para su esposo todos los días. Viven en una casita de dos cuartos, muy cerca de una autopista que tiene muy contaminada a esta pequeña ciudad latina del condado de Los Ángeles. La ama de casa de 53 años, nunca pensó que su estufa de gas podría estar agravando el asma que le regresó hace 10 años.
“Yo me cuidaba mucho de la contaminación que sale del 710 y mira ahora con la estufa…el enemigo peor está aquí en mi casa”
Y vivir con asma no es nada fácil.
“Tengo que usar mi inhalador cada 4 horas. Tomo una pastilla para la alergia en la mañana, y otra diferente en la noche porque ya una no me hace”
Pero además el hijo de María, ahora de 25 años, también sufrió de asma durante su niñez.
“Él cada mes estaba en el hospital con crisis. Era muy difícil. Y no sabíamos porque”
Estudios muestran que las estufas y hornos de gas natural despiden químicos tóxicos dentro de las casas, contribuyendo a enfermedades como asma, alergias, y los niños son muy susceptibles a padecerlas. En casos extremos esta contaminación aérea puede causar hasta cáncer.
Aunque estos hallazgos son cuestionados por la industria, alrededor de 40 millones de hogares en Estados Unidos usan una estufa de gas para preparar comida. Se calcula que anualmente se emiten 2.6 millones de toneladas de metano al aire.
Según un estudio publicado el año pasado, las estufas emiten pequeñas cantidades de gas todo el tiempo, incluso cuando están apagadas.
El doctor Eric Lebel es el autor principal del estudio:
“La concentración del químico benceno dentro de las casas, particularmente en las casas con cocinas pequeñas y pobre ventilación, los químicos puede alcanzar niveles comparables al humo de segunda mano”
Precisamente por eso en 2019 la ciudad de Berkeley, en la Bahía de San Francisco fue la primera del país en prohibir las conexiones de gas en la mayoría de las casas y edificios nuevos. Le siguieron otras ciudades de California como Santa Mónica y San Francisco. Recientemente la ciudad de Nueva York.
Pero no todos están de acuerdo. La Asociación de Restaurantes de California demandó a Berkeley alegando que los aparatos de gas natural son cruciales para sus negocios. El pasado abril, la ordenanza fue anulada por la Corte de Apelaciones del Novena Circuito. Hasta la fecha no han apelado la decisión.
Sin embargo, el gobierno federal ha tomado cartas en el asunto. La ley de ajuste a la inflación ofrecerá becas de hasta 840 dólares para cambiar estufas de gas por una eléctrica no contaminante.
Roberto Valencia, representa a la organización ambientalista Earth Justice.
“Se asignaron aproximadamente 240 millones de dólares a California para ayudar a las familias de bajos y moderados ingresos a comprar electrodomésticos de bajo consumo”
Aunque esos subsidios se ofrecerán hasta el próximo año.
Es importante que la comunidad entienda que estos beneficios pueden estar disponibles en un futuro, y que ellos pueden hacer ese cambio.
María está lista para cambiar su estufa de gas por una eléctrica, pero no tiene dinero. Mientras espera los subsidios ha tomado medidas para reducir la contaminación dentro de su hogar.
“El agua ya no la calentamos en la estufa, tenemos un jarrillita eléctrica. Supe que cocinando con las parrillas de atrás y tener la campana perdida se absorbe todos esos gases que están saliendo”
Estas precauciones las comparte con sus vecinos en su comedor que convirtió en sala de conferencias.
“Que sepan que hay modos de saber si no puedes hacer el cambio total, como de qué manera puedes minimizar el riesgo de seguir enfermándote”
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