Sólo dos buena noticias, aunque un par de golondrinas pueden no hacer verano

Marco Vinicio González

Donald Trump es ahora el primer presidente en la historia de Estados Unidos acusado de un caso criminal, por el fiscal federal Alvin Bragg, al entregarse este martes en la Corte del Distrito Sur de Manhattan, ser arrestado e imprimir sus huellas dactilares para el fichaje, aunque no fue esposado ni fotografiado.

Luego escuchó los 34 cargos sobre delitos graves que se le fincaron, acerca de falsificación de registros comerciales en primer grado, que sientan las bases para mentiras planificadas a las autoridades fiscales; y un pago para silenciar a una actriz prono a fin de no dañar su candidatura presidencial en 2016. Trump se declaró no culpable en todos cargos, y desapareció por la puerta de atrás, pero quedó asentado en los anales de la historia como el caso criminal 71543-23.

El juez Juan Manuel Merchan, mismo que enjuició a la organización Trump y a otros allegados criminales de Trump, citó al expresidente a comparecer el 4 de diciembre, y teóricamente un mes después arrancaría el juicio, aunque exfiscales de Manhattan y de otros distritos coinciden con analistas al señalar que antes habrá mociones y dilaciones, por lo que el juicio podría durar un año.

Entre tanto, un gran peligro fue desactivado en Wisconsin con la elección a la Corte Suprema de ese estado, de la jueza liberal demócrata, Janet Protasiewicz, quien se elevó con una victoria para los defensores del derecho al aborto y contra el gerrymandering, en el estado con la mayor manipulación de líneas distritales en favor de los republicanos.

Y es que el contendiente de la jueza Protasiewicz, Daniel Kelly, un juez de la extrema derecha que aspiraba presidir dicha Corte de Wisconsin, fue respaldado con fondos multimillonarios de los mayores donadores del Partido Republicano; es un negacionista defensor de Trump, que prometió respaldar la prohibición estatal del aborto y el uso de mapas legislativos manipulados.

Por el gran interés que abrigaba, esta contienda se convirtió en la más cara elección judicial en la historia de Estados Unidos, con un costo de más de 40 millones de dólares.

Y como las restricciones al aborto son muy severas, y Wisconsin es el estado con el peor  gerrymandering del país, según expertos, millones de dólares de otros estados llegaron a Wisconsin para respaldar a la jueza Protasiewicz, y una gran cantidad de grupos demócratas nacionales respaldaron su campaña.

Durante los últimos doce años el juez Kelly ha respaldo importantes casos para los republicanos de Wisconsin, como el haber certificado tempranas reformas constitucionales del gobernador Scott Walker, incluida la Ley 10 que destruyó los sindicatos de empleados públicos, así como restricciones a la votación, el requisito para los votantes de una identificación emitida por el estado y la reducción de urnas, días y horarios de votación.

En 2020, la Corte Suprema de Wisconsin fue la única en el país que accedió a escuchar el desafío del entonces presidente Trump a las elecciones presidenciales, acusándolas con la gran mentira del fraude. Como se recordará, Trump trató de invalidar 200 mil boletas de los dos condados demócratas más grandes del estado. Pero el tribunal de Wisconsin rechazó su reclamo en una votación de 4 a 3, donde incluso uno de los jueces conservadores se puso del lado de los tres liberales del tribunal por motivos de procedimiento.

Por esta razón, si Kelly hubiera ganado la recién concluida elección por la Corte Suprema de Wisconsin, la carrera por la suma de delegados electorales y el conteo de los votos en las generales de 2024 correrían el riesgo de ser manipulados en favor de los republicanos, lo que definitivamente influiría en la próxima elección a la Presidencia de Estados Unidos.

Con todo, Estados Unidos todavía encara muchos riesgos en el terreno electoral y el aborto•