Recordando a Alex Nieto
Los padres de Alejandro ‘Alex’ Nieto lo recuerdan como una persona relajada y tranquila, que amaba su ciudad, San Francisco; era budista y le gustaba trabajar con niños, como consejero contra las drogas.
El padre de Alex, Refugio Nieto recuerda cómo, una clara madrugada, su hijo lo llevó a su cerro favorito para disfrutar la vista de la ciudad iluminada:
“Quien iba a creer que Alex muriera en el cerro que más amaba en su vida. Mira, observa la ciudad qué hermosa es, de noche parece todo tan silencito, tan hermoso, pero vas a la ciudad allí hay problemas ahorita especialmente. Yo a mi edad estoy aprendiendo más de ti que lo que he aprendido en mi vida”, dice Refugio Nieto.
Esa noche, en el mismo cerro dos años atrás, Alex disfrutaba de un burrito y de la puesta de sol cuando de pronto, cuatro policías llegaron, y en 30 segundos dispararon 59 balazos contra él. Alex tenía 28 años.
“Por lo que hemos visto ellos llegan a matar, ellos iban a matar aunque no haga nada, de todos modos ellos disparan…”, afirma la madre de Alex, Elvira Nieto.
Refugio y Elvira Nieto están deshechos. El 10 de marzo pasado un jurado compuesto de ocho personas, en su mayoría blancos, exoneró a los cuatro policías, concluyendo que no usaron fuerza excesiva. Durante el juicio, por primera vez los padres se enteraron de todos los detalles de la muerte de su hijo. Fueron los ocho días más difíciles de sus vidas, dijeron.
Refugio:
“Cuando salió la verdad ahí de lo que pasó en el cerro y cómo se enseñaron las imágenes… ¡Alejandro no hizo nada!.. A través de estos dos años no había visto yo esas imágenes en la corte. Eso me ha vuelto a revelar el daño, cómo cayó, cómo lo hicieron, todo desquebrajado, cómo lo menearon, cómo lo sacrificaron”
Elvira:
“Para mí fue una cosa terrible. Cuando el cayó, el cayó en su sangre y todavía estaba vivo, ahogándose en su sangre. Y al ver a los cuatro policías que le habían quitado la vida a mi hijo…”
Refugio Nieto señala:
“Ignoraron todo, porque Alejandro Nieto fue el muerto, fue el sacrificado y fue el que nunca regresó a su casa. Los policías regresan a su casa con su familia y todo eso”
Elvira y Refugio nunca se imaginaron que algo así pasaría a su hijo. Ellos dos son inmigrantes del mismo pueblo en México: Tarimoro, Guanajuato. Cuando vinieron a Estados Unidos a vivir, armaron su hogar en San Francisco.
Elvira:
“Él trabajaba en San José, en el campo. Yo me dedique a trabajar. Y lo que más me gusta de esta ciudad tan calmada, es que se respetaban unos con otros, toda esta área de aquí era muy calmada”
Refugio se dedicó a sus dos hijos, dice:
“Levantándolos, dándoles su desayuno y todo eso. Después de la escuela pasaba al parque con ellos y así fue como pasó nuestra vida”
Una vida que fue abruptamente interrumpida el 24 de marzo del 2014. Desde entonces los Nietos han recorrido la ciudad buscando respuestas y justicia. La semana pasada recorrieron varias oficinas del ayuntamiento de la ciudad para tratar de hablar con los supervisores y con el Alcalde Ed Lee.
Ruidos y protestas en la alcaldía…
El Padre Richard Smith, vicario de la Iglesia San Juan Evangelista, los acompañó. Recuerda que Alex Nieto no es el único joven latino o afroamericano que ha sido asesinado por la policía de esta ciudad.
Padre Smith:
“Las lágrimas de los padres de estos jóvenes… de Alex Nieto y de Mario Wood y de Amilcar Pérez López… son las mismas. En nuestros corazones tenemos mucho dolor, muchas lágrimas y también tenemos mucho enojo por esta injusticia”
A pesar del gran dolor de madre, Elvira tiene un mensaje para la policía:
“Que le dieran un entrenamiento y no nomás llegar a matar; que hubiera un diálogo. Y que también tuvieran conciencia porque la verdad no creo que tengan conciencia”
Unidos a otros familiares de jóvenes víctimas, los Nieto tienen la esperanza de un cambio. Ahora luchan para que a nadie más le pase lo que le pasó a su hijo.