Protestas, redadas y caos para federalizar el conflicto en L.A.

La tensión en Los Ángeles sigue fuerte. Y aunque por el momento no ha crecido la violencia y la situación ha mantenido una tensa calma, este jueves se cumplen siete días de protestas contra las redadas del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), y ahora la ciudadanía losangelina se topan con una respuesta militar. La Guardia Nacional y 700 marines ya están en las calles, lo que sólo ha encendido más el ánimo de la gente.

Y mientras el estado de California intenta frenar el despliegue militar en los tribunales, en el centro de Los Ángeles la policía desalojó a los últimos manifestantes que seguían resistiendo, justo cuando el toque de queda impuesto por la alcaldesa Karen Bass entra en su segundo día y se aplica en un radio de una milla cuadrada en pleno Downtown L.A.

Y aunque parece que por ahora bajó un poco la tensión en Los Ángeles, las redadas no se detienen. ICE ha comenzado a perseguir a trabajadores inmigrantes sin papeles ¡hsta por entre en surcos de los campos agrícolas, buscando cumplir con una cuota diaria de 3 mil detenciones de inmigrantes, mayrmente en los centros de trabajo, que han sido ordenada por Stephen Miller, el polémico subjefe de personal en la Casa Blanca, según reportó The Guardian.

Los operativos se intensifican en granjas de arándanos y otras instalaciones rurales de California. The Guardian advierte que la presión por cumplir las cuotas está llevando a los agentes a correr tras trabajadores en pleno campo, algo que también confirmó La Jornada, al hablar de un “auge de actividad policial”.

Mientras tanto, Trump sube el tono, y muchos piensan que lo hace para crear el escenario perfecto y así invocar la Ley de Insurrección, una herramienta rara vez usada, pero que le permitiría federalizar el conflicto en California. Algunos lo ven como un ensayo para militarizar otros estados, curiosamente, todos gobernados por demócratas.

Además, abogados de inmigración denuncian que las familias detenidas en redadas en Los Ángeles están hacinadas, con poca comida y agua. Las instalaciones no están preparadas para este tipo de operativos masivos, y hay niños pequeños entre los arrestados. Ni siquiera los efectivos de las tropas están bien instalados. The San Francisco Chronicle mostró fotos de miembros de la Guardia Nacional durmiendo en el suelo por falta de alojamiento. El medio describió la situación como “tremendamente mal preparados”.

De esta suerte, organizaciones defensoras de inmigrantes denuncian múltiples redadas en todo California, donde se estima que hay 255 mil 700 trabajadores del campo indocumentados. Los operativos no se limitan a zonas rurales: según Los Angeles Times, en Downey, los agentes interceptaron a un anciano tras dejar a su nieta en la escuela. También hubo redadas en tiendas Home Depot y gimnasios LA Fitness, lo que el concejal Mario Trujillo calificó como “una campaña de caos y miedo”.

La Casa Blanca confirmó el arresto de 330 migrantes en Los Ángeles desde el viernes, y la policía local reportó la detención de otras 20 personas por violar el toque de queda durante la primera noche de su implementación. Las restricciones siguen vigentes.

Pero el clima de persecución no se limita a California. En el norte del estado de Nueva York, a sólo unas millas de la ciudad, se han instalado retenes policiales donde, según testigos, sólo detienen a conductores de aspecto latino. Ana Quintero, investigadora -tmbién latina- en un centro psiquiátrico a 20 millas de la ciudad, contó a Noticiero Latino esta mañana que la detuvieron en la carretera para pedirle identificación. La dejaron ir tras ver su identificación que traía colgada en el cuello, dijo, pero no sin antes notar que “todos los autos detenidos a un lado de la carretera eran de personas que parecían latina.

Ya en el instituto de trabajo, sus compañeros –científicos blancos– le dijeron que ellos pasaron sin problema, pero vieron claramente que los vehículos detenidos a un lado del camino eran todos de personas que parecía latinos.