Protesta por muro flotante de boyas mortales del gobernador Abbott en la frontera

Marco Vinicio González

Recientemente varias organizaciones y funcionarios mexicanos señalaron que cada día que se permita que el “muro” flotante y el alambre de filosas navajas de acero permanezcan en pie en el Río Bravo, que hace frontera entre Texas y México, más migrantes resultarán heridos o morirán y más vida silvestre sufrirá.

Registros recientemente descubiertos muestran que los funcionarios de Texas ignoraron las advertencias de que la instalación de boyas antinmigrantes en el Río Bravo y el alambre de filosas navajas a lo largo de los bancos del río violaba la ley federal y un tratado de Estados Unidos con México.

Funcionarios de numerosas agencias estatales fueron informados durante al menos siete meses que Texas necesitaba un permiso federal antes de invadir tierras federales o instalar barreras en el río o a lo largo de este.

Sin embargo, dichas medidas “disuasivas” fueron instalados en la frontera por orden del gobernador republicano, Greg Abbott, como parte de su Operación Estrella Solitaria, que cuesta a los contribuyentes de ese estado, 4 mil 500 millones de dólares y actualmente es objeto de investigación judicial.

El alambre de filosas navajas colgado hasta en propiedad privada sin permiso, ha provocado el hallazgo de dos cuerpos sin vida en la parte del Río Grande en Eagle Pass, uno en las referidas boyas flotantes y el otro muy cerca de ahí.

Recientemente México presentó una demanda contra  Texas por instalar dichas boyas letales en el Río Bravo para impedir el ingreso de migrantes en busca de asilo. La demanda fue sometida a la Comisión Internacional de Límites y Aguas (USIBWC), un organismo internacional establecido en 1889 y dirigido conjuntamente por Estados Unidos Y México.

La USIBWC administra el flujo de las aguas del Río Grande, que demarca la frontera internacional, opera y mantiene diques de control de inundaciones, embalses de almacenamiento internacional, presas de desvío y plantas de tratamiento de aguas residuales en la frontera binacional; y es responsable de aplicar los tratados de límites y aguas entre ambos países y resolver las diferencias que puedan surgir en su aplicación.

Joaquín García, director de la organización comunitaria, La Unión del Pueblo Entero (LUPE), declaró en su oportunidad que “Las barreras fronterizas y las políticas de disuasión son la causa de esta tragedia. Desafortunadamente, las personas que buscan seguridad seguirán muriendo en la frontera mientras no haya opciones seguras y eficientes para que busquen asilo”, reportó ABC News.

“Reiteramos la posición del Gobierno de México, de que la colocación de boyas de alambre por parte de las autoridades de Texas es una violación a nuestra soberanía. Expresamos nuestra preocupación por el impacto en los derechos humanos y la seguridad personal de los migrantes”, dijo la Secretaría de Relaciones Exteriores de México en un comunicado hace días.

Por su parte, la oficina de Abbott señaló que desde que comenzó la Operación Lone Star en 2021, ésta ha llevado a la detención de casi 400 mil migrantes en la frontera entre Texas y México, incluidos más de 31 mil 800 arrestos criminales. Pero estas cifras siguen siendo refutadas.

El gobernador criticó nuevamente a la administración de Biden de tener una política de “fronteras abiertas”, cuando el presidente ha sido criticado incluso por demócratas, de volver más restrictivo el cruce fronterizo con su nueva regla para los solicitantes de asilo, en un momento en que se registran los más bajos números de migrantes en la frontera.

Joshua Rubin, fundador de Witness at the Border, dijo a The Border Report que “Era inevitable que aparecieran los cuerpos de los niños enredados en las crueles barreras colocadas allí en nombre de la disuasión. Más morirán, y más llorarán a sus hijos, a menos que invoquemos a los mejores ángeles de nuestra naturaleza para que nos veamos en el rostro de los desposeídos y sin hogar”.

En tanto, el Departamento de Justicia debe tomar medidas adicionales y detener de inmediato la Operación Lonestar de Abbott. El Departamento de Seguridad Nacional debería dejar de colaborar con las operaciones fronterizas ilegales y racistas de Texas, y la Casa Blanca debe dejar de respaldar tácticas de disuasión que ignoran las necesidades humanitarias de los niños, las familias y las personas en la frontera”, advirtió Joaquín García•