Preocupa el hostil bloqueo del proceso de transición presidencial
Después de días sin dar la cara en un evento público, el presidente Trump honró a los veteranos de guerra sin hablar ni del resultado de las elecciones, ni de la pandemia de COVID que rebasó 10 millones de contagios. Pero su secretario de Estado, Mike Pompeo arrojó gasolina al fuego de la batalla postelectoral.
“Habrá una transición a la segunda administración Trump. Estamos listos, el mundo está observando. Vamos a contar todos los votos”
Trump alega fraude electoral, pero su equipo legal ha fracasado en nulificar el resultado de las elecciones. Aunque el estado Georgia inició un recuento oficial, otros estados, incluidos algunos republicanos, rechazaron la existencia de irregularidades masivas, mientras que el Departamento de Seguridad Interna certificó que fue la elección más segura de la historia.
Desde Delaware, Joe Biden deploró la actitud del presidente y de líderes republicanos.
Con 76 millones de votos a su favor, una mayoría en el Colegio Electoral y un triunfo adicional en Arizona, gracias en parte al voto mexicano-americano, Biden empezó a operar como presidente electo. Designó a una fuerza de tarea contra el COVID-19, puso en marcha su equipo de transición y empezó a evaluar candidatos para su gabinete.
Para finales de la semana, el apoyo de los republicanos a Trump empezó a fracturarse. Prominentes conservadores como Lindsay Graham empezaron a presionar para que Biden reciba los informes de seguridad nacional. James Lankford, republicano del Comité de Supervisión del Senado, amenazó con obligar para que se le den los informes.
Líderes de organizaciones hispanas expresaron su preocupación por la posibilidad de disturbios a raíz de la negativa de Trump a reconocer el resultado de las elecciones, como Clarissa Martínez es vicepresidenta de UnidosUS.
“Si estoy preocupada. Porque hemos visto la capacidad de incitar a la violencia que tiene este presidente y la comunidad latina ha sufrido consecuencias trágicas. Me da pena ajena”
Héctor Sánchez, director de Mi Familia Vota expresó consternación por el impacto de la rebeldía de Trump en las instituciones democráticas.
Biden ratificó que una de sus prioridades será una reforma migratoria integral con ruta a la ciudadanía. Pero el éxito de su agenda podría depender del desenlace de las dos elecciones especiales en Georgia, que determinarán cual partido tendrá la mayoría en el Senado.
Expertos electorales coinciden que la batalla post electoral encabezada por Trump no tiene posibilidades de éxito y que eventualmente será presionado para aceptar la derrota y garantizar una transición fluida del poder presidencial el 20 de enero.
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