Preocupa cierre de farmacias en barrios de las minorías
Botiquín "promedio" de un habitante adulto en Estados Unidos. Foto: Marco Vinicio González.
Tras una ola de expansión durante la pandemia de Covid-19 en el número de farmacias como CVS Health, Rite Aid, Walgreens y Duane Reed, entre otras, ahora se observa una gran cantidad de éstas en Estados Unidos, lo que está dejando en desventaja a las comunidades negra y latina mayormente en la costa oeste del país, dice un análisis de Prensa Asociada (AP).
“CVS Health alguna vez se jactó de abrir o comprar más de 2 mil 900 ubicaciones en un período de cinco años… y ahora está cerrando cientos, mientras que Walgreens, Rite Aid y las farmacias independientes también se retiran”.
La industria atribuye estos cierres principalmente a varios factores: la caída del reembolso de las recetas, los robos persistentes, y los cambios en los hábitos de compra.
Sin embargo, expertos afirman que el cierre de las farmacias no conduce sólo a factores económicos, sino que inciden en el tema de la salud pública, porque “pueden dejar atrás a las comunidades que han llegado a depender de estas farmacias como fuentes confiables de atención y asesoramiento”. Porque, explican, éstas pueden ser “difíciles de encontrar en muchas áreas urbanas y rurales”.
Esto es particularmente importante ya que existen marcadas disparidades étnicas en la dependencia de medicamentos, señala The Commonwelth Found. Durante casi dos décadas, dice esta organización que promueve un mejor acceso y más equitativo, de mejor calidad en la atención médica de las personas de color, de bajos ingresos y sin seguro, que ha hecho un seguimiento de la salud y la atención médica en cada estado.
Se trata, dice, de entender cómo las decisiones políticas afectan los resultados de salud de las personas de todas las comunidades en Estados Unidos. “Pero evaluar qué tan bien se desempeña un estado en promedio puede enmascarar las profundas desigualdades que experimentan muchas personas”.
Datos del Consejo Nacional de Programas de Medicamentos Recetados y la Encuesta de la Comunidad Americana, obtenidos en 44 estados, indican que los residentes de vecindarios mayormente blancos, “tienen más farmacias por habitante que los que se hallan en vecindarios negros y latinos”, donde se encuentran los que denominan “desiertos farmacéuticos” urbanos.
The Commonwealth Fund reitera que “las profundas disparidades raciales y étnicas en la salud, bienestar y esperanza de vida han sido durante mucho tiempo la norma en Estados Unidos”. Pero, acota, dichas disparidades son especialmente marcadas para las personas negras y nativo estadunidenses y de Alaska.
Estas dos comunidades viven menos años, en promedio, que las personas blancas e hispanas, dice la fuente. “Y tienen más probabilidades de morir de afecciones tratables, durante o después del embarazo… de perder hijos en la infancia, y un mayor riesgo de padecer muchas condiciones de salud crónicas, desde la diabetes hasta la hipertensión”.
Los farmacéuticos, sostiene el análisis de AP, desempeñan “un papel en el manejo de dichas enfermedades crónicas como la diabetes y los problemas relacionados con el corazón, que tienen más probabilidades de diagnosticar a las personas negras e hispanas”.
Jasmine Gonzalvo, que enseña en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Purdue, en Indiana, quien ha investigado las necesidades de los pacientes de habla hispana en las farmacias, sostiene que “cuando los farmacéuticos o técnicos de farmacia reflejan su base de clientes, hablando el mismo idioma o entendiendo a la comunidad, puede ser más fácil construir una fuerte relación y confianza con ellos”.
Por eso, la tendencia al cierre de farmacias en vecindarios de las minorías ha despertado la preocupación en muchos médicos que atienden el creciente número de pacientes con enfermedades crónicas en esos vecindarios negros y latinos.