¿Por qué faltan latinos en ayuda a afectados en L.A.?

Más de 100 personas diarias, afectadas por los incendios, llegan hasta el centro de acopio colocado por José Medina y su familia en la ciudad de Altadena, California: Foto: Alejandro Maciel.
A pesar de que los tres niveles de gobierno ofrecen ayuda para los damnificados de los devastadores incendios de Los Ángeles, algunas familias inmigrantes todavía no se atreven a pedirla. Muchos de los afectados viven en sus autos y sobreviven de la solidaridad comunitaria. Nuestro reporter, Alejandro Maciel platicó con algunos para ver sus planes de recuperación y nos reporta desde Altadena, California, la zona del desastre.

José Medina dijo que las victimas necesitan agua, papel higiénico y alimentos
que puedan ser cocinados fácilmente. Foto: Alejandro Maciel.
José Medina, trabajador de la construcción de 62 años, encontró consuelo a sus problemas ayudando a los demás.
El incendio consumió la mitad de su casa de tres recámaras en Altadena, que junto con su esposa adquirió hace casi 40 años. También se quemaron las herramientas con las que se ganaba la vida.
“Desafortunadamente se quemó mi garaje, perdí toda la herramienta que tenía y ahora los contratistas me llaman para trabajar, pero no hay trabajo porque no hay herramientas”
No recibió ayuda de FEMA y está a la espera del seguro para iniciar la reconstrucción. Sin embargo, en medio de la tragedia convirtió el patio de su casa en un centro de ayuda para sus vecinos que no se animan a solicitar en los centros de ayuda oficiales. José jr. de 28 años, es hijo de Medina.
“Comenzamos porque mucha gente necesitaba ayuda y como nuestra casa se salvó, decidimos brindar esa ayuda a los necesitados”
Uno de ellos es Rafael Herrera, un trabajador de la construcción de 37 años, de Michoacán, México, que antes de los incendios tenía un empleo estable; pero se quemó el departamento que rentaba junto a su esposa y dos hijos. Hoy no tiene nada.
“Nos quedamos en el carro a dormir, es lo único que pudimos salvar”

María Méndez y su hija, de El Salvador, llegaron en busca de alimentos. El único patrimonio que pudieron rescatar fue la camioneta de su esposo y algunas herramientas. Foto: Alejandro Maciel.
Aunque su situación es desesperada, prefiere no acercase a los centros oficiales de ayuda…
“Ahorita vine aquí a pedir comida, a ver si me regalan algo aquí”
Una organización comunitaria le está pagando la renta de hotel a María Méndez, una salvadoreña de 40 años. Su esposo hacía la jardinería en mansiones de Pacific Palasides y Pasadena. Ahora, vive en otra ciudad lejana, y se queda en su camioneta donde lleva todas sus herramientas.
“Mi esposo está viajando hasta Pomona porque no tiene un lugar seguro donde dejar su troca y sus herramientas, entonces estamos ahorita como separados”
Para apoyar a todos los damnificados sin importar su estatus migratorio las autoridades abrieron centros de asistencia que extendieron sus actividades hasta finales de marzo. Diversas agencias los apoyan; algunos con la renta, por pérdidas materiales si son elegibles; a otros les dan orientaciones para préstamos a bajo interés y otros beneficios.
Karen Bass es alcaldesa de Los Ángeles.
“Para los trabajadores en Palisades, incluyendo los jardineros, las nanies, los empleados y los negocios, el equipo de respuesta rápida del Departamento de Desarrollo Económico y Trabajo está asistiendo con búsquedas de trabajo”

Para Ismael Gutiérrez, de Mazatlán, Sinaloa, Mx, el trabajo reparando techos en Pacific
Palisades, no ha faltado a raíz de los incendios. Foto: Alejandro Maciel.
Algunos damnificados no acuden por temor a la retórica antinmigrante del nuevo gobierno federal, afirma Armando Gudiño, director de la Red de Centros de Trabajadores de Los Ángeles. Considera que las autoridades no han expresado con firmeza su solidaridad con los trabajadores sin documentos.
“La ciudad puede hacer un trabajo mucho más fuerte de comunicar a la comunidad que estamos aquí para todos”
Con el temor de las comunidades inmigrantes a buscar ayuda oficial está de acuerdo Silvia R. González, investigadora de la Universidad de California en Los Ángeles, UCLA, y coautora del estudio, Los incendios y las comunidades latinas, quien calcula el impacto que los incendios tendrán en la pérdida de empleo de 35 mil trabajadores; de ellos al menos 1 de cada 3 son latinos, aunque la cifra podría ser mayor por el pago en efectivo.
“Por ejemplo, los trabajadores independientes, los trabajadores que se les pagan en cash, los jornaleros, las personas que trabajan como domésticas en estas casas que a veces también se les pagan cash”
Sin embargo, se espera que cuando aumenten las labores de limpieza y reconstrucción cambie drásticamente la situación laboral. Eso le da ánimo a María Méndez, quien no pierde las esperanzas de que pronto estarán de pie y listos para reiniciar sus vidas.
“Estoy tratando de vivir el día, dándole gracias a Dios por tener dónde ir a descansar, por tener dónde dormir”
Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino, desde Altadena, California, Alejandro Maciel.