Pionera escuela alternativa de California ayuda a jóvenes refugiados a graduarse
Cuando tenía 17 años, Yamileth salió huyendo de la violencia en Honduras. Unos pandilleros la habían golpeado. Luego, fue secuestrada en México cuando viajaba camino al norte con su madre y su hermano menor. Todavía tiene miedo, y nos pidió que no usáramos su apellido.
“A veces de todo eso yo tengo pesadillas”
Cuando por fin llegaron a Oakland Yamileth fue inscrita en el primer grado de high school, porque no sabía inglés, aunque en Honduras ya estaba por graduarse. No le importó…quería estudiar. Pero pronto le bajaron el entusiasmo; otra estudiante la empezó a agredir, le llamó “enana”, le jaló el pelo y la golpeó.
“Yo lloraba y yo le decía a mi mami, no, yo no quiero volver ahí. Porque ahí me pegan, yo no quiero”
Pidió ayuda y la transfirieron a otra escuela. Pero dos años después, aún estaba atrasada.
“Y a la vez a mí me daba pena por mi edad, pues ya tenía 19 y a los 20, y digo, ¿yo y todavía en la High School?, no, ¿voy a llegar a los 21, y en la high school? ¡Nooo!”
Difícil, problema que enfrentan los estudiantes inmigrantes como Yamileth. Tienen que aprender inglés, ponerse al día con las materias de Estados Unidos, y muchas veces trabajar para ayudar con la renta o pagar sus deudas. Esto los pone en peligro de dejar la escuela.
“So we have students in here all the time who are saying today’s my last day I have to work…
(Todo el tiempo hay estudiantes que nos dicen, ‘Hoy es mi último día, tengo que trabajar)
Elizabeth Paniagua es la consejera de los estudiantes inmigrantes de Oakland International High School, la segunda escuela de Yamileth.
“Before, she wouldn’t be a student we would send to continuation school because maybe her English wasn’t strong enough, but now we have this opportunity” (Antes, no podíamos mandar a una alumna como ella a una escuela alternativa, porque aún estaba aprendiendo inglés, pero ahora tenemos esta oportunidad), dijo Paniagua.
Sonido ambiental de una escena en Rushdale…
La nueva oportunidad es una escuela alternativa que se llama Rudsdale Newcomer High School. Como otras escuelas alternativas, requiere menos créditos para graduarse; pero las clases son para inmigrantes aprendices de inglés.
Sonido de un salón de clase…
Una mañana, en la clase de inglés los estudiantes practican nuevas palabras. También en la clase de álgebra, practican el inglés al compartir en voz alta sus ecuaciones.
Se oye a alumnos describiendo en inglés sus ecuaciones…
A Yamileth le encantó.
“Ahí me sentía más confiada…. Porque todos estamos aprendiendo, porque no sabemos perfectamente el inglés; yo sabía que ahí no había otra persona que supiera más que yo y yo no me sentía menos”
Las clases en Rudsdale son pequeñas –a veces sólo hay unos cinco o seis alumnos-, no les encargan tarea, y comienzan una hora más tarde y terminan más temprano que otras escuelas. Eso le ayudó mucho a Yamileth.
“El año pasado yo estaba trabajando de dishwasher y era muy cansado, y salía a las once de la noche; aquí a la casa venía llegando a las tipo once y media, doce de la noche, y me tenía que levantar para ir a la escuela…”
Cuando Yamileth faltaba a clases, iba más temprano para hacer tareas extras y ponerse al día.
“We’re constantly talking to the students about, ‘Let us know if your schedule changes, we can put you on independent study for a short time, … Don’t just drop off the face of the earth’”
La directora asistente, Emma Batten-Bowman dice que siempre hablan con los estudiantes para buscarles alternativas.
“No te desaparezcas de la faz de la tierra –les dice- Dinos qué pasa y podemos ayudarte”
En junio del año pasado, unos días antes de cumplir 21 años Yamileth fue una de las primeras en graduarse de Rudsdale Newcomer High School. Ese mismo mes, ganó su caso de asilo político. Poco después le pidió ayuda a Elizabeth Paniagua, su consejera en la Oakland International High School, para entender los pasos para inscribirse en el colegio comunitario.
Se oyen voces asesorando…
Será un reto para Yamileth, pero dice que está lista:
“El hecho de que Diosito me dio la oportunidad de estar aquí yo la tengo que aprovechar. Y más que todo por mi mamá, por el futuro de mi mamá, y el mío”
Después de todo lo que le costó llegar desde Honduras, no está dispuesta a rendirse.