Organizaciones ofrecen talleres para que nos preparamos ante las redadas

Ante un ambiente cada vez más hostil contra los inmigrantes, con redadas y deportaciones por parte del gobierno republicano de Trump, organizaciones se enfocan en apoyar a la comunidad a informarse sobre sus derechos, sobre el plan que debemos tener en caso de una deportación, pero también sobre cómo cuidarnos emocionalmente de este duro y retador proceso.
Escuchemos esta pieza que preparó Daniela Rodríguez becaria de UC Berkeley y reportera de Radio Bilingüe.
En respuesta a los operativos de deportaciones en curso, la Colaborativa para la Integración de los Inmigrantes del Valle Central (Colaborativa de Integración de Inmigrantes del Valle Central) organizó una reunión con representantes de agrupaciones locales a fin de ayudarles a preparar a las familias inmigrantes y ofrecerles apoyo emocional. Esta reunión, realizada de manera virtual, contó con la colaboración de Diana Díaz Madera, psicoterapeuta y fundadora de la organización Corazón Norte. Diana explica por qué se vieron obligados con urgencia a organizar estos encuentros comunitarios.
Ahorita que están pasando todas las cosas de migración y sentimientos antiinmigrantes que vemos, es importante que las comunidades sepan sus derechos. Pero existe la otra parte, la parte humana, en la que de cómo hacer un plan familiar en caso de que haya una deportación, pero que a la vez cuide nuestros sentimientos y el de nuestros hijos.
La idea de este taller es brindar a los organizadores locales herramientas para que puedan implementar cosas simples que ayuden a las familias a prepararse, además de capacitar sobre cómo explicar a las familias sus derechos más básicos, ya que muchas veces, al abordar temas de inmigración, se pueden reactivar recuerdos dolorosos, dice Diana.
Especialmente con aquellos que tienen experiencias traumáticas en su país y que vinieron huyendo o que quizá alguna vez han tenido encuentros con “la migra” o con la policía.
Por eso, Diana, la psicoterapeuta, pide a los organizadores comunitarios tener cuidado, ya que las experiencias difíciles pueden generar ansiedad. Para estas personas, hay maneras de hacerles sentir alivio durante las reuniones.
Hacer respiraciones profundas que nos ayuda a respirar y tratar de reducir el estrés con el que entramos, también una relajación muscular que se puede hacer en un minutito, bien simple, que el facilitador del taller los puede llevar a ellos a que se centren usando todos sus sentidos, el oler el sabor, el tocar.
También, Diana menciona que es importante tener conversaciones en los talleres sobre cómo los padres pueden hablar con sus hijos acerca del plan familiar, si es que en un momento son detenidos o deportados por Inmigración.
Que estén abiertos a entender en qué etapa del desarrollo emocional están sus niños y cómo pueden usar esa información, particularmente para esa edad, digamos, tengo un niño de seis a ocho años. ¿Qué es lo que ellos pueden procesar? Y luego tengo otro niño de 17 años con el cual ya le puedo dar más información. Le puedo decir, “Ok, si es que algo me pasa a mí, tú vas a ser el encargado de llamar al abogado”, versus de un niño de seis a ocho años que quizás le explicamos de una manera más simple.
Sobre todo, es importante que los padres mantengan la calma cuando tengan estas conversaciones con sus hijos, dice Diana.
También pueden modelar, decirles, “Yo también estoy preocupado. Es normal preocuparse por esto”. Eso les ayuda a los niños también a sentir que, si es que ellos están asustados o preocupados, no hay nada malo, que es normal preocuparse.
Y recordar que, aunque los padres quieran proteger a sus hijos de información preocupante, la realidad es que los niños entienden desde muy pequeños.
Desde que tienen cuatro o cinco, seis años, que ellos si empiezan a ver cuando hay algo que le está doliendo a alguien más, entonces ellos pueden sentir si los papás están preocupados por lo de “la migra”.
Además, al reconocer el trauma que se repite entre una generación y otra, podemos prevenirlo en nuestros niños y familias, especialmente en nuestras comunidades locales, con una historia de trauma migratorio muy impactante, señala Diana.
“Entonces, esas historias y todos estos tramas, los científicos han podido verificar que esto se pasa genéticamente a la siguiente generación. En sí, si hay moléculas, en nuestros genes, que lo que le pasó a mi abuelito y el estrés fue tan grande que cambió de una manera la parte molecular, y ahora la voy pasando a la siguiente generación.”
Por eso Diana recomienda a familias y a las organizaciones comunitarias, mediante Corazón Norte, que consideren este tema para así poder romper el ciclo de trauma.
“Para que la gente entre en conciencia y les ayude a ellos a decir, “Bueno, sí me ha pasado esto. Yo también he vivido mi propio trauma. Pero ahora tengo yo el poder de usar estrategias para que esto no le siga pasando a mis niños”. Y también como la gente que está probando servicios, las organizaciones, también ellos tienen en sí la responsabilidad de tratar de hacer mejor para la siguiente generación.”
Con todo esto en mente, cambian las conversaciones basadas en el miedo, a diálogos basados en información y un enfoque en el trauma, lo que ayuda a las familias a sentirse mejor informadas y preparadas. Diana enfatiza no tener miedo de entablar estas pláticas con sus familias.
“Porque mientras más información les damos a nuestros hijos, y buena información, el saber es poder, y se van a sentir más empoderados y con menos miedo.”
Muchas gracias a Daniela Rodríguez becaria de UC Berkeley y reportera de Radio Bilingüe.
Así que recuerde la información y el conocimiento de nuestros derechos nos ayudan a responder mejor ante situaciones de crisis como una deportación.
Corazón Norte trabaja en el Valle Central de California y en el área de Los Angeles.