Ordena gobernador texano retirar el uso obligatorio del cubre bocas y abrir al 100%
De la redacción
A pesar de que las autoridades de salud redoblan sus esfuerzos para tratar de contener el avance mortal y sumamente costoso del Covid-19 en el país, el estado de Texas levantó las restricciones sanitarias como parte de una ola de reaperturas de negocios, oficinas y escuelas. Anunció planes para poner fin al mandato del uso de los cubre bocas y permitir que las empresas operen al 100% de su capacidad.
El gobernador Greg Abbott dijo que ya no es necesario que los texanos usen máscaras faciales a partir del próximo 10 de marzo, contraviniendo el consejo de los expertos en salud, del Centro para eL Control y la Prevención de las Enfermedades, CDC.
Según el periódico Texas Tribune, Abbott dejará en manos de los propietarios de negocios la decisión de exigir que los clientes usen cubre bocas adentro de sus establecimientos. Eso se produce después de que el gobernador republicano comenzara a presionar a los legisladores estatales para que establezcan una ley que brinde protección civil a las empresas, contra demandas relacionadas con el coronavirus.
Es innegable que observar las medidas sanitarias para combatir el coronavirus ha dado resultado. La ciudad de Nueva York, una vez el epicentro mundial de la pandemia, no sólo redujo las infecciones, muertes y hospitalizaciones al mínimo, sino que de acuerdo al CDC el uso de los cubre bocas redujo la mortalidad en general a 0.1%, o a una persona, cuando a estas alturas la temporada de gripa de 2019-2020 alcanzó casi 8 mil decesos.
En Texas los expertos afirman que aflojar las restricciones al coronavirus puede hacer poco para ayudar a la recuperación económica desigual del estado, mientras persista la amenaza de exposición al virus; y continúan aconsejando ampliamente a las personas que usen máscaras y eviten las grandes reuniones. Sin embargo, “eso no impidió que Abbott apareciera el martes en un restaurante mexicano repleto, en Lubbock, para anunciar su nuevo plan”, dice la fuente.
No obstante, la orden del CDC también establece que “nada impide que las empresas u otros establecimientos requieran que los empleados o clientes sigan medidas de higiene adicionales, incluido el uso de una cubierta facial”.
Mientras tanto, los texanos continúan contrayendo el coronavirus cuando aparecen nuevas variantes en todo el estado. Y un promedio de más de 200 texanos han venido muriendo cada día debido al covid durante la última semana.
Expertos en salud dijeron a la fuente que incluso ese recuento es probablemente insuficiente, debido a que gran parte del estado esencialmente cerró durante una semana completa por el clima invernal, “para el que los líderes de Texas no se prepararon”, dejando a millones de sus habitantes sin electricidad y a casi 15 millones con problemas de agua durante días o semanas”, como dijimos oportunamente en este espacio informativo.
Y aunque la administración Biden han aumentado las vacunas, “menos del 7% de los texanos habían sido completamente vacunados a partir de este fin de semana”. De modo que el anuncio de Abbott no sólo presenta un riesgo para la salud de los texanos, afirman los expertos, sino que es probable que la orden de Abott tampoco conduzca a un impulso económico, pues “al igual que la economía del estado ha experimentado una recuperación desigual y, a veces, ha retrocedido a pesar de las diversas órdenes de reapertura de Abbott en el último año”.
Aun así la Asociación de Restaurantes de Texas apoyó el martes el pedido de Abbott y recomendó a sus restaurantes miembros que se reunieran con el personal y la clientela antes de tomar cualquier decisión sobre el levantamiento de las restricciones.
También el martes la cadena de supermercados H-E-B indicó en un comunicado que no requerirá que los clientes usen máscaras.
Pero “La orden de Abbott también causará más confusión a los texanos en cuanto a dónde se les pedirá que usen una máscara”. Y mientras algunos dueños de negocios han expresado sus intenciones de mantener vigentes las restricciones del coronavirus, “ya están provocando ira y promesas de boicot por parte de los clientes”, dice el Tribune.
Como se sabe, los habitantes de color en Texas han muerto de manera desproporcionada por el virus y se han visto afectados por la recesión que lo acompaña durante el último año. “Debido a que muchos de estos texanos viven en vecindarios con casas más antiguas, tuberías más vulnerables y menos opciones de alimentos, también enfrentaron un momento más difícil para resistir las bajas temperaturas y los cortes de energía en febrero”.
Vale reiterar que la mayoría de los trabajadores de bajos salarios en Texas, que a menudo son negros y latinos, “no han tenido la oportunidad de trabajar desde casa. Los trabajadores de primera línea son predominantemente mujeres y personas de color. Como resultado, los trabajadores en lugares como las tiendas de comestibles han tenido que lidiar con los texanos que intentan burlar las restricciones destinadas a mantener a la gente segura■