No sólo sobrevive, sino que crece y se fortalece la reforma migratoria
Inmigrante arrestada en Nueva York por oponerse en una manifestación callejera a las políticas de Trump. Foto: Marco Vinicio González.
El amplio movimiento pro reforma migratoria atraviesa el verano –plagado de amenazas y condenas- y continúa un sinuoso periplo hacia la elaboración de un proyecto en la cámara baja, y hacia su potencial aprobación en el Congreso, con un balance optimista entre sus principales promotores.
María Ponce, de America’s Voice, afirma por ejemplo que “cada semana se ofrecen más evidencia de que el movimiento pro reforma nunca ha sido más fuerte o amplio que como ahora”, y que puede mantener a todas las partes comprometidas “hasta que la reforma migratoria con un incluyente programa de legalización y una alcanzable vía a la ciudadanía sea convertida en ley”.
He aquí un claro ejemplo de optimismo, que se desprende según María Ponce de los más relevantes aspectos del curso que ha seguido esta negociación por la reforma migratoria en la cámara baja.
Las fuerzas pro reforma están ganando durante el receso de agosto
“Como Jennifer Rubin, de The Washington Post, hizo notar”, nos dice María Ponce, “Si los reformadores anti inmigración fueran a matar la reforma migratoria de una vez por todas, agosto habría sido el momento clave para hacerlo”. Y es que sus detractores, continúa, “prometieron movilizar a sus bases y disuadir a los republicanos de la cámara baja de la idea de traer el tema” a dicho recinto oficial el próximo otoño. Los resultados han sido evidentes: “Molly Ball, de The Atlantic, escribió: ‘Los activistas de ambos lados del debate migratorio han puesto un fuerte énfasis en la importancia de mostrar su fuerza durante este mes del receso del Congreso’. La idea es mostrar a los republicanos de la cámara baja, que no se han definido ni avanzado el tema, sobre dónde se encuentra el mayor apoyo’”. Ponce agrega: “Cientos de defensores de los inmigrantes se han hecho presentes en movilizaciones y juntas municipales en todo el país”. Por el otro lado, sostiene, “los opositores han estado más que ausentes”.
Un sector progresista de la iglesia y su compromiso con los indocumentados
Católicos y evangélicos han aumentado el apoyo a la reforma migratoria, señala esta colaboradora de America’s Voice, en base a una artículo publicado por The New York Times. “Los obispos y sacerdotes católicos de las diócesis más importantes del país van a predicar un mensaje coordinado el mes próximo respaldando cambios en la política migratoria, algunos de los cuales aprovecharán las misas del domingo 8 de septiembre para exhortar a que el Congreso apruebe una ley que incluya una vía a la ciudadanía para inmigrantes no autorizados”, publica el rotativo. Mientras tanto, añade Ponce, “USA Today reportó que ‘una coalición de cristianos evangélicos gastará más de 400 mil dólares en anuncios de radio exhortando a los miembros del Congreso a que apoyen cambios en Inmigración, que incluyan una vía a la ciudadanía para la mayoría de los 11 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos’. Los anuncios, que se transmitirán sobre todo en estaciones cristianas este mes, “están llamando a los evangélicos a cabildear entre sus legisladores para que respalden el cambio.
Legisladores republicanos siguen adhiriéndose al proyecto de reforma
Por citar sólo unos ejemplos, el exrepresentante de línea dura por Utah, Jason Chaffetz se convierte en el republicano número 24 de la cámara baja en apoyar la vía a la ciudadanía; su correligionario de Alabama, Spencer Bachus habla por la reforma en el distrito más rojo del país, dice Ponce. “Chaffetz dijo a un reportero local durante una asamblea municipal que debería haber una vía a la ciudadanía, no una vía especial y no una no vía, sino que tiene que haber un camino legal para pasar por este proceso que no funciona y ahora mismo no sirve”. El comentario es particularmente notable viniendo de Chaffetz, quien era visto previamente como un legislador de línea dura en el tema migratorio, sostiene la portavoz. “De hecho, ganó su asiento compitiendo desde la derecha contra el representante, Chris Cannon, de Utah, un apasionado pro inmigrante republicano”.
En Alabama, Bachus hizo extensas declaraciones en apoyo a los inmigrantes indocumentados y la reforma migratoria: “Yo creo que casi el 99 por ciento de ellos está aquí por la misma razón que nuestros ancestros vinieron, y es por ello que están aquí, por una vida mejor. La naturaleza humana está donde vayas –la gente ha estado emigrando- nuestro mundo es un mundo que emigra”, declaró Bachus. Pero ahora mismo, pregunta, “¿quiénes son esas personas que están aquí ilegalmente o de manera indocumentada?”. La respuesta sobreviene de inmediato: “Son parte de una familia. Y eso es lo que la gente –creo que esto no se le ha comunicado bien a los estadunidenses- no es sólo una persona aislada. Tú tienes tres hijos, dos están aquí como ciudadanos estadunidenses, el otro vino cuando tenía 4 años… ¿vas a regresar a su mamá? ¿Envías de regreso a su papá? ¿O a su hermano mayor? ¡Yo he venido aquí a decir no! Dejaremos que se queden. Todos ustedes pueden pensar que estoy teniendo una actitud negativa, pero con mi fe cristiana es difícil para mí decir que voy a dividir a esas familias”.
El caso Goodlatte y la pelota en la cancha de Boehner
El representante republicano por Virginia, Bob Goodlatte parece haber regresado a sus raíces de línea dura en el tema de la inmigración, demostrando por qué el futuro legislativo depende de Boehner, apunta María Ponce. Mientras que los comentarios iniciales de Goodlatte sugerían que éste podría ser un líder constructivo y ayudar a forjar una reforma que derivara en una solución, sus más recientes aclaraciones dejaron en claro que él se mantiene como un legislador de línea dura en inmigración, incapaz de conducir a la cámara baja hacia un proyecto de ley respetable, afirma. “Después de todo, es aún el congresista que se ganó una calificación de A+, y un premio Listón Azul por parte de la organización antinmigrante, Numbers USA”. Ponce se refiere a que esta semana “Goodlatte dejó en claro que se opone a una vía a la ciudadanía para la vasta mayoría de los inmigrantes indocumentados, incluyendo a los dreamers. Agrega que “él dio a conocer su intención de obtener un ‘no’ para la reforma, pretendiendo que quiere una solución sustancial, más que quererla de hecho”. El legislador continúa apoyando el SAFe Act”, la draconiana legislación al estilo de la de Arizona, que en palabras de The New York Times, “convertiría a millones de inmigrantes indocumentados en delincuentes de la noche a la mañana”.
Los dreamers
Los dreamers y muchos neoyorquinos protestan contra la continuación de las deportaciones que separan familias y subrayan el imperativo moral de aprobar la reforma: The New York Times reportó que “el miércoles en Phoenix docenas de manifestantes marcharon alrededor del centro de detención federal de Inmigración y cuatro de ellos se encadenaron a la reja. Algunos se sentaron sobre un camino para obstruir a un autobús que transportaba a inmigrantes hacia fuera de dicho centro, en apariencia para ser deportados”. Muchos de los manifestantes eran jóvenes dreamers, inmigrantes sin documentos legales que llegaron al país siendo niños… “Los organizadores dijeron que querían subrayar que durante el gobierno de Obama continúan las deportaciones, aun cuando el Presidente ha apoyado legislación que daría estatus legal y en algún momento ciudadanía a millones de inmigrantes indocumentados”, afirma Ponce. En Manhattan, activistas de Neoyorquinos por una Reforma Migratoria Real realizaron un acto de desobediencia civil enfrente del centro de detención de ICE de la calle Varick, en el sur de la isla, “para exigir que la cámara baja actúe en favor de la reforma migratoria y que el gobierno de Obama pare las deportaciones”. Chris Hayes, de MSNBC, envió un tuit en respuesta a la actividad de United We Dream en Phoenix: “Este podría ser el movimiento más fuerte, disciplinado y poderoso moralmente en Estados Unidos ahora mismo”.
Con información de María Ponce/ America’s Voice