Niños que aprenden inglés en escuela del campo en CA exceden todos los pronósticos
En un salón de kindergarten en la primaria Frank Sparkes, los niños practican cómo pronunciar la letra i en inglés.
“So when we’re practicing our regular I, what sound does it say?” (Entonces, cuando practicamos nuestra yo regular, ¿qué sonido dice?)
La maestra Jennifer Pursley les enseña que el sonido de una vocal cambia, cuando la palabra termina con la letra e. Dice que la letra e es mandona: le dice a la i que diga su nombre en inglés: ai.
“So the I says, ‘Okay, okay, in this word my name is, Iiiiiiiii.” (Entonces la I dice, ‘De acuerdo, de acuerdo, en esta palabra mi nombre es, Iiiiiiiii’).
Enseñar muy bien el sonido de las letras es crucial para que todos los niños aprendan a leer, incluidos los que llegan hablando otras lenguas, pero no es lo único que necesitan, dice la directora de esta escuela, Ka Vang.
“Tenemos que enseñar otras cosas también: el pensamiento crítico, el desarrollo del lenguaje oral. Los alumnos escriben mucho también. Porque si sólo hacemos una cosa, no vamos a ser exitosos”
Vang nació en Laos y creció en la ciudad de Stockton. Sus papás son refugiados y hablaban Hmong en casa. Recuerda que se le hizo difícil aprender inglés en sus primeros años escolares, y esa experiencia la aplica ahora como directora.
“Me aseguro que haya mucho desarrollo de vocabulario, mucho modelamiento: que yo lo hago, ahora nosotros, y ahora ustedes. Mucho tiempo para dejar que los niños practiquen”
“Next time you’re offered a straw, picture etc” (La próxima vez que te ofrezcan un popote, una foto, etcétera).
En un salón de tercer grado la maestra Patty López lee un texto sobre cómo los popotes de plástico muchas veces acaban en el mar… o incluso en la nariz de las tortugas marinas.
Que los alumnos platiquen y compartan ideas en el salón de clases es crítico para que los aprendices de inglés practiquen el lenguaje.
“Around min 6 I think he’s mad about the fact that he’s still scared of the dog. Yep, exactly” (Alrededor del minuto 6, creo que está enojado por el hecho de que todavía le tiene miedo al perro. Sí, exactamente).
También es muy importante asegurar que los alumnos se sientan cómodos participando, dice Acela Middleton, otra maestra de tercer grado.
“Si hay una palabra que sé que a lo mejor no conocen, paramos, lo discutimos y damos ejemplos. Es importante que se sientan cómodos, que nadie se va a reír o burlar de ellos”
Las maestras también buscan sembrar en sus alumnos el gusto por la lectura, dice la maestra Patricia Espinola.
“Estaba leyendo Charlie y la Fábrica de Chocolate y les dije, ¿Huelen eso? ¿Pueden oler el chocolate? Y me decían, !Sí!, ¡Lo puedo oler! ¡Lo puedo oler!”
En todas las clases de la primaria Frank Sparkes, además de leer, los alumnos escriben, lo que es muy importante para los aprendices de inglés. También les brindan atención individual o en grupos pequeños.
Los alumnos de primer grado de la Maestra Sandra Morales escriben sobre qué les gustaría comprar, una vez que ahorren dinero. Y la maestra escucha a un alumno leer en voz alta.
“A frog’s life…” (La vida de una rana…)
“Dependiendo de su nivel, les empujamos más, o menos. Si necesitan ir más lento, entonces así hacemos”
Morales y muchos otros maestros de Frank Sparkes crecieron hablando español en casa. Aunque no enseñan en español, sí enseñan las diferencias y similitudes entre los idiomas. Y Morales se asegura de decirle a sus alumnos que ella es bilingüe y que es importante no olvidar el idioma materno.
“Les digo que sé cómo se siente, porque yo fui como ustedes”
Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino, desde Winton, California, Zaidee Stavely.
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