Nieve de las rocallosas trae buenas noticias temporales al suroeste y al río Clorado
Marco Vinicio González
La profunda crisis provocada por la “sequía excepcional” en Las Vegas y el condado circundante de Clark podría recibir un alivio, porque la nieve en las montaña Rocallosas alcanzó una acumulación del 158 por ciento y la entrada de la primavera comienza a provocar escurrimientos.
De acuerdo con el Monitor de Sequía de Estados Unidos, existen dos categorías completas de sequía mejores que la “sequía excepcional” en la que estaba la región hasta hace sólo siete meses, dice la fuente, que define las categorías y las aplica a través de actualizaciones todos los jueves.
Y es que una serie de tormentas provenientes del sur del Océano Pacífico han traído “mucha y muy necesaria” humedad a esa región, elevando la referida acumulación de nieve en las Rocallosas y registrando un aumento del 8% en tan solo una semana.
Esta capa de nieve es crucial porque suministra al río Colorado casi toda su agua, dice el Monitor. “En la región de Colorado Headwaters, la fuente del río, la capa de nieve es del 134% por encima de lo normal. Y en las montañas de Four Corners, registra un inmenso 477% arriba de lo normal”.
Así que la capa de nieve, que aún tiene una semana antes de comenzar a derretirse y fluir río abajo, traerá abundante agua hacia el lago Powell en la frontera entre Utah y Arizona de aquí al mes de julio, dice por su parte el Servicio Meteorológico Nacional.
Sin embargo, esto debe ‘tomarse con pinzas’; porque aunque sin duda son buenas noticias, el pronóstico es sólo temporal, y “de ninguna manera significa el fin de la crisis del agua en el suroeste de Estados Unidos”.
Expertos en el clima piensan que la megasequía que ha azotado esa región durante los últimos 23 años, “es una condición permanente causada por una disminución del 20% en el caudal del río Colorado”. Esto, creen los conocedores en la materia, “se debe a un aumento de temperatura promedio de 2.5 grados centígrados a lo largo del río”.
Pero dicha situación no es exclusiva de Colorado ni del sureste estadunidense, sino que se trata de un calentamiento que amenaza al planeta entero; y que de no tomarse medidas radicales, es decir, reducir principalmente la emisión de gases de efecto invernadero, producidos por la combustión de monóxido de carbono o los combustibles fósiles, el daño podría ser irreversible.
Porque el aumento de las temperaturas acelera la evaporación del agua y hace que el suelo se seque, lo que “empeora la eficiencia de la escorrentía hacia el río Colorado… Esto significa que incluso los años de nieve promedio aún conducen a un flujo de agua por debajo del promedio”, sostiene la fuente.
Pero la capa de nieve elevada, que por el momento es suficiente para satisfacer las necesidades de los 40 millones de usuarios de agua del río Colorado durante un año, y en el largo plazo, como van las cosas podría encaminarse a un desastre ecológico inminente.
En tanto, los funcionarios del agua en Colorado tienen la intención de utilizar esta agua de los escurrimientos para intentar retrasar el reloj de la sequía lo más posible, antes de que la situación vuelva a la normalidad sosteniendo “una tendencia subnormal de la capa de nieve de tres años, que culminaría en el alarmante nivel del 83.9% por bajo de lo que fue normal en 2022, afirman científicos del ramo■