Mueren docenas en incendio al protestar en centro de detención de migrantes de México
“Se enteraron de que iban a ser deportados, movilizados, y, como protesta, en la puerta del albergue pusieron colchonetas del albergue y les prendieron fuego. Y no imaginaron que esto iba a causar esta terrible desgracia”, dijo el mandatario mexicano.
Eso no le quita responsabilidad al gobierno mexicano, que tenía bajo su custodia a los inmigrantes detenidos, dice la especialista en derechos humanos y defensora de migrantes, Helena Olea, quien también señala como responsables a Estados Unidos y a los países de Centro y Suramérica, de donde eran originarios los muertos y heridos.
“Eran personas que habían sido privadas de la libertad, por encontrarse en México en situación irregular. Y cuando una persona está privada de la libertad, está bajo la custodia del Estado. Y ese Estado se hace responsable por la vida y por la integridad de esas personas. De manera que aquí la responsabilidad no es de las personas detenidas, que pudieron haber iniciado un fuego; es de México y de las autoridades mexicanas, por no tener centros de detención con las condiciones de seguridad, con los protocolos para responder a una emergencia como esta de manera que le puedan garantizar la vida y la integridad a las personas. Lo más grave, además, es que ya en 2020 ocurrió otra tragedia de este tipo en un centro de detención en Tenosique, Tabasco. Es decir, México ha tenido la oportunidad de aprender de estas situaciones; de poner en práctica condiciones de seguridad en los centros de detención y no lo ha hecho. Y por eso es que una vez más vemos cómo está situación se repite. Lo que uno esperaría de la autoridad es que ordene que se hagan las investigaciones disciplinarias y, en este caso, ¡penales! Para identificar cuáles son las acciones, y en este caso probablemente las inacciones de las autoridades, que llevaron a que se desatara esa tragedia. Y es importante agregar dos elementos: el aumento de las personas que se encuentran en México esperando poder cruzar a Estados Unidos, o las mayores acciones de detención y de deportación por parte de México, que son el resultado también de la política migratoria de Estados Unidos. El Instituto Nacional de Migración (INM) no tiene la capacidad para manejar la situación de las personas que están cruzando por su territorio, para resolver las solicitudes de manera pronta y evitar este tipo de situaciones. Y del otro lado, el tercer componente, también lamentable, que es la actitud de los países de origen de las personas migrantes. Veíamos un comunicado de prensa del Estado guatemalteco que también reiteraba la responsabilidad de las personas por viajar de manera irregular. Y esto es lamentable. Lo que esperamos de los Estados es que entiendan la gran pérdida que es que estos connacionales se vean forzados a migrar, y que realmente se ponga en marcha un servicio de migración consular robusto, que defienda los derechos de los inmigrantes; que estén pidiendo investigaciones para averiguar qué fue lo que sucedió, y sanciones a los responsables; y no que normalmente responsabilicen a las personas por migrar de manera irregular”.
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