Mientras NY ve aliviar su crisis migratoria, crecen amenazas de Trump
Tras una intensa afluencia que extendió por dos años, la población migrante enviada desde la frontera sur a la ciudad de Nueva York disminuye constantemente. Lo mismo en los refugios de la ciudad y en la frontera sur, a pesar de que los cruces no autorizados en dicha frontera han alcanzado su mínimo récord histórico.
Y es que dichos cruces fronterizos comenzaron a caer este año, entre otras cosas “a medida que México intensificó su represión contra las personas que se dirigian hacia Estados Unidos”, y que Biden implementara reglas más estrictas en junio que redujeron significativamente la capacidad para solicitar asilo, dice The New York Times.
Pero las incesantes amenazas de Trump para deportar a 11 millones de indocumentados ha inyectado una gran dosis de incertidumbre en dicha población, y levantado nuevos desafíos para las autoridades de Nueva York.
De hecho, muchos migrantes están dejando los refugios de la ciudad y migrando hacia el norte del estado, o incluso regresado a Texas y Florida, luego de que la ciudad lograra acomodar a más de 223 mil nuevos migrantes en su sistema de refugios.
Este alivio temporal permitirá a las autoridades municipales centrarse durante los próximos cuatro en cómo navegar las turbulentas políticas de deportaciones masivas, que arrancarán a partir del 20 de enero de 2025, según ha dejado saber el presidente electo.
Los migrantes temen que las redadas puedan llegar a los refugios de la ciudad, pero deben saber que en la práctica, las autoridades federales de Inmigración sólo pueden ingresar a un refugio si tienen órdenes judiciales que son difíciles de obtener, dicen expertos.
Además, Nueva York es una ciudad santuario, con leyes que limitan su cooperación con los agentes federales de Inmigración para deportar a los no ciudadanos. No obstante, Trump indicó que echaría mano del ejército para llevar a cabo sus deportaciones masivas, “aunque una operación a tan gran escala enfrentaría numerosos obstáculos legales, logísticos y financieros”, dice la fuente.
El presidente electo y sus aliados han sugerido que los delincuentes peligrosos tendrían prioridad para la deportación, aunque advirtieron que todos los 11 millones de inmigrantes indocumentados del país estarían sujetos a la deportación. Y como ha ocurrido en el pasado, hasta los propios inmigrantes documentados podrían ser deportados.
De esta suerte, el espectro de las deportaciones masivas ha suscitado temores de separaciones familiares entre los estimados 412 mil inmigrantes indocumentados de la ciudad de Nueva York, a pesar de que muchos de ellos han estado en esta ciudad durante muchos años y tienen hijos o cónyuges que son ciudadanos estadunidenses o tienen estatus legal.
Pero los inmigrantes indocumentados no pueden ser deportados inmediatamente mientras sus casos pasan por los tribunales, según abogados de inmigración.
En una audiencia del Concejo Municipal los concejales defendieron su postura pro inmigrante aduciendo que la ciudad de Nueva York había invertido en la gestión de casos que han ayudado a los migrantes a presentar 29 mil solicitudes de asilo, así como 34 mil solicitudes de permisos de trabajo.
Y declararon haber gastaso más de 6 mil millones de dólares en los últimos dos años, celebrando cientos de contratos de emergencia sin oferta con hoteles y otros contratistas privados para albergar y proporcionar servicios a los migrantes.
Con todo, la moneda gira en el aire.
Foto: Adan Fagen/Flickr