Miembros del gobierno de Trump se oponen a designar terroristas a los cárteles mexicanos
De la redacción
Hace un mes exactamente, tras ser aconsejado por su gabinete de seguridad el presidente Trump anunció en una entrevista con la cadena Fox que pospondría su decisión de equiparar al crimen organizado de México con organizaciones terroristas extranjeras (foering terrorist organization, FTO).
El 9 de diciembre Trump tuitió que pospondría tan temeraria decisión, “en respuesta a una petición del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador”. La decisión se tomó en una reunión de alto nivel en la que estuvo presente Stephen Miller, uno de los asesores más influyentes de la Casa Blanca y el arquitecto de las más crueles políticas de Trump para detener la inmigración, dijeron a la fuente bajo condición de anonimato varios funcionaros de Trump que presenciaron la reunión.
Y es que Trump ha hecho “un tema emblemático de su primer mandato y de su campaña de reelección en 2020” la detención de los migrantes indocumentados y el tráfico de narcóticos a través de la frontera entre Estados Unidos y México”.
Una de las preocupaciones que trascendió en dicha reunión fue que tal decisión de Trump golpearía las relación bilateral, pues podría poner en peligro la cooperación de México con los esfuerzos de Trump para detener la inmigración indocumentada y el tráfico de drogas por la frontera. Vale anotar que tras la amenaza de imponer aranceles a las exportaciones mexicanas de acero y aluminio, el gobierno mexicano desplegó miles de miembros de entonces la recién creada Guardia Nacional, para detener la migración de centroamericanos en su ruta hacia Estados Unidos.
Pero sobre todo, la preocupación de los miembros del gobierno de Trump, y puede inferirse que principalmente de Miller, era que equiparar al crimen organizado mexicano con el terrorismo internacional “debilitará los planes del Trump de utilizar la migración como eje de su campaña reeleccionista”, dice la fuente.
Al parecer, esta preocupación estriba en que si Trump seguía adelante con su referido plan facilitaría la petición de asilo de miles de migrantes, pues estos argumentarían entonces venir huyendo del terrorismo en México.
Por otro lado, la mayor preocupación de México, expresada por el Ministro de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón, fue la de que “equiparar a los carteles de la droga con el Estado Islámico y Al Qaeda podría abrir la puerta a la intervención militar estadunidense”. Y esto sería una acción que enfrenta el rechazo de todos los mexicanos y de su gobierno, un rechazo que se halla por cierto contenido en la Constitución política del país vecino.
Como se recordará, uno de los eventos que detonó la voluntad de Trump de designar a los carteles de la droga mexicanos con el terrorismo fue posiblemente el asesinato de 9 miembros de la familia mexicoestadunidense, LeBarón, en el esado fronterizo de Sonora, México.
El presidente Trump y altos funcionarios de su gobierno creían que necesitaban “tener una postura extremadamente agresiva hacia los carteles y considerar el uso de herramientas que no se habían utilizado antes”, dice Reuters.
Pero la medida enfrentó una fuerte oposición. “Dos miembros republicanos de la Cámara de Representantes de EE. UU. presentaron una legislación en marzo que también habría establecido una designación FTO para los carteles de la droga.
La administración Trump comenzó a trabajar en su plan a fines de agosto, dijo el presidente en una entrevista el 26 de noviembre con Fox, antes de declarar que los carteles “serán designados” como FTO.
Unas semanas antes, según dos ex funcionarios y otra persona conocedora del tema, los miembros del gabinete “recomendaron en una reunión que el plan de la administración Trump fuera archivado”. La reunión del 8 de noviembre se realizó cuatro días después de que las nueve mujeres y niños de la familia LeBarón murieran en medio de una aparente disputa territorial entre carteles rivales en el norte de México.
Luego, el 20 de noviembre en la reunión donde participarían altos funcionarios del Departamento Estado, de Seguridad Nacional, la Defensa, el Tesoro y del Departamento de Comercio estadunidenses, desaconsejaron la propuesta del presidente. Esa decisión también fue unánime y Stephen Miller también estuvo allí, dijeron dos participantes de la reunión a cuatro fuentes, afirma Reuters.
Varios miembros del gabinete de Trump habrían señalado que una ley de 1999 permite ya a los funcionarios estadunidenses imponer sanciones contra los narcotraficantes, similares a las autorizadas por una designación FTO. Y otorga también “la capacidad de los funcionarios estadunidenses de usar la ley de 1999… lo que contribuyó a la decisión de retrasar el plan de designación de FTO”.
Además, un informe del 19 de diciembre publicado por la conservadora Heritage Foundation advirtió que “designar a los carteles como FTO debilitaría las políticas de inmigración de Trump”.
De acuerdo con esta información, “Jason Blazakis, quien supervisó el proceso de designación en la Oficina de Lucha contra el Terrorismo del Departamento de Estado, de 2008 a 2018, dijo a la fuente que además de dañar las relaciones entre México y Estados Unidos, la designación de FTO podría dañar la economía de México al impulsar a las empresas extranjeras a abandonar el país o reconsiderar la inversión” allí.
Los congelamientos de activos y las prohibiciones de viajar a Estados Unidos podrían afectar a los funcionarios, comandantes militares y empresarios mexicanos en alianza con los carteles. Porque “se estarían borrando las líneas entre criminalidad y terrorismo, y eso es extremadamente problemático”, dijo Blazakis, ahora profesor de relaciones internacionales en el Instituto Middlebury de Estudios Internacionales en Monterey, California.
Y agregó: “Hay cientos de pandillas brasileñas elegibles para la lista. Existen numerosas bandas criminales chinas y rusas elegibles para la lista. ¿Dónde te detendrás?”.