Medidas y apoyos para rechazar intentos de supresión del voto
Marco Vinicio González
Estados Unidos enfrento las elecciones de 2020 con éxito, a pesar de la inmensa campaña de desinformación de los republicanos animados por Trump acerca de un falso fraude electoral, que sin embargo sembró dudas sobre las elecciones estadunidenses, que no obstante no impidieron que los triunfadores de dichas elecciones ocuparan sus puestos ganados.
Pero las campañas del falso fraude arrecian de nuevo para distorsionar la valides del nuevo ciclo electoral, que arrancó recién con el enuncio de candidatos demócratas y republicanos que echaron a andar sus respectivas campañas por la Casa Blanca en 2024.
La amenaza para la democracia estadunidense sigue ‘viva y coleando’, de tal suerte que el negacionismo electoral, que introduce un nuevo veneno en la política de este país, intenta otra vez socavar e incluso anular los resultados de las elecciones. Por ejemplo, diversos candidatos republicanos entrevistados en la TV no han respondido a la pregunta de si respetarán el resultado de las elecciones sin no ganan.
Previendo lo que se avecina, Priorities USA, una organización que entre otras cosas intenta persuadir y movilizar a votantes, se comprometió a invertir 15 millones de dólares para apoyar los esfuerzos de hacer valer los derechos electorales en el ciclo electoral de 2024. La cifra, dicen, incluye una inversión de “10 millones para litigios de derechos electorales”, además de una inversión de 5 millones de dólares en “anuncios digitales de protección y educación de votantes”, enfocados en “eliminar barreras innecesarias para votar” mientras se disipa la desinformación sobre el proceso que se avecina.
Entre tanto, los republicanos intensifican la fórmula de desinformación, para limitar y amenazar los derechos de voto, particularmente de las comunidades marginadas, las personas de color (negros, latinos, indígenas estadunidenses), los jóvenes, los estudiantes universitarios, los ancianos y los votantes con discapacidades.
Actualmente, Priorities está apoyando casos de derechos electorales en Georgia, Arizona, Wisconsin, Carolina del Norte y New Hampshire”, para combatir la supresión de votantes a nivel estatal. Pero además afirma haber apoyado 30 casos de derechos de voto en 11 estados, e invertido “más de 50 millones de dólares en iniciativas de derechos de voto desde 2015”.
Alentados por los activistas conservadores, los estadunidenses que se mostraron escépticos sobre las elecciones de 2020 se inscribieron para monitorear y trabajar en las urnas, y para monitorear de cerca a los funcionarios electorales, dice por su parte The Guardian:
“Las oficinas electorales fueron bombardeadas con una avalancha de solicitudes de registros públicos relacionadas con las elecciones de 2020, lo que inundó a su personal… Muchos funcionarios electorales renunciaron al enfrentar una ola de hostigamiento… Hubo presión pública para contar sólo las boletas a mano, un método que, según los expertos, no es confiable, requiere mucho tiempo y es costoso”.