Marchan en NY contra exclusión de la ayuda por Covid a trabajadores indocumentados
De la redacción
Hoy, 528 años después del encuentro que se tornó violento y sangriento luego con la llegada de los españoles al Continente, en la ciudad de Nueva York jornaleros, trabajadores domésticos y una coalición de organizaciones pro inmigrantes marcharon a través del puente Mario M. Cuomo en otra batalla con grandes pérdidas humanas también, o casi 215 mil defunciones a causa del COVID-19.
Marcharon para exigir al actual gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo (hijo de Mario Cuomo), que forme un fondo de apoyo a los trabajadores de la primera línea de contacto con el coronavirus, muchos de ellos inmigrantes e indocumentados, también considerados esenciales pero que a la hora de los apoyos financieros que se le otorga al resto de la población, quedan excluidos del beneficio económico a pesar de que además de trabajar y exponer la salud y tantas veces su vida, pagan impuestos como todos.
Bueno, no todos pagan impuestos. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump por ejemplo no paga. Durante toda la década pasada no lo hizo, excepto los dos últimos años, que pagó 750 dólares cada uno de ellos. Pero en cambio recibió miles de millones de dólares en reembolsos del Servicio de Rentas Internas, IRS, por supuestas pérdidas durante todo ese tiempo, reembolsos que provienen precisamente del dinero de los contribuyentes, de los que sí pagan sus impuestos.
En tanto, la fecha de hoy lunes marcó también “los seis meses desde que comenzaron a implementarse los primeros controles de estímulo federal”, y el medio año desde que los trabajadores y familias indocumentados de la economía informal han sido excluidos de todos los beneficios del paquete de alivio por COVID-19, dice un comunicado de la organización comunitaria, Se Hace Camino Nueva York.
Por cierto que dicho paquete de ayuda, que no es sino una versión recortada de la Ley Héroes, que sigue atorada en el Senado por voluntad de los republicanos, parece que muy probablemente se reactivará, si acaso, hasta después de las elecciones.
Y es que “como trabajadores esenciales las comunidades inmigrantes de personas negras, morenas o indígenas han mantenido a Nueva York funcionando durante toda la pandemia, y ahora enfrentan un riesgo cada vez mayor de desalojo, una crisis de salud y hambre, ya que el gobernador Cuomo se niega a tomar medidas para apoyarlos”, dice el comunicado.
De esta suerte la Marcha por la Justicia de los Trabajadores Migrantes a través del puente Mario M. Cuomo exigió alivio para los referidos trabajadores y sus familias, después de 6 meses de exclusión. Porque más de 150 mil trabajadores aproximadamente han sido excluidos de la ayuda federal, entre ellos jornaleros, vendedores ambulantes, trabajadores domésticos y trabajadores de distintos ramos laborales, muchos ded ellos indígenas.