Los hombres sí lloran, sí les duele, deben aprender a expresarse y aspirar a una vida de calidad
Marco Vinicio González
En el día de la salud del hombre y con el Día del Padre muy cerca, Línea Abierta Aborda el tema de los mayores riesgos de perecer que corren los hombres frente a las mujeres, y también presenta una mayor propensión a padecer más enfermedades, del corazón, o el cáncer y otras enfermedades que pueden conducir a la muerte, dice Gerardo Guzmán, conductor de este laureado programa de noticias y análisis del acontecer cotidiano.
La Dra. Invitada de Línea Abierta, Dra. Diana Pineda, Directora Ejecutiva y Fundadora de Vuela for Health, organización en el campo de la salud física y mental, responde a Guzmán ‘¿Por qué la simple condición de ser hombre determina ya una serie de consecuencias en la salud?’.
Las diferencias pueden ser culturales y corresponder al tipo de vida que se lleva, afirma la doctora.
“Creo que lo cultural en los latinos es muy marcado… en muchas ocasiones los latinos ya llegan con el ‘911’, ¿no?, en ambulancia”.
La Dra. Pineda señala todos esos mitos recurrentes sobre la fortaleza superior en el hombre, que no llora y se aguanta como los machos, etcétera. Y que los hombres no le dan importancia a sus padecimientos cotidianos, que atribuyen al estrés, al cansancio físico, cuando puede tratarse en muchas ocasiones de ocultos padecimientos graves.
“… Ya traen un problema de presión arterial… o también cuestiones de diabetes… o cuestiones de próstata, que es muchísimo más difícil lograr hacerlos que vayan al doctor. Y creo que en general todos los inmigrantes, también las mujeres, no tenemos un lugar a dónde asistir, o no nos damos tiempo de estos chequeos anuales”.
Para la Dra. Pineda, parte del problema es la falta de prevención, no existe, dice, como una cuestión de rutina.
Respecto a la influencia cultural como expresión del machismo que señala Guzmán, y que induce a los hombres a evita las visitas al médico, la Dra. Pineda sostiene que en efecto eso contribuye pero que es algo que las nuevas generaciones están cambiando un poco.
“… De que por ser hombre no se llora, no duele… como una expresión de debilidad. O es común que se diga ‘no tengo tiempo para enfermarme’… es parte de la estructura social, en la que el hombre tiene que trabajar, traer el ingreso, tiene que ser el fuerte de la familia y por lo tanto no se puede darse la oportunidad de tener una enfermedad”.
–Esos hábitos recurrentes en los hombres que conduce al consumo por ejemplo al consumo de alcohol u otras sustancias, ¿cómo puede est inducir al vicio? –pregunta Guzmán.
“Cuando todo nos tragamos, cuando no sabemos expresar nuestras emociones ni controlar nuestros niveles de estrés, pues claro que caemos en el uso de sustancias. ¿Por qué? Porque nuestra mente no puede más… Nadie nos enseñó a sacar esta tensión, este estrés, esta ansiedad… entonces ¿qué hacemos?, lo ahogamos. Es más fácil ahogarlo en alcohol que enfrentarlo…”
Se trata de sustancias que ayudan a los hombres a evadir la realidad que están viviendo, añade la Dra. Y se debe saber, que el consumo de todas estas sustancias hace un daño en ocasiones irreversible al cerebro.
“… El uso de sustancias, desde el alcohol, el tabaco y otras, viene de un problema de salud mental… no encuentra nuestra mente otra manera de relajarse si no es utilizando las sustancias”.
La noción del machismo, que la Dra. prefiere llamar una causa atribuida a la cultura, de que pr ejemplo “el hombre es muy fuerte y se cree Superman”, es falsa.
“Porque en algún momento el hombre va a tronar, física o emocionalmente, si no sabe la manera de ver la prevención, si no sabe cómo sacar ese estrés o lo que está viviendo, de otra manera”.
También entra en juego la presión mercantil, las imágenes que promueven la figura del macho vaquero fumando, o del galán de cine bebiendo, etc., con el glamour seductivo y galante con que la televisión presenta estas sustancias, dice Guzmán.
“Sabemos que las compañías tanto tabacaleras como del alcohol invierten más dinero en la mercadotecnia dirigida más a nuestra cultura latina que a otras”.
Y agrega que estas conductas son fomentadas culturalmente… se entiende que los jóvenes puedan comenzar a tomar desde edades muy jóvenes pero las mujeres no.
“Y está comprobado científicamente, con estadísticas y todo, que entre más pronto empiecen a entrar el uso de sustancias al cuerpo, más fuerte va a der la adicción. Además de que es un problema para el desarrollo del cerebro, porque hasta los 21 años se está desarrollando… Yo como mamá de dos adolescentes invito a todos a que veamos que esto sí causa daño… se les está dando una adicción desde pequeños, que va a ser mucho más difícil después aprender a controlarla tanto emocional como físicamente”, concluyó la Dra. Diana Pineda.