La muerte de dos policías a manos de un indocumentado golpea a la reforma migratoria
De La Redacción
Surge una nueva amenaza contra la realización de la reforma migratoria y aun contra una orden ejecutiva del presidente Obama para diferir las deportaciones de inmigrantes indocumentados, prometida por el mandatario para apenas pasadas las elecciones intermedias del 4 de noviembre, con el arresto de un delincuente común.
Según diversas agencias de noticias, tras una persecución a través de dos condados Marcelo Márquez fue arrestado y fichado en la cárcel del condado de Sacramento. Una vez allí, las autoridades de Inmigración identificaron a Márquez con su verdadero nombre, Luis Enrique Monroy Bracamonte, quien mató a dos oficiales de la policía: el Sheriff del condado norte de California, Daniel Oliver, y el detective Michael Davis.
Los sucesos ocurrieron durante un tiroteo que se prolongó por seis horas y que comenzó en el estacionamiento de un motel de Sacramento el viernes pasado, de donde Bracamonte y su esposa, Janelle Marquez Monroy huyeron en un auto robado, hiriendo al propietario del vehículo.
Según inmigración, Luis Enrique Monroy Bracamonte es un mexicano que vivía indocumentado en este país durante más de una década. En 1997 fue deportado por primera vez, y de nuevo en 2001 por delitos relacionados con portación ilegal de armas de fuego y drogas.
The New York Times señala en su edición de hoy que el suceso se convierte en “un caso más desfavorable” para los impulsores de la reforma migratoria y para el gobierno de Obama, cuyos opositores sabrán aprovechar el suceso en este ciclo electoral, como el caso de un inmigrante “ilegal”, que había sido deportado dos veces y que sin embargo, regresó al país cada que quiso.
“Este caso demuestra que nuestras leyes no se hacen cumplir, y hay consecuencias trágicas al no hacerlas cumplir”, dijo a la fuente Ira Mehlman, portavoz de la Federación para la Reforma Migratoria Estadunidense, FAIR, que aboga por los controles de inmigración más férreos.