La lluvia del coronavirus no moja parejo
De la redacción
Algunas de las primeras señales de alerta que se avizoraban a principios de marzo sobre la propagación de Covid-19, las planteaban para California el Dr. David Hayes-Bautista en el programa de Línea Abierta.
El Dr. Bautista es Director del Centro para el Estudio de la Salud y Cultura Latina, de la Facultad de Medicina en la Universidad de California en Los Ángeles, UCLA.
Este miércoles Línea Abierta sostuvo una nueva conversación con el distinguido académico que está siguiendo casos de Covid-19 entre latinos. El Dr. Bautista dijo a Samuel Orozco, Director de Noticias de Radio Bilingüe, que aunque el coronavirus no discrimina bajo la lluvia, y comúnmente se piensa que las gotas caen parejo para todo mundo, en realidad las cosas no son tan así. “No mojan igual a todos, no mojan parejo. Algunos quedan algo secos y otros totalmente mojados”, dice Orozco en el programa que él mismo coduce.
Y eso es lo que la comunidad científica ha venido viendo en los casos confirmados de Covid-19 y las hospitalizaciones, así como las muertes por coronavirus. Porque los ricos tienen paraguas bastante impermeables, sugirió el Dr. Bautista en sentido figurativo, mientras que los pobres, dijo, si es que tienen paraguas los tienen con agujeros.
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Como recordaremos tal vez, el Dr. Bautista compartió en aquella ocasión en Línea Abierta la idea de que el coronavirus se estaba viendo quizás en las familias más acomodadas. “Pero advertí también, ‘¿quiénes funcionan ahí, adentro de esas casas?’… Niñeras, cocineras, empleadas, jardineros… ¡pues somos los latinos!”, se dijo a sí mismo el Dr.
En esta ocasión Orozco somete a la consideración del Dr. Bautista si no sería también que tal vez por la falta de pruebas de coronavirus, pero sólo en algunos círculos sociales, que se han estado practicando dichas pruebas. Pero no así en las comunidades de la gente de color, donde se ignora más bien la incidencia del virus, por la falta de pruebas en esas comunidades.
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Analizando por partes las conclusiones del estudio que el Dr. Bautista comenta, Orozco hace una comparación en los muertos de coronavirus por edades, y señala que hay un grupo entre los latinos, y sobre todo entre los afroamericanos, al que le está yendo peor que a los demás. Y ese es el grupo de los mayores de 65 años de edad.
-¿Qué tan seria es la situación, qué dicen sus estadísticas? –pregunta Orozco al Dr. Bautista.
“Bueno, la tasa de mortalidad de los latinos duplicaba la tasa de mortalidad de los anglosajones, y la tasa de mortalidad de los afroamericanos triplicaba la de los anglosajones” en el estudio, apunta el galeno.
-¿Y qué pasa con la ayuda para los latinos de la tercera edad?
“Los latinos presentamos una paradoja. Tenemos bajos ingresos, baja escolaridad, poco acceso a la atención médica, y sin embargo padecemos 30% menos infartos cardíacos, 30% menos cáncer; de hecho, de todas las causas de muerte padecemos 30% menos, vivimos 3 años y medio más, fumamos y tomamos menos, y consumimos menos drogas que los angloamericanos”.
Con todo, 30% de los latinos mayores de 60 años en el condado de Los Ángeles no reciben ni seguro social ni Medicare… así que, “¿qué hacen en esas circunstancias?, pues dependen de sus hijos adultos”, dice el Dr.
En tanto, la contraparte angloamericana “no sólo tienen seguro social y Medicare, sino que también tienen su jubilación, si trabajó para una corporación”.
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Con el paso de los días y las investigaciones científicas, a pesar del desdén por ciencia, de parte de la administración federal, están cayendo los primeros mitos sobre la enfermedad. Se creía por ejemplo que ésta pandemia sólo afectaba a los de edades avanzadas, más allá de los 60 y años en adelante; pero se ha demostrado que no es así. “También están cayendo enfermos, y de manera grave, también se están muriendo los menores de 50. Es más, ahora se está hablando de un síndrome inflamatorio entre los niños, asociado al coronavirus”, dice Orozco.
Otra de las revelaciones del estudio del Dr. Bautista es que además de incidir el coronavirus en los jóvenes y adultos jóvenes, este virus está dejando graves secuelas precisamente en este grupo de la población, como paros cardíacos y problemas respiratorios, infecciones y otras cosas, y aun entre niños. Lo que todavía no sabemos es si haber enfermado, luego haber sanado le confiere a una persona inmunidad ante el virus. “Y de hecho ya hemos visto casos de personas que han hecho todo el ciclo, y se han vuelto a enfermar otra vez”.
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