La desinformación tiene graves consecuencias, ¿cómo hacerle frente?
De izquierda a derecha, Rafael Olavarría, Alfredo Corchado, Samuel Orozco, Alma Martínez y Ricardo Sandoval. Foto: Radio Bilingüe.
Preocupados y ocupados en hacer frente a la ‘epidemia’ de desinformación, dirigida principalmente a la gente de color y en especial a los latinos, Línea Abierta de Radio Bilingüe realizó un Foro de análisis denominado “Noticias Falsas, Verdades y tu Voto”, una interesante discusión en vivo contra este peligroso fenómeno en tiempos de elecciones.
Se analizó las formas más comunes con que se presenta la falsa información en medios de comunicación, electrónicos y escritos, y en particular en las redes sociales, que últimamente se han convertido en la principal fuente informativa de muchos jóvenes y adultos latinos, y de la gente en general.
Los organizadores del foro procuraron comunicar a la audiencia sobre sus derechos plenos como votante, la necesidad de registrarse y votar en las elecciones para mejorar las cosas.
El director de Noticias de Radio Bilingüe y uno de los organizadores del foro, Samuel Orozco señaló que se vive una plaga desinformativa, y que se intensifica a medida que se aproxima el 5 de noviembre. Que la desinformación es también en español, principalmente en las redes sociales.
Cada minuto dos personas latinas que nacieron en Estados Unidos cumplen 18 años, la edad para votar, un enorme potencial de votantes.
Pero con la desinformación, la ecuación es sencilla: primero los mensajes falsos o las fake news, que introducen la confusión; luego se crea un estado de desconfianza, que posteriormente conduce al desánimo de participar en las elecciones y una desmovilización política.
Al Foro de Noticias Falsas, Verdades y tu Voto se dió cita un grupo de veteranos periodistas profesionales, verificadores de datos estadísticos, desmitificadores de falsas nociones en la mesa de redacción, que ven con preocupación el avance de la poderosa industria de la desinformación en tiempos electorales.
Los miembros del foro se han dado a la tarea de analizar los datos, comparar las fuentes, etcétera, como medidas para “vacunarse” de la desinformación y proveen útiles herramientas para empoderar a la comunidad.
Los participantes de esta mesa de discusión y análisis son Ricardo Sandoval, Editor y Defensor de Audiencias de la cadena de Televisión Pública, PBS, que viajó al foro desde Washington, D.C.; Alma Martínez, Directora Ejecutiva de la colaborativa de Periodismo del Valle Central en el área de Merced-Fresno, California; Alfredo Corchado, Editor Ejecutivo y corresponsal de la Colaborativa de Noticias Puente, quien viaja desde El Paso, Texas; y Rafael Olavarría, factschequeador en jefe, o verificador de datos en política e inmigración, que representa a Factschequeado, con sede en Atlanta, Georgia.
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Los “focos rojos” que señaló Olavarría ante una desinformación como la de los mensajes de Tik Tok a los migrantes, acerca de que “el gobierno de Estados Unidos les va a dar los ’papeles’ tan pronto como cruce la frontera” y otros, es una desinformación “impulsada en español por cuentas que están invirtiendo miles de dólares y que saben muy bien dónde hacer el target de esas audiencias en español”.
O la denuncia de Alma Martínez sobre la plataforma de medios sociales que se hizo pasar como un medio periodístico sin serlo, que “puso en jaque” a todo un gobierno municipal del valle… porque logró que un prominente alcalde, de Stockton, perdiera la reelección, por una nota que sacó” esa plataforma, lamentablemente “dirigida por una persona latina”.
También está el tema de la frontera, “si dices que hay una invasión… es una manera de recaudar fondos”, dice Alfredo Corchado. Plataformas como Facebook, X, YouTube…, motivaron episodios como el del pistolero de Walmart, en El Paso, que segó la vida de 23 personas, motivado por el odio infundido por esta falsa narrativa de la “invasión” de los migrantes. Y propone factschequear antes de repostar una publicación.
Coincidiendo con Martínez, Corchado alude al vacío de medios locales de información, al desinterés de los medios sobre temas por ejemplo de la frontera. Y que este vacío lo llenan ahora ya no los periódicos que cubren la frontera, sino que “ahora hay los llamados media influencers, que llegan con su telefonito, a enseñar el muro, y ver a la gente que pasa como si fuera parte de la “invasión”.
Orozco señala que el suceso de El Paso “es una de las muestras más dramáticas que sobre la desinformación que hemos tenido… hay amplio consenso en que detrás de los móviles del perpetrador de esta masacre hubo desinformación”.
Otro ejemplo dramático y racista sobre las consecuencias de la desinformación es el infundio que se divulgó, acerca de que los haitianos de Springfield, Ohio, estaban comiéndose a los perros y gatos de esa comunidad. Lo magnificó Trump en el debate con Kamala Harris, luego se hizo viral y hace un par de días miembros de la comunidad haitiana de esa ciudad habían recibido 30 amenazas de bomba -léase, de muerte-, por parte de grupos supremacistas blancos.
Pero, ante este estado de cosas, ¿qué hacer? ¿Cuáles son las herramientas para prevenir el engaño, cómo ver estas señales que debemos detectar y desactivar a tiempo?
Ricardo Sandoval reflexiona sobre la llegada de la gran industria de la noticia en la década de 1990, que va corrompiendo el criterio de la objetividad periodística, de dar opinión por igual a las partes de un conflicto o tema. Luego triunfa esta industria de la noticia un solo lado de la historia, y acaba con los medios periodísticos locales e impone una forma de hacer noticias a modo para favorecer a una de las partes de la discusión.
¿Qué piensan Sandoval y el resto de los panelistas acerca de cómo salir de este atolladero, cuando es más fácil encontrar noticias falsas que verdaderas? Y donde cada vez se va quedando más desértico el terreno de los medios periodísticos locales, pues dos mil de ellos han desaparecido en los últimos años?
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El evento tuvo lugar en el Colegio Comunitario de Madera, California, y fue realizado conjuntamente con la Colaborativa de Periodismo del Valle Central, y la Colaborativa de Noticias Puente, de El Paso, Texas. También contó con el apoyo parcial de la Fundación James B. McClatchi y su Fondo All In for Central Valley Democracy.