La CIDH acusa a México de vivir una crisis humanitaria tras los sucesos de Ayotzinapa
De La Redacción
La crisis que vive México con el caso de Ayotzinapa -como punta del Iceberg- ha llevado a la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH) a brindar asistencia técnica al gobierno federal mexicano, para buscar a los 43 normalistas desaparecidos en el estado de Guerrero.
El secretario ejecutivo de ese organismo, Emilio Álvarez Icaza lamentó “que la desaparición forzada ya sea práctica recurrente”, y la subsecretaria, Lía Limón admite que “ante el caso de Iguala es difícil decir que se hace suficiente”, reporta el periódico La Jornada.
Por otra parte, organizaciones no gubernamentales (ONG) que participan en una audiencia en Washington, DC, solicitada por el gobierno mexicano a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para presentar su programa nacional en esa materia, declaran que “el gobierno mexicano incurre en omisiones en la crisis de derechos humanos”.
Jaqueline Sáenz, coordinadora de Fundar, un centro de investigación de casos de violaciones a derechos humanos declaró a la fuente que “la falta de consistencia para combatir la impunidad” y en en su lugar “los cambios cosméticos del gobierno mexicano en la materia no han evitado que se produzcan casos como los de Tlatlaya (donde 22 personas fueron asesinadas recientemente en el Estado de México, presuntamente por soldados mexicanos) e Iguala… Nos impacta a todos los 43 desaparecidos, pero es una crisis de más de 22 mil desaparecidos, con una cifra negra que no se ve”.
En tanto, tras el fracaso de la reunión de los padres de los desaparecidos 43 jóvenes normalistas de Ayotzinapa con el presidente de México, Enrique Peña Nieto, que terminó con la credibilidad de los progenitores hacia el mandatario, llevó a estos a declarar que sólo aceptarán el peritaje del equipo de antropólogos forenses argentinos: “La vida de nuestros hijos no es negociable”, dijeron ayer al Presidente.
Mientras, en todo México principalmente estudiantes y maestros siguen en pie de lucha con sendas demostraciones y acciones de desobediencia civil exigiendo no sólo la aparición de los 43 jóvenes desaparecidos, y sino incluso piden ya la renuncia de Peña Nieto, luego que cayeron el presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca -prófugo y con orden de aprensión por asesinato-, y el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, quien pidió licencia. Ambos del Partido de la Revolución Democrática, PRD. Yen algunas entidades rurales de México, según difundió la cadena Univisión ayer, están haciendo ya un llamado a levantarse en armas y poniendo un ultimátum al gobierno de México para que entregue a los desaparecidos.
Hay un clamor en el mundo por los desaparecidos de Ayotzinapa y los sucesos de Iguala el 26 y 27 septiembre, que terminaron además con el asesinato de seis personas (tres de ellos jóvenes normalistas) y más de una veintena de heridos de gravedad; y hasta el papa se ha pronunciado al respecto, y exhortó al mundo en una homilía a orar por los 43 desaparecidos.
En Estados Unidos dicho clamor se manifiesta frente a universidades, consulados de México y plazas públicas, recintos sindicales y otros espacios, como hemos reportado aquí.