Inmigrantes en prolongada huelga de hambre en dos cárceles privadas de California
Casi dos semanas en huelga de hambre llevan cerca de 100 detenidos en dos centros carcelarios privados de Inmigración en el Valle Central de California. Los ayunantes denuncian malos tratos de los guardias, condiciones insalubres de confinamiento, así como explotación laboral. Abogados y activistas de derechos civiles piden que las autoridades migratorias dejen que los detenidos sigan su proceso en libertad para que atiendan las quejas. Un detenido le detalló su historia a Rubén Tapia y este es su testimonio.
“Nunca había estado en huelga de hambre…”
Después de 14 días de tomar solamente agua, Juan, de 32 años, cuyo nombre es ficticio por miedo a represalias, así se siente físicamente.
“Fíjese qué se siente, se siente muy mal, tengo frío en las manos y los pies, me duele el cuerpo. Si me levanto muy rápido me mareo. No es mucho de tener hambre pero tengo un dolor en el estómago”
Juan dice que vale la pena el sacrificio porque ya están cansados de los abusos. En los 15 meses que lleva detenido en Golden State Annex, por limpiar les pagan 1 dólar diario por 8 horas de trabajo, pero además:
“Nos dan comida podrida, nos dan leche podrida, nos dan vegetales viejos. En los platos de comida ha habido cucarachas. Gente que trabaja aquí, nos amenazan, nos mira para abajo”
Aunque reconoce que no ha recibido violencia física.
Esta semana, agentes migratorios los visitaron y tomaron nota de las quejas, que Juan dice que ya antes habían denunciado pero no les hicieron caso.
“Dijeron que iban a ver qué es lo que podía hacer, pero que en el tema de dejarnos salir eso iba a estar muy difícil”
Como Juan hay casi 100 inmigrantes detenidos en el centro de procesamiento de ICE en Mesa Verde y Golden State Annex, operadas por GEO Group Inc., una compañía privada propietaria de prisiones.
Llevan dos semanas en huelga de hambre y cada día que pasa ponen en riesgo su salud, dice la Dra. Sara Kendall, quien forma parte de un grupo de médicos que voluntariamente y a control remoto monitorean a los ayunantes.
“Sí, me preocupa que se van a empeorar y que la gente van a padecer de daños severos o hasta fatales”
El sacrificio de su hijo y demás compañeros le quita el sueño a la mamá de Juan.
“Es una preocupación muy grande de mirar todo el sufrimiento que ellos están llevando porque los tratan muy inhumanamente”
Además, le partirían el corazón si llegaran a deportar a su hijo.
“Que les den otra oportunidad de estar aquí. Esa es su casa de ellos. Esta es nuestra casa porque están aquí ellos desde niños. No conocen otro pais”
“Simplemente están allí porque Inmigración está tratando de removerlos. Son personas que todavía está peleando su caso y que debería dejarlos salir para poder pelear su caso desde afuera con sus familias”
Pero las autoridades migratorias no están siguiendo sus propios protocolos al negarse a evaluar individualmente los casos. Así lo demandaron en una carta fechada el 1 de marzo y firmada por más de 100 organizaciones de servicios legales. Al cierre de esta edición no tenían respuesta.
Detenidos en otras cárceles migratorias de la misma empresa GEO, que han pasado por lo mismo, están pendientes del ayuno. Con la voz quebrada José Alfredo Hernández Camarillo, detenido en Tacoma, estado de Washington, anima a los ayunantes:
“Por favor no paren. Échenle ganas, todas las ganas del mundo. Estamos en contra de las injusticias”
Movilizaciones solidarias están programadas para el domingo 5 de marzo en Bakersfield y San Diego, California.
Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino, Rubén Tapia.
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