Hospitales de Texas preguntan sobre estado migratorio de pacientes
Victoria posa con su madre, su mayor "inspiración en la cocina". Ambas son emprendedoras cuya salud se ha visto afectada por los retos que enfrentan. Foto: Mariana Pineda.
Desde el pasado mes de noviembre los hospitales de Texas están obligados a preguntar sobre el estatus migratorio de los pacientes cuando llegan a solicitar servicios médicos. La medida, adoptada mediante una orden ejecutiva del gobernador republicano, Gregg Abbott, ha causado temor e incertidumbre entre la comunidad inmigrante. Defensores de los derechos civiles advierten sobre las serias repercusiones en el estado si los migrantes se privan de la atención médica. Desde Houston, Mariana Pineda amplía.
Victoria Elizondo, chef y propietaria de un restaurante de comida mexicana en Houston, dejó su natal Monterrey, Nuevo León, en México, a los 12 años de edad para mudarse a Texas con su madre, convirtiéndose en beneficiaria del programa de acción diferida, DACA.
Después de estudiar y trabajar duro, hace 8 años abrió ‘Cochinita Co.’, logrando su ‘sueño americano’. Hoy, a sus 34 años enfrenta no sólo los desafíos de dirigir un negocio, sino también el temor que genera una nueva política en el estado republicano de Texas.
“Recuerdo que cuando era niña, algo tan simple como ir a la tienda me daba mucho miedo, porque, ¿y si nos detenía un policía?”
De acuerdo con una nueva regla del gobernador Greg Abbott, GA-46, los hospitales en Texas deben preguntar a los pacientes, al momento de ser atendidos, si son ciudadanos de Estados Unidos; si cuentan con autorización para estar en el país o si se encuentran sin permiso legal.
Aunque los pacientes no están obligados a responder, el simple hecho de hacer esta pregunta genera tristes recuerdos.
“Por todas las cosas que están pasando, siento que estamos regresando a cuando era niña. No sabía nada de este país, ni yo ni mi mamá. Siento que, en vez de avanzar, estamos retrocediendo, y que la comunidad inmigrante, si ya vivía con miedo, ahora será peor”
Organizaciones como la Unión Estadunidense de Libertades Civiles (ACLU) y la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), advierten que estas políticas pueden disuadir a los inmigrantes de buscar atención médica, incluso en emergencias. Aunque todavía no hay estadísticas sobre su impacto en Texas, en Florida, donde se implementó una medida similar el año pasado, menos del 1 por ciento de los pacientes que reportaron estar en el país sin documentos dijeron tener temor, mientras que entre el 7% y el 8% optaron por no responder, reflejando un clima de miedo y desconfianza.
César Espinosa, director de Familias Inmigrantes y Estudiantes en la Lucha (FIEL), señala que esta situación podría replicarse en Texas, poniendo en riesgo la salud pública.
“Pone la vida de las personas en riesgo porque mucha gente ya tiene temor de ir al hospital. Si existe la percepción de que podrían meterse en problemas al ser cuestionados sobre su estatus migratorio estando en el hospital, obviamente disuadirá a muchas personas de buscar el cuidado de salud que es tan importante”
Victoria, quien vive con la enfermedad de Graves, un trastorno auto inmune que causa hipertiroidismo y ansiedad, expresa su temor no sólo por ella, sino también por las personas cercanas a ella.
“Mi mamá, que todavía tiene problemas de salud y que es indocumentada… es algo muy triste. No es sólo mi mamá, soy dueña de un restaurante mexicano y tengo empleados que se verían afectados”
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Texas no respondió a nuestra solicitud de entrevista, pero señaló, mediante un comunicado en su sitio web, que las respuestas no afectarán el acceso a la atención médica y que los reportes al estado no serán obligatorios hasta marzo de 2025.
“Es importante recalcar que la gente no tiene que contestar; es opcional hacerlo. Sin embargo, el simple hecho de que se haga esa pregunta, obviamente, envía una señal muy difícil y desafiante para la comunidad migrante”
Sin embargo, para Victoria y otros miembros de la comunidad inmigrante, el impacto emocional ya se siente.
“Vivimos una vida muy estresada, todos somos muy trabajadores, solamente queremos tener una vida digna y apoyar a nuestras familias. Siento que esto se está convirtiendo en una batalla”
Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino, desde Houston, Mariana Pineda.
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