Falsedades electorales ‘como nunca antes’ aquí y desde el extranjero

Estados Unidos alguna una vez cifró su confianza en la honestidad de la democracia y su sistema electoral. Pero a medida que se acerca el día de las elecciones, la desinformación, implantada inexorablemente en el ámbito político, va de mal en peor.

Como es de suponer, la candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos, la Vicepresidenta Kamala Harris, es uno de los blancos favoritos de estas campañas de desinformación. Por ejemplo, el ex Sheriff adjunto de Florida, Mark Dougan difundió la escandalosa falsedad de que Harris abusa sexualmente de los estudiantes (jamás se presentaron bases que sustenten la acusación). El expolicía que soltó el infundio “ahora trabaja abiertamente en Moscú para el aparato de propaganda de Rusia, en docenas de plataformas de redes sociales y medios de comunicación falsos”, dice The New York Times.

“Un vídeo falso que pretende mostrar a una víctima –crear personas falsas es una táctica rusa recurrente–, recibió más de cinco millones de visitas en X”, cuya plataforma brindó Elon Musk para reanimar las afirmaciones desmentidas y “fact-chequeadas” sobre la validez del resultado de las elecciones en 2020.

Este año impone nuevos requisitos para votar debido a los cambios en las leyes electorales estatales realizados desde 2020. Al menos 29 estados han endurecido las reglas de identificación de votantes, restringido el voto por correo, o complicado la recolección de boletas y la asistencia a los votantes, lo que podría dificultar la participación del elector elegible, dice el Centro Brennan para la Justicia.

Eso sin contar el gerrymander, las campañas de intimidación y la desinformación que cita fechas falsas y lugares falsos de votación para engañar al electorado primerizo, que por cierto, ha mostrado un vigoroso interés por participar en la vida cívica del país.

La referida Guía detallada del Brennan Center desglosa los 10 pasos principales del proceso, “desde el conteo de boletas hasta la doble verificación de los resultados y la certificación de los recuentos finales”.

Desde las elecciones de 2020 varios estados han implementado nuevas reglas para acelerar sus procesos de conteo, mientras que otros han introducido cambios que podrían causar retrasos, y sin embargo existen sólidas salvaguardas de que en cada etapa garantizarán un conteo de votos preciso y confiable”, sostiene el centro legal.

Pero el desafío de la desinformación ha crecido incluso a medida que los funcionarios del gobierno ponen más atención y advierten sobre este peligro, mostrándose más proactivos que en ciclos electorales anteriores.

Por ejemplo, la Oficina del Director de Inteligencia Nacional, el FBI y la Agencia de Seguridad Cibernética e Infraestructura han emitido actualizaciones periódicas sobre la inteligencia recopilada acerca de la interferencia de actores extranjeros, principalmente Rusia y China, dice Bloomberg.

Pero al parecer, el objetivo es centrar la atención pública en los intentos extranjeros de manipular las elecciones.

PolitiFact es uno de los pioneros en la verificación de hechos en Estados Unidos enfocados en medir las afirmaciones que hacen los políticos en una escala de verdadero a mayormente verdadero, mayormente falso a “pantalones en llamas”.

Bill Adair, fundador de esta herramienta, dijo en una entrevista con el rotativo neoyorquino después de la publicación de un nuevo libro sobre su vida de verificación de hechos que su esfuerzo “ha hecho poco o nada para detener el flujo de mentiras que nublan los debates políticos de la nación… Nunca ha sido peor… Más allá de la gran mentira”.

Afirmó que la culpa ha recaído significativamente en el Partido Republicano: “Tienes una convergencia de un político y un partido que creen que pueden beneficiarse de la mentira”.