Estrenan avanzadas protecciones contra calor extremo y humos forestales en Oregon
Hace 17 años Jerónimo López de Chiapas México llegó a Estados Unidos cuando aún no cumplía los 20 años, siempre trabajando en la agricultura.
“Siempre en el campo, por eso me vine para acá”
Se sentía curtido por el sol, pero el año pasado sufrió un golpe de calor.
“Como debilidad del cuerpo, un poquito de mareo”
El mayordomo del vivero con 6 empleados incluida su mujer, lo envió a una clínica a 15 minutos del lugar donde lo examinó un doctor.
“Me dijo que era por el sol, que el sol –estaba- muy fuerte y que ocupaba tomar más agua. Empecé a tomar sueros”
Al día siguiente, ya recuperado Jerónimo regresó a trabajar.
Por esas mismas fechas de verano del año pasado, en otro campo un grupo caminaba por los surcos limpiando viñedos cuando de repente se sintió mal de salud una trabajadora a quien llamaremos María.
“Ya me duele la cabeza, me siento cansada”, dijo en esa ocasión.
El mayordomo la envió a descansar a una sombra portátil, pero no quiso.
“Fui y me senté en mi carro, porque en mi carro tenía mi hielera, mis sueros y mis cosas que yo podía tomar”
Semirecuperada y al final de la jornada laboral María se fue a casa en su auto.
“Incluso cuando venía manejando me dolía mucho mi cabeza, me puse mal, me vine y empecé a tomar sueros, desde que me tomé el primero sentí la diferencia. Me bañe, se senté un rato, me relaje”
Al día siguiente ya mucho mejor regresó a trabajar. Fue su primera experiencia con una ola de calor. Antes María trabajaba en interiores, como en restaurantes, pero renunció cuando su esposo se enfermó de Covid-19.
“Sentí que casi me quedaba viuda y yo decidí mejor me salgo al fil, hasta ahorita lo he mirado más seguro”
Lo que experimentaron Gerónimo y María fue una intensa ola de calor que recorrió el occidental estado de Oregon, que empató un récord histórico de 119 grados Fahrenheit y le costó la vida a casi 100 personas, incluidos un trabajador agrícola.
Y también otro de la construcción. Para proteger a estos trabajadores al aire libre las autoridades de salud laboral de Oregón, OSHA, aprobaron estrictas reglas temporales que este año se convirtieron en permanentes.
“Se debe de proveer un tipo de sombra para todos los trabajadores”.
Ricardo Vázquez, es educador de OSHA, Oregon.
“Que si por alguna razón ven que una persona tiene problemas o está comenzando a mostrar síntomas de insolación, deben de tener una forma de cómo proveerles sombra inmediatamente”
Además, los patrones deben proveer a sus trabajadores 32 onzas de agua potable por hora. Establecer un calendario de trabajo y aclimatarlos gradualmente cuando suban mucho las temperaturas, pero también otra cosa muy importante, destaca Vásquez.
“Que en Oregon estén capacitados para saber qué es lo que deben de hacer cuando existan esas condiciones en el trabajo”
Precisamente, para educar a empleadores y trabajadores OSHA Oregon, tienen cursos de capacitación en su página web. También ofrecen una aplicación para teléfonos celulares.
OSHA – Oregon dice que discutirán con todos los empleadores hasta octubre durante sus inspecciones y consultas regulares que tiene la agencia.
“Son muy buenas noticias, es una serie de medidas que hacían falta hace mucho tiempo… y me da mucho gusto que estén tomando esto en serio”
Juan Declet- Barreto es un científico social de la Unión de Científicos Conscientes.
“Pues ahora le toca a las agencias hacer valer y cumplir esas normas. Los trabajadores deben también hace valer sus derechos”
El científico alerta que las olas de calor son parte del cambio climático, un problema que debería preocuparnos a todos.
“Estamos viendo una serie de impactos del cambio climático que en realidad está poniendo en peligro la vida de las personas: olas de calor, incendios forestales, huracanes en la costa del golfo, inundaciones y demás. Las personas tiene que pedir la acción directa de los gobiernos en todos los niveles”
Declet Barreto, dijo que hicieron un estudio que mostró cómo el cambio climático afectaría el bolsillo de los trabajadores.
“Nosotros estimamos que esas pérdidas pudieran subir a 379 dólares en promedio por trabajador sin acción climática de aquí a mediados del siglo, ese es el promedio a nivel nacional”.
Sin embargo hasta la fecha sólo Oregón , el estado de Washington
y California, han aprobado medidas para proteger del clima extremo a sus trabajadores al aire libre.
Por su parte el actual gobierno federal no niega la crisis ambiental y está apoyando
pero hacen falta más acciones, dice el científico social Juan Declet –Barreto, quien agrega la importancia de que se sumen a combatir este problema los otros 47 estados del país.
“Haría falta que el resto de los estados también tomen cartas en el asunto ¿no? Tomen acciones para proteger a sus comunidades”
Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino, Rubén Tapia.
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