Escuelas de California suspenden de más a sus estudiantes y los privan de instrucción
El maestro Jesse Aguilar tiene más de dos décadas, impartiendo clases en las escuelas de Kern, condado con el peor record de expulsiones y suspensiones de estudiantes latinos y afroamericanos en California.
“De hecho, las investigaciones que he leído indican que uno de cada 5 niños sufre de algún tipo de trauma que están tratando de resolver en el aula”, dice Aguilar.
La sobrina de Carrie Nash, estudia el sexto grado en una escuela del condado Kern.
“La suspendieron el pasado viernes porque empujó a la asistente de la maestra cuando ésta le impedía que saliera del salón de clases”, declaró Nash.
La estudiante de 11 años sufre de hiperactividad y le recetan Adderall, una metanfetamina para que se controle.
Carrie está a cargo de su sobrina. Ambas viven en un pequeño cuarto y subsisten con una pensión de 500 dólares mensuales; ademá,s acaba de fallecer un hermano de Carrie. Y le preocupa que su sobrina no pueda graduarse:
“Ella es una niña discapacitada y no ayuda mucho que la suspendan”
Diez distritos escolares del valle central de California están entre los 30 que más días de clase perdieron por las suspensiones el 2014 – 2015 según un reciente y original estudio de UCLA (Universidad de California en Los Ángeles).
El campeón de las suspensiones es el Distrito Unificado de Mojave, localizado al este del condado Kern. Perdieron 41 días por cada 100 estudiantes inscritos, o sea que ese año perdieron mil 230 días de instrucción en un distrito con poco más de 3 mil estudiantes. Además es el segundo en el nivel de suspensiones de estudiantes afroamericanos, con 81 por cada 100 inscritos, a pesar de que estos representan una tercera parte de los alumnos. Su Superintendente es Aaron Haugton, con 7 años en el puesto:
“Obviamente las estadísticas hablan por sí solas, tenemos mucho trabajo por hacer”, dice.
El Distrito Unificado de Mojave cuenta con 6 escuelas, tres primarias, una secundaria y dos preparatorias. La educación es impartida por 140 profesores, en su mayoría mujeres blancas y su mesa directiva está integrada por cinco hombres.
El Superintendente Haugthon dice estar consciente de los efectos negativos de las políticas de ‘cero tolerancia’ y de los problemas emocionales que muchas veces llevan los estudiantes al salón de clases. Sin embargo, afirma que están haciendo lo mejor que pueden con los recursos disponibles y un escaso apoyo de los padres de familia. Afirma que en los últimos dos años y basados en la Justicia Restaurativa, y la promoción de las actitudes positivas, su distrito ha reducido las suspensiones. Estas son sus cuentas:
“Hace dos años teníamos un nivel de suspensiones de 17 por ciento. El año pasado las reducimos al 12%, y la meta este año es llegar al 10%”
El estudio de UCLA destaca que California han reducido casi la mitad de los 23 días de instrucción perdidos el 2011 -12, a 13 días en el 2014-15; aun así, 800 perdieron mil días de clase ese año. Además señala que las políticas disciplinarias de “interrupción / desafío”, que justifica las suspensiones por faltas menores, se siguen aplicando de manera desigual a latinos y afroamericanos. Hay distritos que pierden menos de cinco días de clase pero otros 24.
“Tenemos muchos años de tener esas pólizas y prácticas”, señala Camila Chávez.
Camila Chávez es Directora Ejecutiva de la fundación Dolores Huerta. Reconoce el importante estudio de UCLA, que recomienda no suspender estudiantes por faltas menores y la necesidad de más recursos. Se sumaron a la octava semana nacional para desmantelar la llamada, Ruta de la Escuela a la Prisión, organizada por la campaña ‘Dignidad en las Escuelas’, de la que forman parte. Ruta que, afirma, empieza con las suspensiones y expulsiones de los estudiantes del salón de clase.
“Vivimos en una democracia, pero no sirve si todos no están participando”■