En puerta, severos recortes de agua en 7 estados irrigados por el Río Colorado
Marco Vinicio González
El oeste de Estados Unidos sufre una severa envestida del cambio Climático. La dramática reducción de la afluencia del Río Colorado, uno de los principales ríos (junto con el Río Grande) del suroeste estadunidense y del norte de México lo constata. A lo largo de mil 450 millas este río irriga partes de siete estados: Arizona, California, Colorado, Nevada, New México, Utah y Wyoming. Y Baja California Norte y Sonora en México.
“Más de dos décadas de sequía han hecho poco para disuadir a la región de desviar más agua de la que fluye a través de ella, agotando los embalses clave a niveles que ahora ponen en peligro el suministro de agua y la producción de energía hidroeléctrica”, reporta The Denver Post.
La Oficina de Reclamación estadunidense anunció desde junio una reducciones sin precedentes para el uso del agua en esos siete estados: 15 por ciento menos el próximo año. Y se los recuerda nuevamente esa semana, “la más importante para la política del Río Colorado en años”. Los 7 estados se apuntan con el dedo y se aferran a sus derechos de agua a pesar de la crisis”.
Funcionarios del ramo afirman que los objetivos más probables para los recortes son “los agricultores de Arizona y California”, cuyos distritos agrícolas “piden que se les pague generosamente para soportar esa carga”. Pero dichas peticiones aparentemente no cumplen con lo que exigió la Oficina de Reclamación, por lo que “las negociaciones se hayan estancadas”. Este lunes por ejemplo el gerente general de la Autoridad del Agua del Sur de Nevada, John Entsminger llamó a las demandas del distrito agrícola, “lucrar con la sequía”.
Alrededor del 70% del agua del Río Clorado se destina al riego, lo que sustenta una industria agrícola de 15 mil millones de dólares anuales que suministra el 90% de los vegetales de invierno al país. El agua del Río Colorado se reparte entre México y siete entidades de Estados Unidos en virtud de una serie de acuerdos que datan de hace un siglo, “cuando fluía más”. Pero el cambio climático ha transformado la hidrología del río, proporcionando menos nieve derretida y provocando temperaturas más altas y mayor evaporación.
“El año pasado, los funcionarios federales declararon por primera vez una escasez de agua, lo que provocó cortes en la parte del río de Nevada, Arizona y México para ayudar a evitar que los dos embalses más grandes, el lago Powell y el lago Mead cayeran lo suficientemente bajo como para amenazar la producción de energía hidroeléctrica y detener que el agua fluya a través de sus presas.
Algunos de los fondos de compensación por conservación –o por no usar el agua- podrían provenir de 4 mil millones de dólares en fondos para la sequía, incluidos en la Ley de Reducción de la Inflación.
Las propuestas de recortes suplementarios que vencen esta semana han avivado el desacuerdo entre los estados de la cuenca superior (Colorado, Nuevo México, Utah y Wyoming) y los estados de la cuenca inferior (Arizona, California y Nevada) sobre “cómo distribuir el dolor”■