Mientras se discute la ley del campo, el futuro los alcanzó
Laura Murphy en el surco, de camisa azul fuerte y rodeada de agricultores, le da detalles sobre la salud del suelo. Foto: Cortesía.
La agricultura en Estados Unidos atraviesa un momento clave en su historia, luego de experimentar serias dificultades en los últimos años por la sequía, derivada del cambio climático. Y enfrenta también el costo del fertilizante, que ha subido de precio mientras los precios de los cultivos han bajado y los ganaderos han tenido que vender enormes porciones de su rebaño por la falta de agua para sus pastizales.
Los precios que reciben los agricultores por los principales cultivos de cereales, como el maíz y la soja o el forraje, por ejemplo, han bajado entre un 20 y un 40 por ciento desde los máximos establecidos en 2022, de acuerdo con datos del Departamento de Agricultura.
Por su parte, los miembros de la Cámara de Representantes y el Senado todavía no están de acuerdo sobre cuánto dinero gastará el gobierno federal en el año fiscal 2025, y el acuerdo de esta semana dejó sin resolver preguntas apremiantes, entre otras, sobre la política agrícola del país.
De esta suerte, “Seis de cada 10 republicanos de la Cámara de Representantes firmaron una carta al presidente Mike Johnson solicitando una votación en el pleno sobre el nuevo proyecto de ley agrícola durante la última sesión del Congreso antes de las elecciones, argumentando que la legislación “es un elemento que se debe aprobar”, reportó Ag Insider.
La carta se publicó el jueves, un día después de que el líder demócrata de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries enumerara el Proyecto de Ley Agrícola, que expira en cuestión de días, como una de sus tres principales prioridades para la acción después de las elecciones generales del 5 de noviembre.
La lenta acción sobre la legislación no es inusual, pues a medida que los ingresos agrícolas continúan disminuyendo, los productores están luchando por llegar a fin de mes.
Entre tanto, la agricultura del futuro ya está aquí. Es la próxima gran cosa. El tamaño del mercado de la agricultura regenerativa (RA) alcanzará un estimado de 16 mil 800 millones de dólares para 2027.
Se trata de la agricultura regenerativa, que dicen expertos es una evolución de la agricultura convencional que reduce el uso de agua y otros insumos, y previene la degradación de la tierra y la deforestación. Además, protege y mejora el suelo, la biodiversidad, la resiliencia climática y los recursos hídricos, al tiempo que hace que la agricultura sea más productiva y rentable. Esta nueva agricultura utilizará tecnologías sofisticadas como robótica de precisión, permitirán a las granjas ser más rentables, eficientes, seguras y respetuosas con el medio ambiente.
Regeneration International describe la agricultura regenerativa como prácticas agrícolas y de pastoreo que, entre otros beneficios, revierte el cambio climático al reconstruir la materia orgánica del suelo y restaurar la biodiversidad degradada del suelo, lo que resulta en una reducción de carbono y mejora el ciclo del agua.
Por otro lado, el Proyecto de Ley Agrícola apoya a los agricultores, ganaderos y propietarios que eligen conservar sus tierras de trabajo y humedales a través del Programa de Servidumbre de Conservación Agrícola, que paga a los productores para descansar y proteger sus tierras de la amenaza de desarrollo, para ayudar a abordar la pérdida de especies, el clima y los desafíos del agua.