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El Flaco Jiménez

Por Radio Bilingue
Publicado 17 junio, 2015

Leonardo “Flaco” Jiménez y su acrdeón


Leonardo “Flaco” Jiménez, de 76 años de edad y originario de San Antonio, Texas, es considerado como el grande del acordeón texano, y quien durante siete décadas ha dejado su maca bien grabada en la Música de Conjunto. Por esta razón, es reconocido como embajador de este género musical ante audiencias de todo el mundo. El Flaco Jiménez hereda su apodo de su padre, Don Santiago, quien junto con su abuelo, Don Patricio Jiménez tenían fama como grandes maestros del acordeón y pioneros de la Música de Conjunto en su estado texano desde principios del siglo pasado.

El Flaco comenzó a grabar desde muy temprana edad, allá por 1955, y desde sus primeros años se abrió paso como figura estelar en salones y festejos de la frontera texana, y más allá de esta región a través de sus discos. Pero no sólo extendió su fama en la geografía física, sino que al tocar con figuras del mundo del rock and roll, como los Rolling Stones o Bob Dylan, o Wllie Nelson, o en el campo del Country o el Blues, y con otros grandes exponentes de la música, el Flaco extendió esta sonoridad texana a otras audiencias y otros ámbitos de la música popular en Estados Unidos.

Por su obra musical de tantas décadas el Fondo Nacional Para las Artes (National Endowment for the Arts) distinguió a este emblemático músico en el 2012, con el Premio Nacional al Patrimonio Cultural, el mayor galardón que se otorga en Estados Unidos a las artes folclóricas y tradicionales. Además, y después de haber conseguido cinco premios Gramys, el mayor premio de la industria discográfica en el país, en febrero de este año el Flaco recibió un muy especial Gramy por su obra de toda la vida: A Life Time Achievement Award.

Siendo un niño precoz, en el conocimiento de la música, flaco relata sus comienzos:

“Yo me acuerdo, Samuel, que a la edad de siete años comencé a tocar un poquito el acordeón, a enseñarme un poco, porque yo me enseñé solo, pero viendo a mi papá tocar en casa. Y cuando estaba tocando él, cuando estaba practicando ahí, a veces nos daba serenata a todos mis hermanos ahí en la sala. Y yo, al estar viendo cómo ejecutaba el acordeón, yo lo comprendí yo solo; luego, luego me entró al corazón…, la música en general pero sobre todo el acordeón. Como mi abuelo, Don Patricio, y todos seguimos con el mismo instrumento.

“Mi papá, él trabajaba día y noche, digamos, durante el día, y luego tocaba los fines de semana. Y cuando se iba mi papá a trabajar luego lueguito me iba yo al acordeón, a estudiarlo… lo que hacía mi papá yo comencé a hacerlo solo, viéndolo… con el acordeón de mi papá… Ya desde los seis años ya comenzaba a hacer mis travesuras, verdad, con el acordeón. Y un día que mi papá se fue a trabajar, durante la semana, en esa ocasión él llegó temprano del trabajo, y yo todo el tiempo que él se iba a trabajar agarraba el acordeón de él, pero él no sabía que yo me estaba enseñado solo… Y yo lo agarraba, no a escondidas, pero como quiera, él estaba en el trabajo, y un día que salió temprano del trabajo yo estaba tocando el acordeón en la sala, y no sabía yo que mi papá había salido temprano… Y él me platica que oyó un acordeón, antes de abrir la puerta de la casa, y –pensó- ‘¿pues quién será el que está tocando?’-, las mismas polkitas, pero no entró luego, luego a la casa, nomás dejó la puerta medio abierta, y… estaba escondido, estaba espiando lo que yo estaba haciendo, ¿me entiendes?, yo no lo miraba. Hasta que abrió toda la puerta y entró; ya venía en lágrimas, y me dio un abrazo ¡bien fuerte!, con aquel gusto, porque él no creía que yo había tocado el acordeón… fue una cosa muy inesperada, y me dio un abrazo ¡pero fuerte!, y llorando, de gusto, verdad.”

En esa ocasión se trataba de una polka que “todo mundo la toca”, se llama “Viva Seguin” (de Don Santiago Jiménez) (https://www.youtube.com/watch?v=hy11n9hXq7g). Entonces dice el Flaco que su padre le dijo en esa ocasión: “Mi’jo, agarra el acordeón cuando quieras…, no te enseño porque ya sabes”.
De espíritu aventurero, o ávido en la experimentación musical, el Flaco incursionó en diversos géneros de la musica, como el rock, el country, el blues y hasta la cumbia, dice, viajando incluso por Europa, donde tocó, entre otros, con el grupo Los Fabulosos Cadilacs, y otros. Con Efraín Ferrer hizo algunos cortes para piezas, tocando con el famoso grupo cubano, Buena Vista Social Club, afirma.

“Pero por medio de Ry Cooder…, él me introdujo a esos tipos de música, y por eso ya comencé a grabar diferentes clases de música. Él me indujo a hacerlo, y me gustó mucho también; salir fuera de aquí de Estados Unidos. Llegué a grabar también con Celso Piña…”. Con Ry Cooder en la slide guitar (guitarra de deslizamiento) Flaco toca la pieza, “Poquita Fe”, y también toca con Cooder, quien canta en español, “Ingrato Amor”.

“Fíjate que en esa recording sesión no estaba planeado eso… estaba grabando con Ry Cooder el material de él, y yo no más estaba jugando ahí con el acordeón, durante la recording sesión, verdad, y comencé a tocar esa, y paró, y me dijo: ‘¿Sabes qué?, ¿cómo ves si le damos ahí un calis y a ver cómo sale?’, y por eso salió esa pieza (Poquita Fe), salió nomás espontáneamente”.

Platica el flaco que uno de sus sueños fue tocar con Los Alegres de Terán, con Tomás Ortiz, sueño qué, afirma, se le hizo realidad:

“Bueno, era una cosa que verdaderamente era mi sueño, porque en aquellos tiempos, y hasta horita como quiera suenan mucho Los Alegres de Terán. Pero yo cuando estaba en mis teen years (adolescencia) oía mucho del estilito ese, el estilito alegre, muy bien acopladas las voces, y muy alegre todo; por eso le pusieron Los Alegres de Terán. Y llegué a conocer a Eugenio Ábrego, y a Tomás (Ortiz). Y ya en unos años pasados decidí buscarlo, a Tomás. Y le dije: ¿cómo ve, si caso grabamos algo? Ya conocía Tomás, que yo más o menos podía darle un airecito de Los Alegres de Terán, pero naturalmente, no me podía comparar con el acordeonista, Eugenio Ábrego, pero el sentimiento ese lo siento como quiera, aunque no lo haga perfectamente. Pero me gustó mucho, y fue uno de mis sueños, que saliera realidad, el grabar con el señor Tomás Ortiz”. Flaco y Tomás tocando, “Mi Castigo”.

El Flaco Jiménez se despide del programa de Línea A vierta deseándole “Buena suerte para todos, y todos mis compañeros de música, sea cualquier instrumento que toquen, yo les deseo todo lo mejor, a los de aquí de Estados Unidos o de México, o de donde sean, un éxito para todos”.

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