El estado endémico del Covid pudo tratarse mejor en México al comienzo la pandemia
Marco Vinicio González
En una actualización sobre el estado del coronavirus y sus nuevas variantes la Organización Mundial de la Salud (OMS) reporta que hasta el 10 de marzo América Latina y El Caribe tenían más de 66.5 millones de casos y habían experimentado 1.66 millones de muertes por coronavirus. Una base de datos internacional de secuencias virales reportaba a su vez sobre la nueva variante Deltacron, un híbrido entre Delta y Omicron, con 33 muestras en Francia, ocho en Dinamarca, una en Alemania, una en los Países Bajos y una en Estados Unidos.
La publicación medRxiv, que divulga artículos médicos revisados, señalaba que el número de nuevos casos de Deltacron se había mantenido bajo en todas esas regiones, pero no mencionaba que esta variante hubiera llegado a México ni al hemisferio sur o a America Latina y El Caribe. Sin embargo, hay quienes piensan que podría estar ya circulando sin que se hubiera detectado, en medio de poblaciones con alta resistencia a la vacuna.
Entre tanto, hasta viernes pasado México reportaba poco más de 8 mil nuevos casos de covid diarios y unas 244 muertes según el periódico mexicano Excélsior. Con todo, ese país declaró el “semáforo verde” para el Covid-19, lo que significa levantar restricciones y precauciones pandémicas para proteger a su población, comprensiblemente fatigada por el confinamiento y ansiosa de una vuelta a la “normalidad”; por lo menos a una nueva normalidad.
Línea Abierta exploró la situación sobre este tema al sur del Río Bravo, para lo que platico cn los doctores Samuel Ramos-Margarito, experto en Medicina Crítica y Terapia Intensiva, y Francisco Moreno, Infectólogo experto en Medicina Interna, ambos en la Ciudad de México.
La veterana periodista y corresponsal de Linea Abierta en México en plática con Samuel Orozco, Director de Noticias de Radio Bilingüe, comparte aquí las entrevistas realizadas con ambos doctores.
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México vive pues en semáforo verde, y en estados como Nuevo León, al sur de Texas por ejemplo, su gobernador levantó el requisito del uso de cubre bocas a partir del domingo pasado y obligó el regreso a clases presenciales para todos los estudiantes de ese estado del noreste mexicano.
En este contexto, Citlali Sáenz dijo que se le preguntó en su oportunidad a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México (CDMX), Claudia Sheinbaum, quien es por cierto científica de profesión, si el gobierno aplicaría la misma medida para la capital del país, a lo que respondió que esas decisiones eran científicas y no políticas, o sea que se tomarían con apego estricto a los dictámenes de la ciencia.
Sin embargo ya en algunos lugares de esa ciudad están al 100 por ciento en el aforo a los lugares públicos y privados, dice Sáenz, aunque se sigue solicitado que la gente use cubre bocas, respete la sana distancia y permita se le tome la temperatura para ingresar a un lugar, pero todo esto de deja a la discreción de la gente.
Por su parte, el Dr. Samuel Ramos-Margarito, Experto en Medicina Crítica y Terapia Intensiva en la Ciudad de México y entrevistado también por Sáenz, relató que la aparición del Covid-9 tomó a todo mundo y no sólo a la ciudad de Mexico por sorpresa, con la guardia abajo. Es decir, sin herramientas ni mucho conocimiento como para poder haberle hecho frente eficaz y oportunamente al coronavirus.
–¿Cómo los tomó la llegada del virus, doctor, y qué información y herramientas les dio el gobierno entonces para combatir el Covid? -preguntó Sáenz.
“Yo les decía que en la mañana llegaban las ambulancias llenas de pacientes y por las tardes se iban las carrozas con los cadáveres. Es una cosa escandalosa. Yo creo que el gobierno pudo, en vez de minimizarlo, pues atenderlo, ¿no?… una publicación de la ONU dice que si hubiéramos hecho las cosas medianamente bien, la mortalidad no hubiera llegado ni a 20 mil”, declaró el Dc. Ramos-Margarito, relatando una situación que fue muy similar en Estados Unidos y en muchas otras partes del mundo.
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