De tu voto depende no sólo la defensa de California hoy, sino también de la democracia
De la redacción
La batalla que escenifica hoy California por el rescate a la democracia denuncia una luchan contra la política de las grandes mentiras, como el fraude electoral y los inmigrantes “culpables de todos los males de la nación”; o contra quienes apuestan por la política del terror, las persecuciones y deportaciones, el encarcelamiento masivo principalmente de las minorías pobres y la restricción de las libertades civiles, comenzando con el aborto y el voto.
De esta suerte, las visitas de las principales figuras políticas demócratas, como la vicepresidenta Kamala Harris, el líder del Senado, Charles Schumer y del senador del ala progresista, Bernie Sanders, culminaron con la presencia del presidente Biden, quien en un mitin en Long Beach, subrayó el lunes la alarma dentro del Partido Demócrata ante la posibilidad de perder el gobierno de California. Y arengó a los votantes californianos para que rechacen con determinación el esfuerzo liderado por los republicanos para expulsar a Newsom de su cargo.
Por su parte Elder, quien se halla a la derecha de Trump, alardea que podría sacar a California “del acantilado de Covid”. Y cita las experiencias de La Florida y Texas, donde sus gobernadores conservadores anti-mandato de cubrebocas y vacunas han ganado –temporalmente- la batalla en el terreno del voto y la salud. Pero Newsom advirtió que su reemplazo podría ser elegido sólo por una pequeña fracción de los votantes.
Y es que a medida que la variante Delta iba avanzando, llenando hospitales en estados encabezados por republicanos que han impuesto menos restricciones, California fue el primer estado que ordenó que todos los maestros de las escuelas públicas y privadas se vacunaran o se sometieran a pruebas periódicas. En la actualidad, California tiene el 70 por ciento de sus habitantes con al menos una inyección; con una tasa más alta que en muchos otros estados grandes, incluidos Nueva York, Texas y La Florida, dice el banco de datos pandémicos del New York Times.
Newsom también ha defendido una audaz agenda sobre prioridades progresistas como la crisis climática, la atención médica universal –incluido el Medicare para indocumentados mayores de 60 años- y los derechos LGBTQ.
Pero cuando los activistas conservadores opuestos a la inmigración, los impuestos, la pena de muerte y el manejo de la crisis de los desamparados, observando los estragos que iba haciendo el covid no soló en California sino el país entero, condujeron la frustración de los dueños de negocios conservadores y algunos padres de familia que veían las regulaciones y cierres pandémicos en constante cambio. La de Newsom, dijeron los republicanos, parecía una política inconsistente. Hubo otros errores del gobernador, falsos y verdaderos, que comentamos ya en este mismo espacio informativo.
Pero los más de 22 millones de votantes registrados en el estado recibieron boletas este verano y la votación temprana en persona comenzó el 4 de septiembre en algunas áreas del estado y hasta ayer se habían emitido más de 8.4 millones de boletas dice la organización que monitorea estos procesos, Edison Research. Esto representa el 47% del total de votos emitidos en el estado en 2020, sostiene esta firma.
Hoy los grandes canales de televisión y la prensa escrita afirman que a pesar de algunas preocupaciones anteriores de los demócratas sobre la falta de interés de los votantes en esta elección, de acuerdo con sus datos tal pareciera que el elector californiano está acudiendo al rescate de Newsom; “con el 52% de las boletas emitidas antes de las elecciones provenientes de votantes demócratas registrados y el 25% de votantes republicanos registrados”.
Los electores republicanos por su parte se han mostrado escépticos sobre la votación por correo, y siguiendo el llamado mentiroso de Trump acerca del falso fraude electoral, han decidido votar en persona el día de hoy. Por eso las posibilidades del Partido Republicano de derrocar al gobernador dependen de una gran participación republicana a las urnas, y de una baja participación demócrata.
Con todo, desbancar a Newsom parece cada vez más improbable. Los asesores de campaña del gobernador han dicho a la prensa que un voto por el “sí” para revocar el mandato significa elegir a un republicano pro-Trump y anti-vacunas. Ace Smith, asesor de Newsom dijo a CNN que “El gobernador tomó medidas audaces sobre mandatos y máscaras, y que la campaña republicana aprovechó eso y lo utilizó para crear literalmente una decisión simple para los votantes: ¿Quieres estar seguro? ¿Quieres que tus comunidades estén seguras? ¿Qué las escuelas permanezcan abiertas?
“Creo que el día de las elecciones el elector verá un mandato claro no sólo contra la revocación, sino también por la cordura en algo tan importante como la salud”, dijo Smith. La participación del martes, y los resultados finales, probarán sin embargo si esa teoría es válida. Los dados están tirados, pero el lector californiano de esta nota tiene hasta las 8 pm de hoy para votar por sus principios y por la vida democrática del país■