Correo oficial no está llegando a los migrantes en refugios de NYC
Correo para un migrante sin haber sido recogido, enviado a una dirección de la ciudad de Nueva York. Foto: Cortesía de Antígona Martínez.
En medio del debate ciudadano e institucional acerca de la carga de los migrantes para las finanzas de Nueva York, o los beneficios que representan para la ciudad, la comunicación por correo, sobre todo aquella para informarles sobre su situación migratoria se ha convertido en un problema.
Y es que los migrantes enviados desde la frontera sur a la ciudad de Nueva York alcanzan una población de 180 mil, llegados en los últimos dos años, según el Instituto de Políticas Migratorias. Una tercera parte de ellos se halla en hoteles y refugios de la Ciudad.
Enre tanto, el aluvión de correo a los más de 200 refugios para migrantes en los cinco condads de Nueva York ha desbordando las improvisadas salas de correo en hoteles reutilizados y edificios de oficinas donde se alojan los recién llegados, la mayoría de los cuales han dejado los refugios o incluso la ciudad pero aún siguen recibiendo correo.
Por ejemplo, paquetes de Amazon, cartas y regalos enviados desde países lejanos, pero lo más crucial son los documentos con citas de Inmigración, de alta prioridad.
Las autoridades y funcionarios de los refugios sostienen que han creado una base de datos centralizada, para alertar a los migrantes cuando tienen correo que recoger. Pero no sólo no ha fncionado bien sino que ha creado más problemas.
Esto, por la movilidad de muchos migrantes que han sido expulsados de los refugios cuando terminan sus plazos de hospedaje, o desesperados porque precisamente no les llegan sus permisos de trabajo tras haber solicitado asilo.
Y es que la Ciudad estableció hace unos meses un nuevo límite de 60 días para las familias migrantes con hijos, y un mes para los individuos que se alojan en refugios para personas sin hogar administrados por el gobierno muncipal.
Los funcionarios anunciaron entonces que la iniciativa se introduciría gradualmente en los meses subsecuentes, y que se irían enviando los avisos, lo que forma también parte del problema de la sobre entrega del correo.
El plan ha comenzado con las familias que han tenido la estancia más larga en el refugio. A principios de esta nueva política de la ciudad, unos 30 mil padres y madres con hijos migrantes vivían en dichos refugios por toda la ciudad de Nueva York.
La Ciudad ha reconocido el problema, e intervenido para ayudar a resolver casos individuales de correo perdido, pero sin mucho éxito. Por ejemplo, habilitando librerías cuya dirección pueden usar los migrantes para recibir correo.
Este problema es la “cereza en el pastel”. Haste 2023 la Ciudad dice haber gastado mil 450 millones de dólares para ayudar a los migrantes con parte del costo destinado a proporcionar refugio, alimentos y servicios varios, como transporte y atención médica primaria para mujeres y niños.
Desde entonces la ciudad de Nueva York se ha sumado al clamor de otras ciudades para recuperar parte de este dinero solicitando ayuda del gobierno federal. Después de todo, dice Eric Adams, el alcalde demócrata de Nueva York, el estado se halla entre los dos o tres estados del país que más impuestos aportan a las arcas del Tío Sam, y la ciudad de Nueva York es la que más aporta.
Con todo, algunos proveedores de servicios legales y defensores de la inmigración dijeron que el sistema de correo era tan poco confiable que a menudo aconsejaban a los migrantes buscar otras direcciones a donde se les pudiera enviar su correo.
Grupos defensores de los inmigrantes han comenzado a aceptar correo en sus sedes y centros comunitarios. Y algunos voluntarios han ofrecido sus propias direcciones de casa para que los migrantes reciban el correo del gobierno.